Un hostelero de Castro Urdiales evitó el robo en su establecimiento cuando sorprendió al ladrón manipulando su caja registradora, propinándole puñetazos y patadas.
Esta morralla, tras vidas enteras de absoluta vagancia intelectual, de ausencia no de estudios universitarios, que ese no es el problema, sino de curiosidad por saber, enarbolan un malentendido…