La gratuidad ha quedado limitada a los viajeros frecuentes que trabajen o estudien y no a cualquier ciudadano que coja esporádicamente un tren por otros motivos.
En esta ocasión se trata de la ejecución de la nueva línea de tren para recomunicar Santander y Bilbao en una hora con un presupuesto al menos de 2.500 millones de euros.