REMO

Virginia Díaz se cita con la historia

Virginia Díaz | Foto: Federación Española de Remo
Virginia Díaz | Foto: Federación Española de Remo

A lo largo de la historia, Cantabria ha tocado el cielo olímpico en numerosas ocasiones. Pese a tratarse de una comunidad autónoma pequeña en población, la tierruca suma 23 medallas en la historia de los Juegos Olímpicos, tras el bronce conquistado por Alex Dujshebaev y Ángel Fernández en Tokio.

Esta lista se compone de 20 atletas que se reparten entre las distintas categorías. El primero en lograrlo fue Julio García, con un oro en hípica hace casi un siglo, en los JJOO de Ámsterdam en 1928. Después, tuvimos que esperar hasta 1976 para volver a pisar un podio, con la plata en vela (470) de Toño Gorostegui en Montreal.

Tras estos, casi siempre un cántabro ha conseguido medalla en cada edición y ahora serán varios los que intentarán repetir esta gesta. Una de ellas será Virginia Díaz Rivas, natural de El Astillero y que con 32 años busca conseguir un metal histórico en la cita parisina de este verano que sirva para romper con la sequía que el remo español sufre desde la década de los 80. La astillerense consiguió su billete en la modalidad de 'skiff' de remo en la Regata Final Clasificatoria de Lucerna (Suiza), después de imponerse con autoridad en las dos mangas previas y también en la final. Ahora regresa a unos Juegos después de que su primera participación en Tokio 2021 se cerrase con un sexto puesto y un diploma olímpico conseguido en la modalidad de dos sin timonel junto a la catalana Aina Cid que estuvo muy marcado por la pista y el viento que les tocó a la hora de competir en la última prueba y que les privó de opciones de victoria. Después de conseguir el billete a París, Díaz aseguraba estar “muy emocionada”. Ahora, se encuentra en plena preparación para la cita. “Afronto este reto con mucha ilusión. A principio de ciclo cambié a la embarcación individual y sabíamos que era difícil porque hay mucho nivel pero al mismo tiempo también era muy ilusionante. Después del paso por el Preolímpico de Lucerna y de lograr la clasificación, las sensaciones son buenas y estamos muy ilusionados de cara a afrontar estos últimos meses de preparación para París”, asegura.

UNA CITA CON LA HISTORIA

Esta clasificación sirve para que el remo nacional acuda a la cita olímpica con un nuevo récord de barcos, ya que a los cinco olímpicos se une otro paralímpico. Además de Díaz, también estarán presentes en el cuadro femenino Aina Cid y Esther Briz, en el masculino Jaime Canalejo y Javier García, en el doble scull Rodrigo Conde y Aleix García y en el scull ligero Caetano Horta y Dennis Carracedo, además de Javier García en el skiff paralímpico. En la modalidad en la que competirá Virginia Díaz, participa un solo remero con dos remos.

Llevar cinco embarcaciones es algo histórico. El grupo está creciendo se está trabajando mucho durante este ciclo. Es un orgullo que tantos remeros podamos estar en los Juegos Olímpicos”, añade Díaz. Después de Tokio, la competición volverá a incluir por segunda vez el mismo número de pruebas tanto para hombres como para mujeres. Las 14 pruebas de remo tendrán lugar entre el 27 de julio y el 3 de agosto.

Las competiciones se celebrarán en el impresionante Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne, a 39km de la Villa Olímpica y Paralímpica. “Anteriormente había competido en categoría individual y la oportunidad que se me ofrecía para Tokio era hacer la modalidad de dos sin, donde tenía más posibilidades de clasificación. Por eso, la vuelta a al skiff es un sueño cumplido”. Este verano Díaz se planta en Francia con muy poco que perder y mucho que ganar y con el objetivo de continuar al frente de la tradición marítima del municipio en una cita tan importante como esta.

“En este Preolímpico he tenido muy buenas sensaciones, así que voy a pelear por estar clasificada lo más alto posible y ojalá mejorar esa sexta posición de Tokio”, añade.

Virginia soñará en grande a lo largo de este 2024 para seguir escribiendo en letras doradas su historia olímpica y también la del resto de cántabros que este verano remarán desde sus casas apoyándola en una de las citas más importantes de su gran carrera deportiva. “Cantabria es mi tierra y a pesar de que por buscar mejores condiciones de entrenamiento, que se adapten a las diferentes situaciones de competición, he estado fuera, yo aprendí a remar en la Ría de Astillero. He tenido que dejar mi casa en búsqueda de un sueño y es un orgullo poder volver y representar a los tuyos y que se vea que desde un pueblo y desde una ría, se puede ir a unos Juegos Olímpicos. A pesar de haber empezado en un lugar pequeño, con trabajo y dedicación, es posible”. Y vaya si tiene razón, no hay dudas, en París, todo es posible para Virginia Díaz.

Comentarios