jueves. 25.04.2024

De política y profesionales

Sigo pensando y afirmándome que los políticos son el reflejo de la sociedad, que no todos son corruptos porque tampoco lo es el conjunto de la sociedad; que no todos roban, dado que no toda la sociedad es una ladrona.

En los dos próximos meses se celebrarán los diferentes comicios de los que saldrán nuestros representantes a nivel europeo, nacional, autonómico y municipal. A partir de ahora algunos se olvidan de los problemas cotidianos, y sólo se interesan por ocupar el mejor puesto en la parrilla de salida, con el fin de conseguir, al menos, cuatro años de estabilidad (el adjetivo que lo ponga cada uno), aunque tengan que poner zancadillas o desacreditar a sus adversarios políticos. 

Sigo pensando y afirmándome que los políticos son el reflejo de la sociedad, que no todos son corruptos porque tampoco lo es el conjunto de la sociedad; que no todos roban, dado que no toda la sociedad es una ladrona. Nunca es bueno generalizar en cualquier aspecto de la vida, pero menos en este ámbito ya que flaco favor se le hace a la gestión pública. Eliminar la imagen que tiene el resto de la sociedad de la clase política es una tarea de pedagogía que tienen que hacer los buenos y pocos políticos que hoy existen, apartando a todos aquellos que sólo llegan a la política para poder vivir de ella, sin tener un oficio, estudios o cosa que se le parezca; y eso es muy común hoy en día.

Eliminar la imagen que tiene el resto de la sociedad de la clase política es una tarea de pedagogía que tienen que hacer los buenos y pocos políticos que hoy existen

En mi humilde opinión, no se debe pretender llegar a un puesto de toma de decisiones sólo por tener un trabajo fijo o por orgullo, la humildad es una receta muy necesaria. Lo importante es trabajar por los demás aquí, allí o en otro lugar, sin pedir nada a cambio, teniendo la conciencia tranquila y la satisfacción de haber hecho lo posible para mejorar la vida de las personas que te rodean y que dependen de tus decisiones. 

Los que compaginamos nuestras tareas laborales con las de gestión política, sin recibir nada a cambio, y sin esperarlo tampoco, intentamos hacerlo lo mejor posible, como un reto personal y de compromiso con el resto de la sociedad (también la mayoría de colegas). Aplicando los criterios que, a través de nuestra formación y experiencia, hemos ido adquiriendo, y sin atender a otro tipo de criterio subjetivo que, son los que, en ocasiones, hacen cuestionar la labor de los que gobiernan. En mi caso particular, el conjunto de la sociedad española y mi familia, han permitido que tuviera unos estudios becados, que pudiera realizar mi tesis doctoral, que pudiera trabajar en otros países, que pueda ser investigador y profesor de universidad y, además, haber sido Alcalde del municipio en el que tengo mis raíces, Rasines. Y aquí seguimos, intentando gestionar el dinero público, de la mejor manera posible, distribuyéndolo de tal forma que las prioridades sean siempre mejorar la calidad de vida de las personas. 

El camino se demuestra andando, y esa es la trayectoria que algunos hemos seguido y que nuestros padres nos han inculcado, el trabajo realizado, serio, responsable, sin atender a intereses particulares, aplicando el sentido común, e intentando alcanzar el interés general, no sólo el de los que te alaban, sino también de aquellos que por el motivo que fuere, se mantienen en un segundo plano.

Todo esto parece que se olvida en estos meses de campaña, en algunos casos, se obvia siempre.

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