DEPORTES

Vivir los JJOO desde dentro

Paula Manzanedo
Paula Manzanedo

Paula Manzanedo (Santoña 2000) sabrá de primera mano lo que es vivir unos Juegos Olímpicos desde dentro este mismo verano. La cántabra ha superado un proceso de selección entre más de 300.000 candidatos llegados desde todos los rincones del mundo para convertirse en una de las personas voluntarias que ayudarán a que todo salga perfecto en la cita parisina. Un sueño hecho realidad para una amante del deporte, que fantasea con encontrarse con Rafa Nadal en la Villa Olímpica.

-¿Cómo surge la idea de ser voluntaria en los JJOO?

Si te digo la verdad, fue fruto de la casualidad. De estar en el momento adecuado cuando había que estarlo. A pesar de que siempre he sido una apasionada de todo lo que se refiere a los Juegos y al deporte en general, nunca me había planteado la posibilidad de ser voluntaria porque pensaba que simplemente no podía serlo. No sé por qué, pero siempre di por hecho que los voluntarios tenían que ser del país anfitrión, pero hace un par de veranos me enteré de que no era así. Estaba de comida con mi familia paterna, y entre ellos estaban uno de mis primos y su mujer, ambos exdeportistas olímpicos en hockey hierba, y no recuerdo bien por qué salió el tema de los Juegos. Hablamos de la posibilidad de ir, pues al celebrarse en París eran más “accesibles”, y sobre sus experiencias en las diferentes ediciones en las que participaron. En algún momento debí de decir algo respecto a cómo me gustaría poder formar parte de todo ello desde el punto de vista periodístico y ellos fueron los que me sugirieron apuntarme al voluntariado. Me explicaron un poco y la verdad que en cuanto se abrió el plazo no lo dudé. Así que si tengo que agradecer a alguien que esté en esta posición a día de hoy es a ellos.

-¿Cuáles son los pasos que hay que seguir desde el principio?

El proceso dura varios meses. En teoría cualquier persona mayor de 18 años que hable inglés y/o francés y esté disponible durante la duración de los Juegos Olímpicos puede apuntarse, pero es cierto que cuando las diferentes pruebas se presentan necesitas algo más para destacar. Lo primero fue completar una larga lista en la que, además de dar tus datos personales, tenías que justificar cuántos idiomas hablabas, a qué nivel, el tipo de sección del programa olímpico a la que querías aplicar, tus conocimientos sobre la ciudad de París o hacer una carta justificando por qué deberían elegirte a ti como voluntario. Una vez pasado ese filtro es turno del test de personalidad. Se trata de 200 preguntas tanto de tipo test como de desarrollo en las que justificar tu modus operandi ante posibles problemas que se pueden presentar durante los Juegos, desde los más filosóficos hasta los más técnicos, entre otras cosas. Tras esto, entras en la última fase de selección, que es la más “complicada”. Es el momento de las entrevistas en las que tienes que defender todo de lo que has “alardeado” antes, y abarcan desde las competencias lingüísticas hasta los conocimientos de las diferentes disciplinas. En mi caso, y a pesar de la opinión general, creo que es la parte más sencilla, pero también en la que los nervios te pueden jugar una mala pasada, especialmente en la entrevista lingüística, en la que en mi caso me hablaban en cinco idiomas diferentes y yo tenía que seguir la conversación y, por muy bueno que seas, siempre puedes cometer algún error. Sin embargo, la entrevista deportiva es mucho más orgánica en mi opinión, yo me lo tomé como una especie de trivial y la verdad que me ayudó. Sabía que era la última barrera que me separaba de ser seleccionada y también sabía que era de la que más sabía, así que tomármelo como un juego me ayudó a canalizar los nervios propios de la situación.

-¿Es difícil ser seleccionado?

Te mentiría si te dijera que sí, porque la realidad es que no lo sé, aunque me lo puedo imaginar. Lo que sí te puedo decir es que es un proceso largo, de muchos meses, en los que tienes que pasar ciertas pruebas y en las que mucha gente se queda atrás. Para esta edición nos inscribimos más de 300.000 personas de todo el mundo, de los cuáles 30.000 hemos sido elegidos. No creo que las pruebas que tuvimos que realizar fueran complicadas, pero sí que no cualquiera podría superarlas. Hay que tener nociones de muchas cosas relacionadas con la comunicación, la facilidad de interacción, la capacidad de resolución y los conocimientos deportivos y de la ciudad per se, entre otros muchos aspectos. A título personal, me resultó bastante fácil, pero sé que es un tipo de labor a desarrollar para la que no todo el mundo vale.

-¿Cómo esperas que sea tu experiencia?

No me gusta divagar mucho al respecto porque no quiero desilusionarme si no se cumplen mis expectativas. Prefiero tomármelo con naturalidad, como venga, no quiero montarme escenarios irreales en mi cabeza. Pero también te digo que esta es una mentalidad que he adoptado hace relativamente poco tiempo. Durante el proceso intentaba ignorarlo, era como “bueno, ya lo has hecho, ahora toca esperar y lo demás no depende de ti”, incluso lo mantuve en secreto porque no quería decepcionar a nadie si no me aceptaban, pero en el momento del “sí” se me pasaron muchas cosas por la cabeza: a quién conocería, qué tendría que hacer, qué momentos históricos podría vivir, etc. Pero cuando cayó la ficha y me di cuenta de que de verdad estaba dentro intenté no imaginarme nada más. Sé que es una experiencia que me va a cambiar la vida para bien, va a ser un paso adelante a alcanzar mis sueños, y con eso es suficiente.

-¿Hay algún deportista al que te haga más ilusión ver?

Hay tantos que si te empezara a contar daría para rellenar una edición entera de la revista. Pero si tengo que quedarme con alguno sería, sin duda, Rafa Nadal. Es uno de mis mayores referentes y la razón por la que amo el tenis. Es indiscutible su magnitud a nivel deportivo, pero creo que su perseverancia, su capacidad de superación y su forma de afrontar las adversidades son lo que le han ganado esa admiración que siente la gente hacia su persona, independientemente de gustarles el tenis o no. Para mí Rafa significa mucho. Son muchos momentos de mi vida, de tardes interminables viendo partidos con mi tío, con mi padre, con los fieles del bar, de emocionarte, de animar, de celebrar. No recuerdo ver un partido de tenis antes de que Rafa fuera parte del circuito, siempre ha estado ahí, y va a ser duro cuando llegue esa inminente retirada que parece no parar de acechar, por eso quiero disfrutarle en directo antes de que ese momento llegue. Aún no se sabe si participará, pero algo me dice que sí lo hará. Además, ya ha manifestado su deseo de jugar en dobles con Carlos Alcaraz. Creo que sería algo bonito. El pasado, el presente y el futuro del tenis español. Es algo que pasará a la historia y me gustaría poder decir que yo estuve allí.
 

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