jueves. 25.04.2024

La historia de Usue puede ser la de muchas niñas, hijas, nietas de los afectados por las sentencias de derribo, en ella, además, se dan varias circunstancias por las que, los más cercanos a su familia, la consideramos “la niña de AMA”.

Allá por el año de gracia del inicio de siglo los Macías-Calleja compraron una pequeña vivienda en Argoños, se las prometían muy felices, era un lugar tranquilo y querían formar una familia. 

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Pronto la madre de Usue tuvo dos noticias muy diferentes, por una parte se entera de que la vivienda que han comprado tiene una sentencia de derribo, algo que ni comprenden, ni saben cómo ha podido ocurrir. Ellos, como los demás afectados por las sentencias de derribo, han comprado su vivienda con todos los permisos pertinentes, pero al conocerla dicha sentencia el disgusto es tremendo, solamente otra noticia será capaz de tapar, en parte, el mismo. Por esas fechas sabe que está embarazada y esa alegría les salva del pozo de la decepción por el gran problema que se les plantea sin comerlo, ni beberlo.  Esa sentencia de derribo, de las que ellos nunca tuvieron noticia hasta que fue oficial la misma, resultó una locura que tantas veces se ha repetido en todas las víctimas de esta situación.

Ángel cuida de Maribel y, en su estado, intenta que las novedades no sean más negativas, que no les hagan más daño, la ilusión por su hija es tan grande que lo demás, con ser importante, pasa a un segundo plano. Por mayo del dos mil uno nace Usue Macías, la alegría desborda a toda su familia y a sus amigos, que han visto la tripita de Maribel, la ilusión de Ángel, a veces los sueños se hacen realidad y Usue  es fruto del  sueño en común de ambos.

El tiempo fue pasando, entre las alegrías del nuevo miembro de la familia, los disgustos de las resoluciones judiciales y de las promesas que levantaban falsas esperanzas.

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Eran momentos de muchas movilizaciones, de luchar por lo que era nuestro, por no dejarnos robar y estafar por las propias instituciones públicas, en el recuerdo siempre la Chrysler Voyager de Ángel, que se convirtió en el vehículo  oficial de la Asociación, con ella recorríamos las urbanizaciones anunciando nuestras protestas con la música de Mago de Oz y su Taberna de Buda, el Último Mohicano. 

Desde allí se lanzaban los mensajes para todos, así se podía escuchar la voz de Ángel dando la información, “todos a la marcha este sábado a las 9 de mañana desde plaza de Argoños, Marcha a Santander para salvar nuestras casas, que no te lo cuenten, no te quedes en casa, tu presencia nuestra fuerza, ven a la marcha, a la marcha a Santander, no derribos, no derribos”, y volvía a sonar la música.

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En “la furgona” de Ángel, con el megáfono puesto en el techo, lanzaba los mensajes a diestro y siniestro, y dentro  esa pequeña niña, que apenas decía cuatro palabras, ya chillaba “no dedibos”, “no dedibos”...

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Fue en una de las primeras marchas, a la buena de Usue se le cayó un diente, y ese día no dormía en casa, sino que lo hacía en el polideportivo de Latas, donde pernoctábamos después de una cansada primera jornada. La preocupación de Usue era mucha, ya que se le había caído un diente, pero tenía miedo de que el ratoncito Pérez, no supiera donde estaba ara dejarle su regalo, al no encontrarla en su camita. 

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Tal era su inquietud que sus tías adoptivas, Mari Luz y Mari Cruz, tuvieron que escribir una carta al bueno del ratoncito Pérez, pero no una carta cualquiera, sino que le detallaron cómo llegar a ese polideportivo y le señalaron el lugar donde dormiría ella.

Así las tías, indicaron:

Querido ratoncito:

Usue es una niña muy buena, que hoy no puede dormir en su casa porque está defendiendo la misma de los malos que se la quieren quitar, y por ello pasa la noche en la dirección que te comentamos. 

Para que te sea más fácil encontrarla te hemos hecho un mapa desde su casa, en Argoños, hasta aquí, en Latas, en este polideportivo que está junto a la playa. 

Cuando vengas no hagas mucho ruido, ya que hay un montón de personas durmiendo así que no las despiertes, Usue está al fondo junto a la portería norte entre sus padres, puedes dejar los regalos encima de su mochila.

Como estarás cansado por haber andado tanto, te dejo un poco de queso(,) y rosquillas de “la abu”, y un botellín de agua de los que nos dan a los que vamos en la marcha. No te dejo mi camiseta de AMA porque te estaría muy grande, pero mi mamá te hará una, ella sabe hacer de todo.

Además de pedir mis regalos también quiero que, si puedes, hables con los que mandan para que no nos hagan sufrir, que nosotros somos todos muy buenos y por ello, que no nos quiten los nuestro.

