jueves. 25.04.2024

Simón: sin voz ni datos

Prestidigitador de datos, manipulador de datas y soberbio divulgador de erratas. El pasado 26 de mayo descontó 1.918 muertos de la fatídica lista porque no le salían las cuentas.

Si Fernando Simón fuese una operadora de telefonía móvil, estaría en quiebra. Ha entrado en una crisis definitiva de voz y  datos. Su dicción meliflua está motivada por una disfonía moderada. Y sus datos de ida y vuelta tienen menos crédito que un sin papeles ante la ventanilla de Liberbank.

Simón, aragonés de 57 años, ha batido los récords nacional, europeo y mundial de ruedas de prensa continuas. Sobrepasa el centenar de conferencias diarias en apenas 3 meses y le sobrepasan las circunstancias, los circunstantes y la corona de espinas del coronavirus.

Simón es un personaje extraviado en su propio laberinto. De ahí que se le haya ido la mano con su imagen. Torpe aliño indumentario, voz aflautada y cabellera muy discutible. Alérgico a las americanas, los ternos y las corbatas. Adicto a las chaquetas funcionales, los jerséis de entre tiempo y el color gris marengo. Expresamente  vestido para no seducir.

El epidemiólogo ha modificado las edades del calendario universal: ya no rige el Antes y el Después de Cristo, sino el Antes y el Después de Simón

Insultantemente educado, dúctil y maleable según lo requiera el caso, su diferencia radica en que no deja a nadie indiferente. Prestidigitador de datos, manipulador de datas y soberbio divulgador de erratas. El pasado 26 de mayo descontó 1.918 muertos de la fatídica lista porque no le salían las cuentas. Contable día y noche, meteorólogo predictor de la caprichosa borrasca covid-19, apuesten dólares Trump contra galletas Fontaneda a que sus días tienen más de 24 horas.

Simón es el Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Pero, como el apóstol Simón Pedro, es ubicuo, infatigable y seguramente inmortal. El epidemiólogo ha modificado las edades del calendario universal: ya no rige el Antes y el Después de Cristo, sino el Antes y el Después de Simón.

Acompaña la sobremesa de los españoles, de los que comen y de los que no comen con Don Simón. Es motivo de chanza, origen de discusión y objeto de admiración. Ha nacido una estrella tan prodigiosa que se ha auto asistido en su parto. Simón es la fase cuatro y la frase final.

Brotó en febrero y podría rebrotar en otoño, a la par que la segunda temporada de esta serie tan seria que se ha hecho viral relatando la vida de un virus que provoca la muerte. Sin voz y sin datos. De nuevo.

Simón: sin voz ni datos
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