viernes. 19.04.2024

Vivir en la ciudad

Si me preguntan por qué la amo, es sin duda por sus luces, porque nunca duerme, ella entiende de soñadores pero no de sueños.

La ciudad es el lugar perfecto para pasar desapercibido, para ser un gato pardo más cuando cae la noche. Si me preguntan por qué la amo, es sin duda por sus luces, porque nunca duerme, ella entiende de soñadores pero no de sueños. Creo que nuestra mejor metáfora es una ciudad, aquí todos soñamos, queremos alzar rascacielos en nuestras aspiraciones, podemos construirnos en cien días y destruirnos en tan sólo un minuto. Somos ciudades.

La vida aquí es la constante rutina, las ojeras, el café, mirar la agenda, salir corriendo por la puerta de casa, que no funcione el ascensor, seguir corriendo, mirar el reloj, suspirar, andar, andar, andar, llegar al trabajo y no parar. Y cuando llegas a casa, destrozada pero con tiempo libre, piensas un plan. Ese plan va a ser lo mejor del día y seguramente esté a unos pasos de casa, porque la ciudad dispone de todo lo que necesites en tantos horarios, que puedes adaptarlo a ti con un poco de picardía.

Mi plan favorito es pasar el tiempo con una chica de ojos verdes y vestido rojo combinado con unas deportivas blancas. No con cualquier chica, sino con esa mujer. Si la vieras, dirías que tiene un toque de rebeldía, es de estas personas que son capaces de todo por conseguir lo que más desean. A veces se pone camisetas que dejan al descubierto su espalda, donde tiene un gorrión. Ese gorrión significa toda ella.

Los adolescentes que hemos crecido en la ciudad sabemos que no será para siempre, que un día cogeremos las maletas y dejaremos atrás todo esto; pero este lugar tiene algo conmovedor y es que siempre será como tu hogar aunque no pertenezcas a ninguna parte, volverás porque has dejado algo. Volverás a la antigua galería de arte la cual ahora es una cafetería, a la panadería de la esquina la cual ha cerrado porque su dueña se jubiló, a mirar donde viviste que se ha convertido en un pequeño hostal para veraneantes… Volverás y habrá pasado el tiempo suficiente para que todo haya cambiado. La ciudad es así, tan cambiante como las personas, crece y todo lo deja atrás.

Sin embargo para mí tiene algo mágico, una historia y es que yo la conocí en mi ciudad, y ella se va a otra para cumplir su sueño. Aquí es donde lo tenemos todo y un día, de repente, no tenemos nada. Cuando ella se vaya no tendré nada, pero cuando vuelva lo tendré todo. Nos volveremos a ver, aquí, en nuestra ciudad. 

Vivir en la ciudad
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