Dulce hogar Groenlandia
Está bien proteger a algunas bestias, pero ¿quién defiende a las personas? Una cuestión práctica: si el lobo entra en una casa okupada, ¿a quién desaloja el Gobierno?
Está bien proteger a algunas bestias, pero ¿quién defiende a las personas? Una cuestión práctica: si el lobo entra en una casa okupada, ¿a quién desaloja el Gobierno?
Los montes se queman no diré con la anuencia de quienes tienen que mirar por ellos, pero sí con su incompetencia, indolencia e indecencia. Los montes no se limpian como debiera ser, porque hay que dejar que crezcan en libertad.
El periodismo se ha acostumbrado a que le endilguen gato por liebre y encima tiene que dar las gracias por que no le contesten a nada.
Sentado y ebrio de calor, postrado ante el sudor, huero y sin dolor me encontraba, o eso creía, mientras en la radio, en la tele o en el periódico las mismas hienas aullaban.
En la Cámara Baja (llamada así, supongo, porque más bajo no puede caer), además de médicos intrépidos y con una infinita disparidad de criterios sobre el tuétano de la nación, hay una juerga de curanderos que le han aplicado a Sánchez una pócima incisa, precisa y contusa.
El presidente alertó de lo que viene y dejó el balón botando para que la ministra de Economía saliera días después a pintar de negro el cuadro que el paro de junio había blanqueado solo horas atrás
La izquierda ha pinchado de manera radical en las andaluzas. Ha pinchado tres ruedas y la cuarta no tiene dibujo. El PSOE, perdidas las orejas por la espada, se enfrenta a la tarea vinagre de explicar por qué está ante su peor resultado, mientras su última candidata ganadora calienta un escaño en el Senado y se emplea como tertuliana de la actualidad política, laboral o, si se tercia, de sucesos, una sección a la que Sánchez no es ajeno pues los últimos comicios han sido precipicios de los de romperse la crisma, con las generales a la vuelta de la próxima curva.
De momento, lo que el cánido salvaje multiplica muy bien es el número de sus víctimas, que le salen gratis y rentables.
Pero España va bien: ha llegado un emir con más coches en su escolta que todos los concesionarios de Cantabria juntos y se va a dejar en inversiones al pie de 5.000 millones
La izquierda y la derecha tradicionales están en el arcén, pinchadas: sin llave de tuercas ni gato, y lo que es peor, sin rueda de repuesto. Esto, que ya se impuso en Italia tiempo atrás, amenaza con recorrer otros puntos de Europa de manera seria si los grandes partidos, es decir, la política tradicional, continúan al frente de la confirmación absoluta de la mentira.
Mientras los transportistas de la Plataforma convocante bloquean las arterias de las grandes ciudades, un par de ministros o tres se reúnen con los grupos y las patronales que no han convocado.
La Conferencia de Presidentes se ha reunido este fin de semana (si quieres que algo no se solucione crea una comisión) y, como casi siempre, ha parido un ratón, una sarta de obviedades y una declaración de buenas voluntades, la mayoría de las cuales jamás se verán plasmadas en un papel en el modo en que se han enunciado. Ya saben: la asamblea de majaras se ha reunido: mañana sol y buen tiempo.
Primero define a la Unión Europea (en adelante desunión para lo que consideren los perros grandes): idiotas que mean colonia (sobre todo, el Benelux). Después le toca a la OTAN: esperan que el lobo solo mate la oveja ucraniana; craso error, todo el mundo sabe lo que hace el lobo cuando entra en un establo.
En mitad de todo, Casado ordena revisar la tecnología de Génova 13. Lagarto, lagarto. Hay un gallego en su ascensor que esta vez sabe muy bien si sube o baja. El efímero líder, apuñalado por quienes le limpiaban los zapatos, se sabe cadáver político y pide un plato de aceitunas con hueso. Craso error: llega Teodoro vestido de barman. España es un (¿gran?) país con políticos cada día más minúsculos.
Qué más da redactar en pasado o en condicional, en futuro o con cualquier forma pronominal, si la política y sus ejecutores tienen ya decidido desde hace mucho tiempo que el verbo mute a sustantivo y la imperfección sea en exclusiva del ciudadano.
Ya tiene problemas para subir a la bici, persiguen a sus hijos mayores, a la madre de su actual pareja, a su propia madre, al gato y al perro
Hay quien dice, como explicación a cada afrenta anual, que aquí, de El Escudo hacia abajo, somos muy malos contando chistes. Y que, concretamente el del dentista, fatal. Que Cantabria tiene poca audiencia, que dónde vamos con la misma población que un barrio de Barcelona o que, simplemente, no hay tradición de dar un golpe serio en el tablero
Éste es el país que cobija mal a los españolitos que pagan sus impuestos. Donde la ocurrencia se ha elevado a categoría y la indecencia compite con la tropelía. Y no, no es ninguna tontería, porque se trata de las personas y los ‘personos’ que hacen las leyes o de quienes influyen en las mismas, que es tanto peor.
La luz, el gasoil, la gasolina, el gas, el aceite y multitud de productos de primera necesidad están ya por las nubes. Y seguimos para bingo. Sumen a esos todos los que se consumen en Navidad, muchos de los cuales se encuentran en la franja de lo imposible
España sigue con la tasa de paro más alta del entorno y el contorno, con unos números nefastos en la colocación juvenil
La energía ha subido aún más y sucede lo indefectible, lo de siempre, que paga el consumidor para que se forren los del cuello duro
Ha cambiado la centuria y ha llegado el ‘new gilipollismo’ y, en consecuencia, la basca se pone de acuerdo peleando, rompiéndose las mandíbulas, a patadas en los bajos. Qué majos.