Muchas gracias, querido ratoncito, un beso de Usue y sus tías.

Después de escribir la carta y leérsela varias veces Usue todavía seguía algo mosqueada y dudaba de que el ratoncito fuera a encontrarla entre tanta gente, y en un lugar tan apartado de su casa;  para que no tuvieran dudas, con las hojas del cuaderno donde habían escrito la carta, dibujaron flechas que pusieron por el polideportivo para que el ratoncito la pudiera encontrar fácilmente.

Aún con algunas dudas, pero como la noche avanzaba y el sueño  la acariciaba en brazos de su padre, se fue poco a poco durmiendo. Con los primeros rayos de sol, que en estos meses de julio amanece muy pronto, Usue ya estaba despertando a sus padres para saber si había llegado el ratoncito Pérez, y cuando vio los regalos sus ojos fueron los de esa ilusión de una niña feliz, esos momentos que siempre se recordarán porque quedan grabados en el corazón. Son aquellos recuerdos que  permanecen toda una vida.

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Por muy grandes que eran los problemas Maribel y Ángel siempre tenían una sonrisa para su hija, e incluso para repartir con los demás. Son de esas personas positivas que contagian su visión de la vida, y nos ayudan a ver esa botella medio llena y no estar siempre escarbando en la herida.

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Al tiempo le pasa como a las motos, que no tiene marcha atrás, va avanzando, los niños crecen siendo la alegría de sus familias, y para los afectados por los derribos los problemas y las injusticias, desgraciadamente, aumentaban proporcionalmente según pasaba ese tiempo.

Fueron muchas las veces en las que, con la Voyager, se han recorrido las urbanizaciones: La Llana, todas las del Camino del Portillo, Pueblo del Mar (en Argoños), Las Torres (en Escalante), El Encinar (en Arnuero), Cerrias, Entrelindes y la L05 (en Liencres- Piélagos) y es cierto que por todas partes se oía nuestra voz, pero no en todas era recibida de la misma manera. 

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Aunque desde AMA siempre se piensa que lo de unión hace la fuerza,  es un hecho irrefutable,  que o todos nos unió la injusticia que había sido cometida por las Administraciones públicas. Siempre pueden aparecer  recelos, y quien piensa que lo suyo es diferente y miran con desconfianza a los que no conocen, o cree ver intereses ocultos, entre los que solo dan apoyo y solidaridad para buscar soluciones al grave problema de las sentencias de derribo. 

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Así, cuántas veces el amigo Ángel, y su hija pequeña han sido los protagonistas de esa voz que llamaba a salir de la pasividad, a no quedarnos en el lamento, a buscar nuevos caminos para conseguir que no nos quitasen lo nuestro, ni hiciesen más daños a tantas familias.

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Usue creció entre el cariño de todos, entre pancartas y manifestaciones, entre reivindicaciones por un mundo más justo; pero, si cabe, con más ilusión para aquellos pequeños que ponen la alegría ese mundo, donde la vida   da puñaladas por la espalda a aquellos que menos lo merecen, y estas salen de las manos de los que tenían que proteger a la población, porque esa es su función y su obligación.

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Usue y sus amigos han decorado casas de cartón, símbolo y la expresión de un grito de socorro para muchos que los años han teñido sus cabellos y donde los recuerdos son ya muchos más que los proyectos. Cuando las fuerzas de estos abuelos, que lo han dado todo, que han pasado una vida trabajando para dar a su familia un lugar donde disfrutar de sus hijos y nietos, y la nube de la maldad, del egoísmo, quiere robar el fruto que tantos años de esfuerzo.

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El juego, muchas  veces, es una experiencia que nos prepara para el futuro, ellos, y muchos más que se quedan en el tintero de una memoria limitada, son los que llenaban nuestras vidas de alegría, cuando las sombras de los problemas aparecían ellos eran nuestra luz, los y las: Oiane, Joana, Andrea Diego, Alaine, Nerea, Lorena, Nahikari, Sara, Laura,  Marta, Maider, Irene, Carlos, Amelia, Naiara, Maitane, Nerea, Ander, Andoni, Gaiska, Ibai, Janire, Egoiz, Mikel, Josu, Leire, Ander, Gonzalo, … son los que han hecho posible ese empuje tan necesario cuando las cosas se ponen difíciles.

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Al igual que la familia Macías-Calleja, con Usue, nuestra niña que vino al mundo con un derribo debajo del brazo, pero con el cariño de todos, también hay otra muchas, entre ellas la familia Arnal-Suárez y esos abuelos a los que sus nietos levantaron no solo la ilusión por salvar sus casas, y salir de esa desesperación donde todo se ve negativo, sino también la ilusión por luchar por las mismas, esa ilusión que capaces de contagiar quienes te quieren. 

