sábado. 20.04.2024

Se equivocan

Un votante del PP fiel a lo que le contaron una vez y que no acepta que haya que cambiar ciertas cosas. A ese votante del PP le huele mal tanta noticia sobre corrupción sólo de su partido cuando ya se sabe que roban todos.

Un estudio del Institut Marquès de ginecología y obstetricia de Barcelona ha dictaminado que los fetos no pueden oír. En el útero están tan protegidos que ni el sonido les llega, quién fuera un fetillo algunos días. Matizan los investigadores que sí pueden escuchar algún sonido fuerte pero, aun así, éste les llegaría muy distorsionado. Una cosa parecida a cuando escuchamos hablar a Aznar, que sisebalabasodi mi servicio a España sonositisiseablabla jajajajasumirasete responsablidad para con España sussoosofuasademuahmuah. Que ojalá mil capas de grasa por encima y no oír nada (oir, que diría el PRC).

Y hace días también se publicó la opinión de expertos pediatras en contra de la moda de poner pulpitos de ganchillo en las incubadoras de bebés prematuros por el riesgo a contraer infecciones, ya que los juguetes van acumulando suciedad y no hay manera de esterilizarlos por completo.

Ese saber más que los que saben, ese “ha sido así toda la vida” es mi parte favorita del mundo mundial y en España hay una millonada de gente así

Vamos a ver, expertos de los cojones: venís a contarnos cosas que no nos interesa saber y que, además, no creemos. Nuestros fetos reconocen las voces de papá, de mamá, de la Tata y de la tía Mari Carmen, ¡pues menudas pataditas que dan cuando les oyen! No estáis en nuestros cuerpos, no tenéis nuestra sensibilidad maternal y les seguiremos poniendo Obertura en tono francés de Bach porque sabemos que nuestros hijos oyen en el útero y además sabemos que lo que más les gusta del mundo es la música clásica: Bach, Mahler y el Ave María de Bisbal. ¿Y que nos vengáis ahora a contar que los pulpitos acumulan mierda? Pues mira, no, no tenéis ni idea. Hicimos punto y ganchillo para superar nuestro paro, nuestra angustia y nuestra tontería y ahora queremos que los bebés superen sus problemas gracias a nuestras mágicas manos. Si decimos que las patitas de los pulpos simulan el cordón umbilical y así los niños se van desarrollando con normalidad, algo sabremos.

Ese saber más que los que saben, ese “ha sido así toda la vida” es mi parte favorita del mundo mundial y en España hay una millonada de gente así, en esto sí he tenido suerte siendo española. Yo que sé, por poner un ejemplo cualquiera: algunos votantes del PP.

Porque hay un votante del PP que es como la embarazada que pone música clásica a su feto mientras teje un pulpito por si lo necesita, muy a pesar de lo que le digan. Un votante del PP fiel a lo que le contaron una vez y que no acepta que haya que cambiar ciertas cosas. A ese votante del PP le huele mal tanta noticia sobre corrupción sólo de su partido cuando ya se sabe que roban todos. Ese votante del PP no cree que tantos imputados sean normales, ahí hay algo raro, van a por ellos. Yo he escuchado a uno de esos votantes del PP decir que hay que separar al hombre del político, que es el hombre el que roba y no el político; me enamoré perdidamente de él, claro.

Un fiscal jefe Anticorrupción exige la retirada de un fiscal del caso Lezo y ese votante del PP sabe que eso es política, no tiene nada que ver con la justicia

Ese votante del PP que no cree lo que le cuentan tampoco hace caso cuando Zoido confiesa que antes se escondían para ocultarse o destruir pruebas; seguro que estaba nervioso, son palabras nada más.

Ese votante del PP cree en las lágrimas de Esperanza Aguirre, ella no sabía nada, ella es rica y no necesita robar.

Y ese votante del PP escucha a Rajoy decir que hay que aguantar, que ya pasará la tormenta y tiene razón, piensa él. Las cosas volverán a estar tranquilas y seguiremos en manos de un partido serio que sólo mira por el bien de España, un partido que sabe gestionar y que tiene sentido común, el sentido favorito de tantos.

Un fiscal jefe Anticorrupción exige la retirada de un fiscal del caso Lezo y ese votante del PP sabe que eso es política, no tiene nada que ver con la justicia y, además, es que es un lío, es mejor no saber.

Y algunos seguirán poniéndose música en la tripa y tejiendo pulpitos y otros creyendo que el PP es un partido serio con casos aislados de corrupción porque no nos gusta oír ciertas cosas y preferimos seguir a lo nuestro. ¿Y qué mal hacemos? Ninguno, claro, ninguno.

Se equivocan
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