Fango y Zas

Me parece contradictorio que un presidente que se baña todas las mañanas en colonia progresista vaya a limitar, en la medida que sea, el ejercicio de la libre opinión en busca de bulos, mentiras y lo que se le ocurra

Les puede sonar a película pero empiezan hablando de fango, y ¡zas!, cuelan una norma para cerrar el pico de informadores que no son del gusto de quienes legislan. Y no es una película porque todo aquello que Sánchez esboza, incluso lo que balbucea con cara de pena, acaba en el boletín oficial. Como llevo 40 años repartiendo acentos a diestro y siniestro, y jamás nadie de ninguna orientación política amenazó mi libertad de expresión (todos nos debemos al Código Penal), me parece contradictorio que un presidente que se baña todas las mañanas en colonia progresista vaya a limitar, en la medida que sea, el ejercicio de la libre opinión en busca de bulos, mentiras y lo que se le ocurra. Y más contradictorio es que lo haga apoyado en unos socios que todo el mundo sabe de dónde vienen y adónde van.

Para el presidente del Gobierno, el mundo no es suficientemente progresista y los medios de comunicación tampoco

Para el presidente del Gobierno, el mundo no es suficientemente progresista y los medios de comunicación tampoco. Por eso se va a aliar una vez más (y quizá también alear) con partidos hiperdemocráticos de toda la vida, en realidad sus socios contractuales, para sacar una ley al gusto de todos ellos. Hay que enseñar a los periodistas lo que está bien y lo que no; lo mismo que a los jueces, algunos de los cuales han pasado de ser garantes del estado de derecho a estandartes del lawfare. Lo cierto es que el asunto es mucho más sencillo porque todo está en la normativa actual (derechos, deberes, penas y condenas), de modo que no hay que ser un lince para sospechar de esa inclinación que tiene el presidente para hacernos multidemocráticos en el sentido que él y sus colegas entienden ese término.

Sánchez, capaz de ofrecer una rueda de prensa sin preguntas o de aparecer por plasma, e incapaz de someterse a las cuestiones de los medios que no le gustan, va a enseñar a los plumillas de tres al cuarto lo que es y no es periodismo de todo crédito. Quizá crea que las redacciones de los periódicos son su comité federal, tan lejos de aquel que le puso de patitas en la calle.

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