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La familia Arnal-Suárez forman un gran equipo, y como tal defienden sus derechos y ofrecen su ayuda a los demás, son tres generaciones, que todos aportar, desde los abuelos Pili y Teo, pasando sus hijos, y llegando a tercera generación, sus nietos, que han tomado el relevo y nos han acompañado desde la tierna edad. 

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Hay veces donde una familia sirven de espejo para un grupo, una asociación, cuando ves esa unión entre todos sus miembros, que hace que las dificultades compartidas se puedan llevar mejor.

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Esos nietos que sacan las más hermosas sonrisas, Paula, Zuriñe, Nati, Adriana, Sarai y Danel han estado en todas las movilizaciones con sus padres y abuelos. Ellos hacían un grupo de los que siempre son fijos, de los que nos daban esta ayuda tan necesaria en las movilizaciones, no solo se conformaban con asistir, también estaban con el patriarca a la cabeza, desde repartiendo el agua, hasta haciendo de guardia de tráfico…

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Como comentábamos de Usue que la vimos crecer, así también a los nietos de Pili y Teo,  esa tercera generación son muchas veces las que nos cargan las pilas, las que aportan la alegría que cuando se nos agria el carácter ellos ponen la ilusión e incluso el humor, eso de tomarse la vida casi como un juego, donde lo importante es el camino,  estar y apoyar a los tuyos es dejar huella para que otros la puedan seguir.

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Es tanto el tiempo que estamos viendo cómo una generación se nos está marchando, son muchos los abuelos que ya nos han dejado, y por otra parte los que ayer eran unos niños hoy son jóvenes que aportan sus conocimientos, su fuerza. Esa juventud tiene ese empuje tan necesario en situaciones donde a los mayores, ya las fuerzas se les apagan,  a veces no parece imposible lograr los objetivos marcados, pero es mirarlos, sentir sus risas, sus ojos brillando, su compromiso, que nos hacen recargar esas pilas que se nos estaban agotando y a veces renacer como “el ave Fénix”.

A ellos les hemos intentado  proporcionar todo un aprendizaje en valores como la amistad, el compañerismo, la solidaridad, y el conocimiento y respeto a la declaración universal de los derechos humanos, donde su participación activa, hacía de la misma que se pueda mirar al futuro con más esperanza, deseando que ellos puedan hacer una sociedad más justa que la nuestra, sin tantas diferencias, sin que los que tienen el poder, ya sea económico, político..., hagan, poco menos, que lo que les dé la gana. Nosotros hemos visto demasiada corrupción que anidaba dentro de las propias de instituciones y en sus alrededores esa avaricia y corrupción fue el germen, que ha sido la causa de tanto sufrimiento de estas familias, 

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Incluso nuestros amigos de cuatro patas han recorrido los caminos de Cantabria con nosotros, y es que ellos son parte de la familia, de esa gran familia que es AMA, donde el afecto, el cariño y la solidaridad son sellos de los que la componen.

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Esa amistad que te une desde pequeños es valor y un apoyo muchas veces para toda la vida. Trabajar y luchar en equipo nos hace más solidarios, pero también el tener personas de confianza en las que apoyarnos cuando las cosas se ponen negativas.

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Usue ha hecho 15 Marchas a Santander, 17 Trenes de los Inocentes, 10 Rutas de los Inocentes, ha estado 14 años de en la celebración de los actos de apoyo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en los 10 años en de las Seis Horas de Deporte de AMA, ha plantado árboles en el bosque de AMA, ha sido la protagonista del X aniversario de la Asociación, con su chelo, poniendo música y llenando de emotividad esos momentos y recuerdos, de tantas personas que siempre echaremos de menos. 

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A su 20 años no ha conocido otra situación de su casa, que la de estar siempre con “la espada Damocles” pendiente que la misma fuera derribada. Ella que ha pasado y pasa sus mejores momentos entre esas paredes, la siente como parte de su infancia, de su vida, donde ha vivido tantas cosas que le han hecho ser esa joven que tanto admiramos, ahí ha dicho sus primeras palabras, hecho amigos para siempre, donde se siente querida por todos. 

Ver cómo crecía Usue era proporcional a cómo crecían nuestros problemas. Ella ahora, una universitaria brillante, nos da la clave de que con esfuerzo todas las metas se van consiguiendo,  se pueden subir las más altas cumbres. Desde luego, una de esas cumbres ha sido la injusticia durante tantos años, esa compañera incómoda, molesta, como una garrapata o sanguijuela que te chupa la sangre durante este largo  viaje. 

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Se han tenido que hacer muchos esfuerzos para no tirar la toalla, esperando que al final esta generación que desde su más tierna infancia ha luchado por su familia, amigos, logren no solo que se haga justicia, sino que nos sentimos tremendamente orgullosos de todos ellos.
 

Capítulo 29. Usue, la niña de AMA
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