El colegio de mi niñez, en mi sueño, había derribado el horrible muro que lo rodeaba y el cemento de sus pistas de juego había sido sustituido por una esponjosa capa de césped.
Queda mucho por recorrer, demasiado en el largo camino de la igualdad. Pero a veces, solo a veces, es necesario parar, hacer visible el camino para poder seguir recorriéndolo y este jueves, 8…