viernes. 29.03.2024

La universidad privada Cesine celebra el jueves 30 de mayo la graduación de los alumnos que este año finalizan sus cursos de Grado. Sin embargo, la organización ha impuesto una condición que nada tiene que ver con haber superado los créditos necesarios. En realidad, y según la documentación a la que ha tenido acceso eldiariocantabria.es, la presencia de los alumnos en esta fiesta organizada por una entidad privada está supeditada a la cesión de los derechos de imagen. Una cesión que, según ha denunciado una alumna, se extiende no solo a este acto, sino a toda la actividad universitaria.

La alumna en cuestión ya se vio afectada por la publicación por parte de Cesine de unas fotografías en las que ella aparece, cuando había firmado un documento a comienzo de curso en el que expresamente no autorizaba el uso de su imagen por parte de la universidad en su página web, redes sociales, uso comercial o publicaciones relacionadas con el sector. Dado que la universidad no solo no eliminó las fotos, sino que tapó su cara con el logo permitiendo su identificación, la joven denunció los hechos ante la Agencia de Protección de Datos, que tras estudiar el caso, y según comenta la demandante, “lo pueden llevar a trámite, con multas de hasta 40.000 euros”.

La alumna ha ofrecido “quitar la demanda” si se borran las fotos ya publicadas o se pixela su imagen para que no pueda ser identificada

Esto es lo que ha motivado que ahora Cesine obligue a sus alumnos a firmar una cesión de derechos para poder asistir a su propia graduación. Según los representantes de la universidad, “no queremos problemas de fotografías” en un acto que será público a medios y representantes de gobierno y ayuntamiento. La imprevisibilidad de lo que pueda ocurrir es, según la organización, la justificación para que se firme la cesión de derechos, pues si no “no podéis ir”. Pero la cesión de derechos por parte de los alumnos tiene muchos matices.

El conflicto radica en el documento con el que algunos alumnos no cedieron sus derechos de imagen. Como recuerda la alumna, “lo que firmamos es que Cesine no utilice esas imágenes”, ni para uso comercial o publicitario, ni para publicar en redes sociales. “Es lo que pone”, ha afirmado, reiterando en varias ocasiones que lo que hagan medios o familiares no entra en esta categoría al no estar en manos de la universidad. “Si una madre sube una foto, Cesine ahí no entra”, ha valorado Laura, la alumna afectada. El problema está, como reconoce la universidad, en que “igual queremos hacer una publicación, y nos condiciona” que haya alumnos que no hayan cedido estos derechos.

Según la documentación a la que ha tenido acceso este medio, los representantes de la organización aseguran que no firmar esta cesión de derechos supone que “no quieres ir” a la graduación. “Yo sí que quiero ir”, ha asegurado con impotencia Laura, pero “no voy a quitar un proceso que tengo en marcha por una liada gordísima que ha hecho Cesine ilegalmente”, en referencia a la denuncia ante la Agencia de Protección de Datos.

Precisamente por esto, la universidad argumenta que “se puede montar otro numerito” si acude esta alumna o cualquier otro que no haya firmado la cesión de derechos de imagen, y luego la imagen aparece publicada. Sin embargo, y como detalla el documento emitido por Cesine, la cesión de derechos afecta únicamente a lo que haga la universidad con esas imágenes y vídeos, no a lo que puedan hacer terceros actores.

Cesine ha comunicado que “no es viable quitar las fotografías porque ya está todo hecho y no se puede dar marcha atrás”

PUNTO INTERMEDIO

Dado que la universidad no ha cedido en su postura, la joven ha consultado con la Agencia de Protección de Datos la situación en la que se encuentra. Si bien es cierto que la denuncia ya está en marcha, Laura asegura que “quiero llegar a un punto intermedio, he intentado llevarlo a término amistoso y no me han dejado”. En este sentido, ha ofrecido “quitar la demanda” si se borran las fotos ya publicadas o se pixela su imagen para que no pueda ser identificada, y desbloquear así su situación para poder acudir a la graduación.

Sin embargo, Cesine ha comunicado que “no es viable quitar las fotografías porque ya está todo hecho y no se puede dar marcha atrás”, según ha consultado con los servicios jurídicos de la entidad privada. “Las fotografías se van a quedar”, ha afirmado la universidad, tal y como recoge la documentación consultada.

Laura no podrá acudir a la graduación, ni siquiera como espectadora. Y es que al acto solo pueden asistir los alumnos que se gradúen y las personas que cuenten con alguna de las invitaciones que se dan gratuitamente a los estudiantes que asistan a la gala. Aunque en un primer momento los representantes universitarios sí contemplaron la posibilidad de dar invitaciones a la alumna “como una excepción”, posteriormente se confirmó que no era posible porque “no se puede marcar ninguna diferencia”.

La documentación también apunta que Cesine no puede dar marcha atrás a la situación porque “los daños ya están hechos”, pues además de la denuncia ante la Agencia de Protección de Datos el caso ha llegado a los medios de comunicación. Eso “no beneficia ni a un sitio ni a otro”, afirman representantes de la universidad.

La impotencia de una alumna al no poder acudir a su graduación por no ceder los...
Comentarios