miércoles. 24.04.2024

El bajo nivel de agua que presenta este año el embalse del Ebro ha dejado al descubierto una gran extensión de orillas que no se descubrían de agua desde hacía años, y ha sido un pescador quien recientemente ha dado la voz de alarma tras localizar en una de esas orillas ejemplares de almeja dorada o almeja asiática (corbicula fluminea). Prospecciones posteriores han confirmado la presencia en otros puntos del embalse de este bivalvo originario del sureste asiático que compite directamente con las náyades o mejillones de agua dulce autóctonos.

Según ha alertado Naturea Cantabria, los principales efectos de la almeja asiática son que modifica el ecosistema, daña infraestructuras hidráulicas, reduce la disponibilidad de alimento y altera la composición química del agua, y su erradicación es muy difícil, ya que no se han encontrado métodos selectivos que no dañen el medio o a otras especies.

Algunas curiosidades de la especie son que en Asia se consume de forma habitual en sopas y como acompañamiento, que la medicina tradicional asiática recomienda su consumo para atenuar los efectos del alcohol sobre el hígado, que puede sobrevivir hasta 13 días fuera del agua, que es muy apreciada en acuariofilia como filtrador natural de agua, que hay restos fósiles de su género que demuestran que vivieron en Europa antes de las glaciaciones del Pleistoceno, que anualmente puede liberar hasta 100.000 larvas... y que es intolerante a la contaminación.

Así es la almeja asiática, la nueva especie invasora del Embalse del Ebro