viernes. 29.03.2024

Fondos Bruselas a la desesperada

Expertos del Sector coinciden en significar la capacidad limitada de personal en las Administraciones en cuanto a la especialidad exigida y necesaria para el manejo de los Fondos Europeos y los cambios de estructuras exigidos.

Recordarán que desde mediados del pasado mes de marzo, y subsiguientes (www.modificadosobraspublicas.com), comenzaron a esbozarse tinieblas y presagios que perfilaban a España en una cada vez más agónica situación, además de acciones procedentes de algunos Estados Miembros en defensa de sus propios intereses, las cuales incidían en tensionarla en su lícita pretensión de recabar ayudas basadas en el Plan Europeo de Recuperación.

Dichas tensiones continuaron en los meses posteriores en formas diversas y singulares, siempre basadas en la tradicional, escasa o nula fiabilidad que representa España, comandada por un Gobierno social-comunista, rodeado de una deprimente situación económica y como colofón, los resultados pandémicos, producto de la nefasta gestión llevada a cabo, la cual nos ha convertido en una especie de progenie o casta a eludir por Europa.

En 2008 jugábamos en casa, y ahora lo hacemos con dinero ajeno y con mucho público hostil sumido en crisis generalizadas

¡Ah!, pero hemos tenido la mala suerte de no contar entre nuestros próceres con un personaje parecido al BACHILLER SANSÓN CARRASCO, que pudiera haber hecho entrar en razones al Gobierno en cómo doblegar su justificado miedo escénico.

A medida que avanzaron las reuniones con Bruselas, se fueron afianzando recelos y cautelas en el Consejo de los 27, donde se nos puso “la guinda final” respecto a la futurible, correcta elaboración y presentación por parte de España de los PLANES DE INVERSIÓN Y REFORMA, presumibles escollos para nuestra Administración Pública, en los cuales se comenzó a trabajar a marchas forzadas en una docena de políticas básicas junto a la suavización de los Presupuestos cara a Bruselas.

Continua pues el peligro, caso de no cumplirse adecuadamente lo anterior (con el agravante de estar sometido a supervisión), de no poder acceder a los 140.000 mil millones en nuestro particular “cuento de la lechera”, cuyo 70% deberían dedicarse a proyectos con nombres y apellidos entre 2021 y 2022, y el resto en 2023.

Nos llegan noticias publicadas por EL CONFIDENCIAL y EUROPA PRESS el sábado día 3, en cuanto a lo que supondría un “salvavidas” para el sector, a través de inversiones procedentes de dicha cantidad para la contratación bajo el paraguas de la Ley de Contratos de la Administración Pública adaptada con posibles “fórceps” a la cruda realidad.

Corrobora este supuesto las declaraciones de Sánchez, en el sentido de eliminar barreras y cuellos de botellas legales operativos de la Administración, con el fin de obtener eficacia de los Fondos...

La CEOE va más allá, y focaliza a la Ley de Contratos del Sector Público en cuanto a la necesidad de acortar plazos en la elaboración y aprobación de Pliegos de Condiciones, basándose en diversos cambios normativos.

Dicha Ley, según la doctrina, tampoco supuso la panacea, al igual que sus predecesoras, en acertar con las distintas problemáticas surgidas, por ejemplo, controlar los disparatados importes basados en los afamados Modificados de Obra.

Por otro lado, expertos del Sector coinciden en significar la capacidad limitada de personal en las Administraciones en cuanto a la especialidad exigida y necesaria para el manejo de los Fondos Europeos y los cambios de estructuras exigidos.

Otra afirmación se centra en la habitual suma de tiempos que requiere un proceso de contratación, que probablemente superaría los plazos disponibles para realizar correctamente las inversiones.

Al respecto, me viene a la memoria aquella acepción de "hacer las cosas a su tiempo y sazón”, sin olvidar tampoco los contenidos de algunos Principios básicos del derecho comunitario, puestos en práctica en infinidad de ocasiones por la U.E. y como suele decirse, de líneas extremadamente finas qué se nos podrían convertir en aquello de “qué las cañas se vuelvan lanzas”, referido a algo qué resultaba positivo y beneficioso se vuelve perjudicial.

Principios tales como: PUBLICIDAD y CONCURRENCIA; NO DISCRIMINACIÓN E IGUALDAD DE TRATO, son de imprescindible consideración.

Una última reflexión, pero qué quieren que les diga, se me vienen a la cabeza algunas concomitancias de aquella aventura de la era Zapatero, denominada “PLAN E”, y por supuesto, nada que ver con la actual procedencia de los Fondos y sus características, pero surgen los resquemores, cuando tenemos permanentes escopetas apuntando y un Gobierno cada vez más a la deriva.

Se trató de un Plan concebido en 2008, para el estímulo de la Economía y el Empleo, o conjunto de medidas de política económica, consistente en una inversión de 13.000 a 16.000 millones de euros, según fuentes, y con resultados discretos, generándose unos 6 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido según Informe del Banco de España.

Según el Tribunal de Cuentas, las medidas de choque adoptadas en la anterior crisis de 2008, fueron tomadas con precipitación ante también una situación parecida a la actual, en cuanto a efectos los económicos y de empleo, eso sí, gozando como en esta ocasión de un beneplácito generalizado por parte de las Instituciones.

Los recursos en esta ocasión se canalizaron a través de las entidades locales, y no siempre fueron necesarias las ejecuciones en su totalidad, pero gozaron de un amplio beneplácito sin discriminación alguna por parte de la Administración Central a cualquier proyecto presentado.

Ojo pues con la Moraleja, ya que en 2008 jugábamos en casa, y ahora lo hacemos con dinero ajeno y con mucho público hostil sumido en crisis generalizadas.

Fondos Bruselas a la desesperada
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