jueves. 02.05.2024

Acerca de la salud de quienes se oponen al cántabru

Qué mejor que desde aquí recomendar sosiego, tranquilidad y buenos alimentos, a esas personas que quizá aún no han terminado de asumir que el cántabru es una lengua que está aquí entre nosotros, y que desde luego ha venido para quedarse

Son siempre los Días internacionales de la salud fechas conmemorativas y señaladas que buscan llamar la atención sobre temas de salud pública, y en esta ocasión (como tantas otras) el reciente Día Mundial de la Salud (DMS), que se celebra todos los años el 7 de abril, ha servido para marcar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948; que como sabemos cada año se centra en un problema de salud pública concreto y específico.

Este año el lema ha sido “Mi salud, mi derecho”, y ha sido precisamente a través de esta premisa como la OMS ha querido enfatizar acerca de la importancia de la salud que, más allá de ser reconocida por la constitución de 140 países (y aunque hoy en día esté en entre dicho por cada vez más personas por adoptar “aires” y “tintes” que no le corresponden), también ha de estar financiada por estos. Dado que, actualmente, solo 4 de ellos han mencionado cómo hacerlo y hacerla ésta efectiva a nivel de derechos globales y colectivos. Durante esta jornada se ha intentado, además, remarcar la importancia de la atención sanitaria por parte de médicos, enfermeras y demás personas del colectivo, un tema éste en el que la OMS pone siempre un especial y marcado interés.

Con todo, y aunque este año su mensaje se ha dirigido a apoyar a las enfermeras y comadronas, en este artículo le daremos también al contenido, y al formato, una nueva y hasta ahora desconocida dimensión y proyección, que en este caso será el de la prevención y el de la ocurrencia, poniendo como excusa al cántabru para darle así al artículo un “aire” distinto, y ¿por qué no?, hasta incluso alegre y esperanzador.

A ciertas y concretas personas les genera y produce una dosis extra y añadida de estrés y aceleración el que otras personas puedan aprender cántabru

Y decimos esto porque a ciertas y concretas personas les genera y produce una dosis extra y añadida de estrés y aceleración el que otras personas puedan aprender cántabru, o bien, se puedan simplemente interesar por esta lengua que es propia de nuestro país y pueblo. Y eso, ciertamente, ello es a veces un grave contratiempo e inconveniente para su salud en general... como a continuación vamos a mostrar y a exponer aquí brevemente. Pues, por ejemplo, a nivel cerebral produce dificultad para concentrarse, ansiedad, depresión, irritabilidad y hasta mal humor.

A nivel de la piel genera que ésta se seque, además de que hay una pérdida notable de cabello (con facilidad se vuelve quebradizo y opaco), mayor acné y más facilidad para tener las uñas quebradizas. A nivel intestino hay, por ejemplo, una mala absorción de nutrientes, diarrea, constipación, indigestión e hinchazón. Y a un nivel del sistema reproductor, una disminución importante en la producción de hormonas, disminución de la lívido e incluso un notable incremento del síndrome premenstrual.

A nivel cardiovascular encontraremos, por ejemplo, colesterol, alta presión sanguínea, ataque cardiaco, o cuando no, accidente cerebrovascular. A un nivel muscular habrá un aumento considerable de la inflamación, achaques y dolores generales y dispersos, aunque también tensión muscular.

Y por último, y a un nivel ya del sistema inmune, una disminución de la función inmune, bajada general de las defensas, altas probabilidades de enfermarse, además de un importante incremento en el tiempo de la recuperación en general.

Por todo ello, qué mejor que desde aquí recomendar sosiego, tranquilidad y buenos alimentos, a esas personas que quizá aún no han terminado de asumir que el cántabru es una lengua que está aquí entre nosotros, y que desde luego ha venido para quedarse y ser desarrollada en su máxima expresión y potencialidad.

Acerca de la salud de quienes se oponen al cántabru
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