viernes. 19.04.2024

“MARZO FLORIDO SEAS BIENVENIDO,
CON EL MUCHO PAN, CON EL POCO VINO,
TRAEMOS UN BURRO, CARGADO DE ACEITE,
PA’ FREIR LOS HUEVOS QUE NOS DE LA GENTE…”

De tradiciones vive Cantabria. Aunque esta no se da solo en esta región, muchos municipios cántabros preparan sus cánticos para dar la bienvenida a la primavera. Hablamos de las Marzas. 

En 1925, el Diccionario de la RAE, definía las Marzas como: «marzas (de marzo), f. pl. Coplas que los mozos santanderinos van cantando de noche por las casas de las aldeas, en alabanza de la primavera, de los dueños de la casa, etc. Obsequio de manteca, morcilla. Etc., que se da en cada casa a los marzantes». Hoy en día esto se ha convertido para muchos en una tradición que no dejan pasar. 

Según muchos estudios, el origen de las Marzas, puede guardar relación con el comienzo del año Romano. Para el investigador Caro Baroja  “los mozos son los descendientes de los que en otra época salieron con motivo del comienzo del año o “Kalendae Martiae” cantando las llamadas “martiae”, que anunciaban la venida del primer mes del año dedicado a un dios de la agricultura, después de los meses purificatorios”.

En el caso de Cantabria,  ya en 1.864 el escritor, D. José María de Pereda incluyó en su obra «Escenas Montañesas» un relato de Marzas -en este caso de Navidad-. 

Durante estos días los municipios cántabros han preparado a sus marceros para amenizar las calles a sus vecinos con estos cánticos. Los más jóvenes rondan con su faroluco las casas pidiendo las tradicionales marzas al estribillo de CANTAMOS, REZAMOS O NOS MARCHAMOS.

Al igual que muchos colegios, donde niños y niñas han podido conocer lo que son los marzas y cantarlas como hace años gracias a las programaciones educativas. Y es que, ¿quién no ha cantado nunca las marzas con sus compañeros de clase?

Marzo florido, seas bienvenido
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