Hemos tenido a la vista distintos documentos relacionados con el Proyecto, expedidos en 2018; 2019 y 2020, considerados a priori suficientes para posicionarse informativamente ante el desarrollo acontecido, y la primera conclusión que podría obtenerse, es que no se pueden obtener conclusiones, sin que el Ayuntamiento se decida a informar a sus Administrados.
No redactamos estas líneas con el ánimo de especular, pero tenemos la sensación de encontrarnos ante una especie de “nudo gordiano”, informativamente hablando, preciso de deshacer, sin recurrir en exceso a la Leyenda del gran Alejandro, no siendo necesario llegar a su decisión final, ya que bastaría, si es el caso, con poner al día a la mayoría de la ciudadanía ilusionada con el Proyecto.
Me viene a la memoria en estos momentos una Tribuna redactada para un Medio gallego de cabecera en octubre 2017, alusiva a los problemas que se suscitaron en sobres costes y retrasos en las Obras de construcción de la CIUDAD DE LA CULTURA en Santiago de Compostela. Naturalmente aquello era de una envergadura mucho mayor que la ahora contemplada, pero de posible y cercana génesis técnica.
En el devenir del caso, hubo una frase proveniente del TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE GALICIA, la cual llamó mi atención, refiriéndose a lo común de estas situaciones, respecto a: “que el proyecto adoleciera de errores groseros” y “careciera de definiciones”.
No significa en absoluto que ambos temas puedan compararse, pero sí, que estos sucesos son relativamente frecuentes.
Repito, no vamos a especular, pero se trata de una hipótesis basada en estadísticas. En muchas ocasiones, ha quedado omitido algún estudio previo requerido para la idónea factibilidad del Proyecto, corresponda o no a la responsabilidad del Proyectista, o bien, se ha optado por lo señalado arriba en negrita. Se trata de un supuesto.
De hecho, entre los documentos examinados, se ha observado qué en la concesión de una de las prórrogas otorgadas, se observan cambios estructurales, el cual sirvió de justificación para la concesión de la misma.
Lamentablemente, en esta situación, si fuera el caso, endémica en la geografía española, les aseguro haber perdido la cuenta sobre en cuantas ocasiones, he redactado y expresado sobre estos fenómenos de los sobrecostes, incumplimientos, desviaciones presupuestarias, etc. lo cual, cabría decir de tratase de una pandemia, mutable y/o variable, asegurándoles por mi experiencia ocurre a lo largo y ancho de nuestro mundo.
Pero en fin como hemos mencionado, atengámonos al caso que nos ocupa a la espera de que el Ayuntamiento tenga a bien responder sobre el presente contenido.
Como se indica en mi último TEXTO, que no vamos a publicitar, pionero en este sector, en todos los contratos pueden suscitarse Modificaciones, bien las mismas expresadas en el Anuncio de Licitación (admitiéndose variante/s); a la hora de comprobar el Replanteo, o bien surgir como consecuencia de la ejecución del contrato, pero también pueden presentarse circunstancias respecto lo que la doctrina califica de: “reformado anticipado”, por haberse introducido modificaciones en la obra sin esperar a su aprobación y contraviniendo el procedimiento legalmente establecido.
También nos llama la atención que la Obra aparentemente sencilla y de no muy elevado importe, se licite como una especie de “llave en mano”: Proyectos básico y de Ejecución, así como Obras. Es decir, una sola empresa se responsabiliza del paquete completo, caso de haberlo entendido correctamente.
Normalmente no se suelen “poner todos los huevos en la misma cesta”: Proyecto, Obra y si es el caso, supervisión de las mismas, se licitan por separado, pero suponemos que el Poder Adjudicador y Técnicos habrán tenido sus razones, las cuales desconocemos, fijándose un precio de Licitación de 3.563,273,72 euros sin IVA.
“Primar” el precio, con alta puntuación en la baremación, (49) puntos, más del doble de inmediato inferior; Programa (24 puntos), conlleva como riesgo el convertir un Concurso propiamente dicho en una Subasta, con posibilidad de posicionare alguna “baja agresiva”, y convertir más tarde las aparentes ventajas económicas ofertadas en espejismos.
Una baja realizada por el adjudicatario de algo más de un 17.5%, cuando el resto de licitadores se mueven en porcentajes más reducidos, no parece lógico.
La formalización del contrato en septiembre 2019, y un Acta de replanteo, la cual nos lleva a reflejar el 25/12/2020, como fecha inicialmente estimada de finalización de los trabajos.
Dos prórrogas posteriores que suponen un aumento del 50% en su conjunto del plazo inicial de ejecución de los trabajos, nos llevan nuevamente al 25 Julio de 2021, asumiéndose los contratiempos y retrasos ocasionados por la Pandemia, así como otras circunstancias de tipo técnico,
Nos encontramos en noviembre de 2021, con un nuevo retraso, y según FECAV, después de visitar las obras, afirman llevar 5 meses paralizadas.
No cabe señalar de nuevo que los ciudadanos nos encontramos “curados de espanto”, pero sería de agradecer que la señora alcaldesa informara sobre las distintas versiones que circulan por la ciudad respecto a lo que ocurre realmente sobre el futuro del Centro Cívico.