miércoles. 24.04.2024

Adiós a un polanquino de pro, Julio Cabrero Ibáñez

Por esta serie de actuaciones municipales, especialmente la Traída de Agua, el pueblo de Polanco tributó a su alcalde un cálido homenaje que se llevó a cabo el 31 de julio de 1967, víspera de la fiesta patronal y al que asistió el Gobernador Civil y numerosas personalidades, encontrándose la plaza a rebosar de vecinos.

Ha fallecido Julio Cabrero Ibáñez quien fue el último alcalde del periodo pre democrático, desde 1953 a 1979. Sustituyó en el cargo a Felipe Gonzalo Ortiz (1950-53) que ocupó el puesto de regidor en sustitución, por enfermedad, de Manuel Cacho Ibáñez (1945-50). Julio ha sido el alcalde polanquino que durante más años ha ejercido el cargo a lo largo del S.XX., además ocupó la presidencia de la Diputación Provincial. Como es natural en todos esos años son muchas las obras y actuaciones que se han llevado a cabo; caben destacar por su trascendencia, la obtención del 1º Premio Provincial de Embellecimiento en 1967, al que continuó la obtención a nivel Nacional de Placa de Bronce al Mérito Turístico a finales del mismo año. Ello supuso, aparte de una mejora sustancial en la estructura estética del pueblo, un orgullo para los polanquinos. Otro aspecto destacable, sin duda el más relevante, el conseguir la Traída del Agua al municipio, lo que supuso un enorme revulsivo para los vecinos; si no que nos lo digan a quienes nos teníamos que bañar en un balde de zinc o aquellas mujeres que tenían que ir a hacer las coladas a los lavaderos, cargando la ropa con los baldes sobre sus cabezas y someter sus manos a aquellas gélidas aguas durante el invierno.

Relevante fue la inauguración de la Biblioteca en 1964 que nos permitía leer y disfrutar con aquella colección de Tintín

Personalmente, y supongo que para una gran mayoría de chavales de aquella época, relevante fue la inauguración de la Biblioteca en 1964 que nos permitía leer y disfrutar con aquella colección de Tintín y aventurarnos en otras lecturas de historia y peripecias. En aquella época era difícil encontrar un pueblo con biblioteca. Naturalmente Polanco, cuna de J.M.ª de Pereda, tenía la obligación moral de poseer una. Otra gran obra, especialmente para chavales y jóvenes fue la inauguración de la Plaza de La Paz, en el mismo año. Una plaza diáfana que nos permitía ser utilizada para todo lo que nos diese la imaginación, especialmente los partidos de fútbol tras salir de la escuela o el patinaje de las crías; era el lugar de encuentro de la chavalería polanquina.

Por esta serie de actuaciones municipales, especialmente la Traída de Agua, el pueblo de Polanco tributó a su alcalde un cálido homenaje que se llevó a cabo el 31 de julio de 1967, víspera de la fiesta patronal y al que asistió el Gobernador Civil y numerosas personalidades, encontrándose la plaza a rebosar de vecinos. En el transcurso del acto-homenaje, Julio Cabrero, recibió un grifo de oro que fue entregado por Marcelino Ibáñez como persona mayor del pueblo.

El periodo de regidor municipal de Julio coincide para mi generación con el momento de sazonar la infancia y juventud, lo que hace ineludible cierta adherencia a las circunstancias y vivencias llevadas a cabo, que nos insufla cierta nostalgia pudiéndonos hacer creer que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Lo cierto es que por su tiempo en el cargo -un cuarto de siglo- y por las actuaciones realizadas, las vivencias derivadas de las mismas, forma parte de nuestra biografía e imaginario colectivo, haciendo de él un personaje singular y distinguido en el municipio. Con sus 99 años, deja tras sí una amplia y densa biografía, no sólo como político sino también como empresario, amigo del deporte, fue vicepresidente del Racing y presidente de la Federación de Ciclismo, deporte que siempre tuvo asiento en Polanco… Sentimos muy sinceramente su partida; nos unimos al dolor de su esposa Purificación Carral, al de su hijo, Julio Cabrero que también ha llegado a ser alcalde del municipio, en la etapa 1995-99 y 2007-2015; al de sus hijas Gema, Mónica y Elena, así como al resto de familiares y amigos.

La inhumación del cadáver tuvo lugar este miércoles a las 12 del mediodía en el cementerio municipal, siendo el funeral a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de Polanco.

El ayuntamiento de Polanco ha declarado dos días de luto con la colocación de banderas a media asta.

Buen viaje, Julio. D.E.P.

Adiós a un polanquino de pro, Julio Cabrero Ibáñez
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