viernes. 29.03.2024

Banderas de feminismo

Muchos acontecimientos han tenido lugar en los últimos meses en los que las mujeres hemos sido el sustantivo protagonista en los debates parlamentarios y de la opinión pública española.

Podría parecer que a las Cortes Generales les ha tocado la varita del feminismo. Las mujeres somos noticia aún sin ocupar plenamente el lugar que los derechos nos otorgan, sin ocupar los puestos que nos corresponden, pero seguimos siendo el objeto principal de estos debates. De unos debates que, estando repletos de materia, lo que puede hacernos sentir es que somos el trofeo en una carrera acelerada de partidos para ponerse las medallas.

Son ellas las verdaderas protagonistas de los avances en igualdad. El 8 de marzo es por ellas, para todas

La reflexión y el sosiego, que necesariamente se presume en aquellos que deben ordenar y preparar las normas de convivencia, y velar por el cumplimiento de los derechos, parecen olvidados cuando lo que está en juego tiene a las mujeres como protagonistas.

Escuchando manifestaciones de nuestros máximos representantes en los poderes legislativos y ejecutivos principalmente, se torna necesario la desaceleración en la toma de decisiones que, en el caso que nos ocupa afectan, que no se olvide, a las mujeres, sus hijos e hijas, decisiones vitales, literalmente vitales.

Vemos a las derechas sacando a ondear las banderas en defensa de las mujeres. Esto simplemente tiene que hacer reflexionar a aquellas izquierdas que más que poderes ejecutivos, se tornan activistas de un feminismo, que si de alguien es propiedad es de las mujeres, que todos los días deben protegerse y defenderse, y de las cuales no conocemos nombres.

De las que lo defendieron cuando lo que ponían en juego eran sus vidas, de las que lo defienden hoy en cada plaza de pueblo. Ahí están y estuvieron. Son ellas las verdaderas protagonistas de los avances en igualdad. El 8 de marzo es por ellas, para todas.

El patriarcado ha puesto su maquinaria a todo vapor, se resiste ante un feminismo que, a día de hoy, es imparable

El feminismo es propiedad de las mujeres y no de ningún partido o gobierno.

La propiedad de un gobierno no puede ser otra que sosiego y responsabilidad para gobernar y legislar.

Legislar significa ordenar con justicia por el bien de la ciudadanía, y este precepto parece olvidarse por las injerencias de los tiempos que marcan la foto, dando lugar a errores con graves consecuencias que en ocasiones no tienen vuelta atrás.

Las organizaciones políticas a las que nada les importa la justicia social saben aprovechar muy bien si se les da ventaja.

El patriarcado ha puesto su maquinaria a todo vapor, se resiste ante un feminismo que, a día de hoy, es imparable.

Pero no lo descuidemos. No nos dejemos llevar por los tiempos de otros intereses que no son los de las mujeres.

No otorguemos el poder a esos partidos u organizaciones. Es preocupante observar, por poner un ejemplo, la influencia que tienen estas en nuestros jóvenes, es preocupante y peligroso.

Las redes sociales, uno de los medios más utilizados por la juventud, son una herramienta muy poderosa que están utilizando muy hábilmente y si los gobiernos que creen en la justicia social no saben situar lo necesario e imprescindible por encima de otros intereses, el feminismo podría comenzar a padecer.

La educación es la única solución posible y esa es la firme apuesta del Partido Regionalista de Cantabria.

El 8M celebramos los avances conseguidos, y reivindicaremos la puesta en marcha efectiva de ellos. Y no tengo ninguna duda de que, con la educación como pilar, seguiremos avanzando, conseguiremos los objetivos, y lograremos una igualdad real y efectiva.

Banderas de feminismo
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