El Consejo Asesor sobre Adicciones, órgano colegiado de carácter consultivo que promueve la participación de todos los sectores de la sociedad cántabra, ha alertado sobre el incremento del consumo de los cigarrillos electrónicos o vapeadores, sobre todo entre la población más joven, y la falta de percepción del riesgo que produce.
En concreto, ha señalado, un 8,6% de la población de 15 a 64 años declara haber fumado alguna vez este tipo de cigarrillos, que contiene sustancias tóxicas que dañan el organismo.
De esta forma, Cantabria celebrará el Día Mundial Sin Tabaco, que tendrá lugar el próximo 30 de mayo en el Centro Cívico de Tabacalera en Santander, bajo el lema 'Vapear no es la solución, es parte del problema', con el que pretende concienciar a la población, sobre todo a las familias, de las consecuencias negativas de esta práctica.
Los actos enlazarán con una campaña informativa sobre los riesgos de esta tendencia "creciente, amparada por un vacío legal, pero con un mercado de comercialización ágil y un marketing agresivo, que va por delante de la evidencia científica".
"Mientras se observa un descenso en el consumo del tabaco en todos los tramos de edad, acompañado de una alta percepción de riesgo, ha surgido un nuevo problema, como es el consumo de cigarrillos electrónicos, sobre el que hay que informar y concienciar", han apuntado desde el Consejo.
Se trata de algunas de las conclusiones de la reunión de Consejo, presidida por el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera; el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, y la jefa de Servicio de Drogodependencias, María Antonia Rueda, en la que han participado representantes de varios departamentos del Gobierno de Cantabria, ayuntamientos, centrales sindicales, organizaciones empresariales, asociaciones de madres y padres, de vecinos y de consumidores y usuarios, colegios profesionales y otras entidades sociales.
EL ALCOHOL Y EL CANNABIS, LAS MÁS CONSUMIDAS
Durante el encuentro se han presentado los resultados de la última encuesta sobre drogas y alcohol, que da a conocer la prevalencia de consumo de las distintas drogas psicoactivas, las características sociodemográficas de los consumidores, los patrones de consumo, la percepción de riesgo ante diversas conductas de consumo, la opinión de la población acerca de la importancia de los problemas de drogas y las medidas para reducirlos.
Así, el estudio revela que las drogas legales más consumidas en Cantabria por la población de entre 15 y 64 años son el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes.
El consumo de alcohol se estabiliza y el del tabaco desciende (el 35,8% de los cántabros ha fumado alguna vez), pero ambos comparten el inicio a edades tempranas (15 años).
Entre las ilegales, destaca el cannabis, ya que un 44% de los cántabros manifiesta haberlo probado alguna vez. Además, el inicio en el consumo es superior en los varones (18-19 años). Sin embargo, se observa un descenso del consumo de cocaína.
Todos estos datos, extraídos tanto de las encuestas, acompañados de los indicadores de admisiones a tratamiento con sustancia y sin sustancia, urgencias hospitalarias y mortalidad por consumo de sustancias psicoactivas, son la base fundamental para desarrollar intervenciones de prevención, detección, abordaje y tratamiento de las adicciones.
LOS VIDEOJUEGOS, ENTRE LAS ADICCIONES MÁS PREOCUPANTES
El Consejo Asesor sobre Adicciones ha dado cuenta también de las actuaciones llevadas a cabo durante el año pasado como el estudio, pionero en España, realizado en todos los centros educativos de la región, que refleja la realidad de una de las adicciones comportamentales más preocupantes entre la población juvenil: los videojuegos.
Además, el año pasado se implementó en las encuestas un indicador más, el de admisiones a tratamiento por adicciones comportamentales. En este sentido, se ha repasado el resultado de la implantación en los centros escolares de talleres de prevención del juego con apuesta y de videojuegos con el objetivo de disminuir los riesgos y problemas de abuso y/o dependencia.
Estos programas se suman a los que ya se vienen desarrollando en el ámbito escolar para la prevención del consumo y los problemas originados por las drogas.
Entre otras medidas, también se han optimizado los recursos de la red asistencial con la coordinación de la asistencia pública con la privada subvencionada y se ha ampliado la oferta formativa dirigida tanto a la población mediadora (profesionales de la educación y mediadores sociales, entre otros), como a colectivos profesionales vinculados a la atención de las conductas adictivas.
