sábado. 20.04.2024

Apartarse de la persuasiva retórica

Aplaudo a Marco Aurelio en la definición realizada de estos embaucadores sofistas como: “aquel que juega con las ideas como un hábil prestidigitador con los objetos tangibles de uso corriente”. ¿Verdad que les suena este ejemplo de uso diario en nuestros políticos?

Cuenta Marco Aurelio en su Obra 'Meditaciones' Libro I (7) que de RÚSTICO (filósofo estoico), uno de sus preceptores, junto a EPÍCTETO (ambos ejercieron poderosa influencia sobre nuestro personaje), que aprendiera a no dejarse seducir por el atractivo de los Sofistas, apartarse de ellos y de su estilo, hoy de moda en la mayoría en nuestro gobierno.

Como autor rebelde y solitario como el francés Gustave Thibon, le aplaudo en la definición realizada de estos embaucadores sofistas como: “aquel que juega con las ideas como un hábil prestidigitador con los objetos tangibles de uso corriente”.

¿Verdad que les suena este ejemplo de uso diario en nuestros políticos?

Siguiendo a D. Luis Araujo Costa, (+1956), en la España de los siglos XIX y XX tendríamos a: BALMES, MENENDEZ PELAYO y ¡asómbrense!, a nuestro inefable GENERALÍSIMO FRANCO, ante las cámaras de los Noticieros de NO-DO y el documental IMÁGENES, enarbolando su brazo derecho atestiguando lo que en esos momentos manifestaba.

En el mejor de los casos, en lugar de luces del firmamento arrastraremos un candil como el sabio Diógenes a la búsqueda en nuestro caso, de políticos justos

En estos tres personajes todo es oro sin el menor atisbo de metal innoble, ordenándose todo alrededor del bien común y probablemente en la metafísica de Tomás de Aquino dirigida al arte de gobernar al Estado.

Consecuentemente, ante los nombres de estos tres personajes, la sofística actual con sus protagonistas despliega de nuevo sus alas para rememorar una nueva versión de comunicación de características “caudillescas”, la cual pretende hacernos creer que debemos aceptar sin rechistar a aquellos que intentan poner a nuestros pies las luces del firmamento, no permitiéndoselo por nuestra parte.

Pero tampoco se lo crean. En el mejor de los casos, en lugar de luces del firmamento arrastraremos un candil como el sabio Diógenes a la búsqueda en nuestro caso, de políticos justos.

Si no, echen un vistazo a la larga lista de “inexactitudes-medias verdades” que aparecen o se escuchan permanentemente de sus labios.

Bastaría con mirar alrededor de este agujero negro llamado economía y desempleo en el que estamos inmersos.

Apartarse de la persuasiva retórica
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