Pereda sintió un gran afecto hacia Galdós, y le maravillaba su enorme facilidad literaria, a la vez, de fecunda, variada y continua, pero se mostró más crítico con sus ideas políticas y religiosas.
Asentado en Birmingham, todos los veranos visita Santander para encerrarse en la biblioteca Menéndez Pelayo. Y una vez nombrado Hijo Adoptivo de Polanco vendrá, a este nuestro pueblo, todos los años…