Los accidentes mortales de tráfico son ya noticia permanente

¿Tienen relación las nuevas tecnologías y, en especial, el uso del móvil y todo lo que hace, con el gran incremento de accidentes de tráfico? ¿Qué ha pasado después del Covid? ¿Hay que acomodar la legislación sobre tráfico rodado a tantas innovaciones como se dan? ¿El examen de conducir actual es el apropiado a los tiempos? ¿Pueden hacer más las ciudades para evitar carreras por sus vías, y los atropellos mortales tan injustos? Estas y otras preguntas deberían estar encima de la mesa, ante el incremento desmedido de sucesos trágicos al volante, que dentro de nuestro país se han convertido en noticia diaria permanente

Habitual es que algo se produce con frecuencia. Permanente es lo mismo que constante, incesante, ininterrumpido o persistente. Los accidentes mortales de tráfico en España, antes de la pandemia, eran habituales, y ahora son permanentes. Esto es al menos lo que se desprende de los sucesos diarios que acontecen en todo el país, siendo el tráfico y las colisiones más terribles una noticia que se repite ya de manera continua. Tragedia tras tragedia en choques de vehículos, furgonetas, camiones, motocicletas, bicicletas y, ahora también, patinetes. Esta última manera de moverse por las ciudades no tiene un pase, y llegará el arrepentimiento, ¡lo veremos!

En fin, que el año 2024 ha arrancado de manera especialmente mala. El número registrado va por 348 personas fallecidas en nuestras carreteras, 19 más que en el mismo periodo de 2023. El año pasado, el balance de muertos llegó a los 1.145. La seguridad, en este caso su falta, es la causa principal esgrimida del aumento de la mortalidad, un 16%, en el primer trimestre de lo que va de año.

Destaca sobremanera no hacer uso del cinturón, y también aparecen casos de no llevar el casco cuando se monta en vehículos de dos ruedas, principalmente motos. Este último hecho está siendo muy preocupante en Cantabria. Ya no se esconde el error garrafal de permitir la conducción de motos de hasta 125 cc, a conductores con el permiso de coche. Pronto habrá un curso obligatorio, junto a tres años de antigüedad, para quien desee conducir motocicletas de esa cilindrada. Medida acertada y ya era hora de enmendar la malísima decisión que se adoptó en su día, tan solo para aumentar la venta de motos. En las ciudades, se nota a la legua al inseguro motorista. Son un ejército quienes no tienen preparación alguna, ni tampoco pericia, para poder sortear los peligros urbanos que conlleva circular con un ciclomotor.

Ya no se esconde el error garrafal de permitir la conducción de motos a conductores con el permiso de coche, pronto habrá un curso obligatorio

La Dirección General de Tráfico se ha tirado años recordando, mediante magnificas campañas publicitarias, que sentarse al volante requiere de cabeza, sensatez y no dejar de lado nunca la seguridad, y todas las indicaciones que hay en las carreteras mediante las correspondientes señales por cumplir. Lo que sucede es que los tiempos han cambiado mucho y con ellos los vehículos, cada vez más sofisticados, pero en plan tecnológico. La pregunta no es fácil de resolver: ¿ayuda o distrae? Quiero basarme en mi propia experiencia diaria de lo que veo por las vías de circulación. Y lo que veo es que la gente va muy despistada. No tengo en absoluto duda alguna de que el móvil es un absoluto peligro, y crece su uso mientras se conduce. Creo que no hay edades para hacerlo mal con el teléfono dentro de un coche, pero tengo la sensación de que los jóvenes hacen peor uso, y aún me queda información por conocer sobre si, al tiempo que el móvil, se meten en vídeos, fotos, chats y redes sociales. Evidentemente, mientras miras a la pantalla del celular, no lo haces con la carretera, ni con los vehículos que tienes por delante y por detrás.

Otra noticia que se está convirtiendo en mala costumbre (viral se dice hoy), es que auténticos descerebrados pongan el coche a más de 200 kilómetros por hora, o cometan una auténtica burrada, como tirarse desde el coche al paso de un puente, lo graben con el móvil, y luego lo suban a redes. No solo lo ve todo el mundo; es que los periódicos digitales con más y menos audiencia también lo cuelgan, con lo que los infractores llegan a sentirse famosos. No existe ya posibilidad de darle marcha atrás a semejantes e imbéciles comportamientos en las carreteras. Al contrario, van a ir en aumento, porque lo han convertido en retos, que necesitarán de medidas absolutamente duras y rigurosas a la hora de otorgar carnets de conducir. Y aquí tendrá que entrar, nos guste o no, todo lo psicológico y de personalidad del aspirante, antes de que nos tengamos que enfrentar a tanta muerte y atropello, donde quienes pagan son los de siempre: vidas inocentes.

Pienso también que hay estudios por hacer sobre las consecuencias que ha tenido el Covid y la cuarentena en los conductores, y los años de padecimientos, además de la posibilidad de haber perdido seres queridos a causa de la pandemia más mortal e inesperada que ha sufrido el mundo en un nuevo siglo que se prometía feliz, y que está resultando un auténtico bodrio, en casi todos los terrenos.

Quiero basarme en mi experiencia diaria de lo que veo por las vías de circulación, la gente va muy distraída, el móvil es un absoluto peligro

De vuelta a las innovaciones, la digitalización, electrificación de los vehículos y ahora la inteligencia artificial, necesitan de una clara valoración por parte también de estudios, mejor científicos que políticos. Un hecho claro también lo pide: las cifras de accidentes, de trágicos sucesos mortales, solo hacen que aumentar. Y ya no son solo las carreteras, autovías o autopistas. Las ciudades están sufriendo un alarmante incremento de muertes al volante, especialmente provocadas por conductores que no iban como es debido, y no me refiero solo a la velocidad que provoca atropellos con fallecidos. Si tengo que decir que el sistema de conducir español tiene un capítulo muy bueno. En cuanto cometes una infracción grave, te retiran el carnet por un tiempo. Al acabar el castigo, has de demostrar mediante un curso obligatorio de reeducación vial el aprendizaje de la lección sobre velocidad, alcohol o drogas. Siendo como digo buena medida, creo que habría que repensarla y endurecerla. Sencillamente, hay gente, mucha, que no está para conducir nada, ni siquiera bicicletas.

 

 

 

  

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