viernes. 19.04.2024

 La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a cinco años de cárcel al hombre acusado de insultar y amenazar de muerte a su mujer y abusar sexualmente de sus hijos menores, cuando tenían entre seis y doce años.

Además, Roberto S.P. deberá pagar una multa de 3.300 euros, según se ha acordado en el juicio, celebrado este miércoles en la Sección Tercera de la AP, en el que el procesado ha aceptado los hechos -que se han modificado- y ha habido conformidad entre las partes.

Así, se le ha impuesto una pena inferior a la solicita anteriormente por la Fiscalía, de seis años y tres meses de cárcel, y que la acusación particular elevaba a diez años y medio.

En concreto, en la sesión, que ha quedado vista para sentencia, el acusado ha sido condenado por un delito de violencia habitual contra su mujer e hijos a dos años de cárcel; a tres años por otro de abuso sexual continuado a su hija, a la que además deberá indemnizar con 6.000 euros por las secuelas; y a un delito más de abuso sexual a su hijo a la multa de 3.300 euros.

Según las conclusiones alcanzadas, los hechos ocurrieron entre 2006 y 2013. Durante la convivencia familiar, Roberto S.P. insultaba de forma reiterada a su mujer, con expresiones como "gorda, fea, pareces un elefante, no vales para nada"; a su hijo, al que llamaba "enano, gafotas, inútil"; y a su hija, con palabras como "gorda" o "inútil".

Además, en el año 2006 puso un cuchillo en el cuello a su mujer, en presencia de sus hijos y le dijo que "si tenía que matarla, la mataba", manifestando su propósito de acabar con ella y los menores, lo que generó una situación de "temor y agresividad permanente" en la convivencia familiar.

Estos hechos se producían casi a diario hasta agosto de 2011 y de forma "más esporádica" entre diciembre de ese año y abril de 2013, cuando el acusado salió del domicilio familiar.

Además, entre 2004 y finales de 2010, en reiteradas ocasiones y con frecuencia quincenal hizo tocamientos con ánimo lucro a su hija. Al principio, cuando la pequeña tenía seis años y se metía a veces en la cama de sus padres, cuando se encontraba sola con su progenitor, éste le hacía tocamientos en la zona vaginal, tras quitarle el pantalón del pijama. Ante esto, la niña se ponía de espaldas a su padre y trataba de apartarse y evitarle, pero él se acercaba a ella y seguía con los tocamientos.

Y cuando la niña tenía nueve o diez años y contaba con su propia habitación, el padre entraba en el cuarto completamente desnudo cuando ella estaba dormida, y la destapaba y tocaba la vagina, quitándole en ocasiones el pantalón del pijama y otras veces no, al tiempo que se masturbaba. El acusado se marchaba de la habitación cuando la menor -que padece un síndrome de estrés postraumático- se despertaba por los tocamientos y empezaba a gritar.

Además, en el 2006, cuando el niño tenía diez años durmió una noche en la cama de sus padres. Cuando la madre se levantó y se quedó solo con su padre, éste empezó a tocarle, le quitó el pantalón del pijama y le chupó el culo. Intentó también darle la vuelta, pero el pequeño se resistió y su padre cesó en su acción.

Delitos y penas 

Estos hechos constituyen según el acuerdo alcanzado entre las partes un delito de violencia habitual, doméstica y de género, otro continuado de abuso sexual, y uno más de abuso sexual, por los que Roberto S.P. ha sido condenado cinco años de cárcel, al pago de una multa de 3.300 euros y una indemnización de 6.000 euros a su hija.

Además, tiene prohibido comunicarse y aproximarse a menos de 300 metros a su mujer e hijos durante seis años por el delito de violencia de género habitual, ocho años a su hija por el delito continuado de abuso sexual y cinco años a su hijo por el delito de abuso sexual.

Cinco años de prisión para el acusado de abusar de sus hijos y amenazar a su mujer
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