SANIDAD

Colas en los establecimientos alimentarios con rigurosa distancia de seguridad, guantes, desinfectante: los cántabros se lo ponen difícil al coronavirus

Colas con rigurosa distancia de seguridad en Santoña para comprar el pan

Las calles vacías muestran el compromiso de los ciudadanos cántabros por frenar la pandemia del coronavirus. Una estampa nada propia que se alargará hasta que los esfuerzos sanitarios y la prevención de las personas consigan acabar con la emergencia sanitaria que tiene a toda España confinada en sus casas. Precisamente es esta responsabilidad social, que cada día piden las autoridades y de la que hacen gala muchos ciudadanos, la que hace que cada vez más se tomen medidas de prevención individuales.

La Calle San Fernando vacía esta mañana

El silencio y soledad de las calles que recorren cada ciudad y pueblo de Cantabria solo se rompe ante los pocos establecimientos abiertos, todos ellos supermercados, panaderías o tiendas de alimentación y de primera necesidad. Frente a ellos, colas con rigurosa distancia de seguridad entre los clientes como la que se observaba esta mañana en Santoña o en una panadería de la Calle Floranes en Santander, personas con guantes de látex para evitar el contacto directo o geles desinfectantes en los bolsos a punto para limpiar las manos en cualquier momento. 

Gallofa de la Calle Floranes en Santander

Una conciencia social extendida ya entre la población y que junto a las medidas de prevención e higiene básicas y recomendadas por las autoridades sanitarias contribuyen a “frenar la curva”. Asimismo, desde la Consejería de Sanidad recuerdan lo imprescindible del lavado frecuente de manos con agua y jabón, así como utilizar el flexo del codo o pañuelos desechables de un solo uso para toser o estornudar y que los ciudadanos limiten a lo imprescindible su vida social, permanezcan en sus casas y reduzcan sus movimientos.