jueves. 28.03.2024

Los municipios pequeños, las administraciones huérfanas

Ya es bastante difícil mantener muchos de los servicios que hoy se prestan desde los ayuntamientos, en la mayor parte de los casos deficitarios, al tener un coste superior que en las ciudades, y ver reducidos los ingresos constantemente, sobre todo debido al descenso de población. Sin ayuda externa es inviable poder realizar políticas que permitan fijar a la población en el territorio.

Cada vez son más el número de ayuntamientos con una población en retroceso. Ello es aún más patente en los momentos electorales, donde, generalmente, los partidos solo se centran en los grandes graneros de votos olvidándose de los pequeños núcleos de población. Ahora que se habla mucho de la España vaciada, solo de boca para afuera, es necesario apostar por los pequeños municipios, en los cuales la calidad de vida, siempre y cuando se mantengan los servicios públicos, es muy superior a la de las ciudades. La apuesta por el mundo rural es tarea de todos.

La apuesta por el mundo rural es tarea de todos

Es momento de reclamar y garantizar los servicios necesarios para evitar que la despoblación siga en aumento y que nuestros municipios desaparezcan en un futuro no tan lejano. Es necesario que la población de estos núcleos disponga de los mismos servicios que otros lugares más poblados, independientemente de su coste. Desde los municipios pequeños, como Rasines, a veces nos sentimos huérfanos porque las administraciones superiores nos van asfixiando poco a poco al exigirnos lo mismo que a los municipios grandes, que disponen de más recursos económicos y personales.

Ya es bastante difícil mantener muchos de los servicios que hoy se prestan desde los ayuntamientos, en la mayor parte de los casos deficitarios, al tener un coste superior que en las ciudades, y ver reducidos los ingresos constantemente, sobre todo debido al descenso de población. Sin ayuda externa es inviable poder realizar políticas que permitan fijar a la población en el territorio.

Recientemente se publicaba en un diario regional un estudio en el cual se comparaban el número de afiliados a la seguridad social frente al número de jubilados de los distintos municipios de Cantabria. En dicho estudio, el municipio de Rasines ocupaba el puesto número once (148 afiliados frente a 190 jubilados) en ese ranking negativo de municipios preferentemente rurales. Sin embargo, esos datos hay que tomarlos con cautela, pero sin que caigan en el olvido, dado que las cifras que aporta de afiliados la Seguridad Social tienen en cuenta el centro de trabajo y no la residencia del trabajador, por lo que esas cifras no son para nada realistas. Muchos de los que vivimos en estos municipios, trabajamos en otros lugares y, por tanto, aparecemos incluidos en las estadísticas de esos municipios que ofrecen empleo.

Desde los municipios pequeños nos es imposible mantener dichos servicios y afrontar esos retos futuros sin el apoyo de las diferentes administraciones

No es que todo el mundo deba trabajar en el lugar en que vive, pero si es necesario crear las condiciones adecuadas para dar la opción a esas a personas que vengan de fuera o personas que quieran vivir en el lugar en que nacieron. Ello se conseguiría si las administraciones, los ayuntamientos poco podemos hacer, apostaran más por el emprendimiento en el medio rural: turismo sostenible, actividades agropecuarias o bien, actividades tecnológicas para desarrollar el teletrabajo, deberían ser el primer pilar para evitar ese despoblamiento real. Servicios de internet de banda ancha, potenciación del turismo y de los recursos naturales o mayor apoyo al sector ganadero, son herramientas necesarias en los municipios pequeños para que la población se mantenga. Eso sí, sin olvidarnos de otros servicios muy necesarios e indispensables como son los educativos, sanitarios o de servicios sociales. Desde los municipios pequeños nos es imposible mantener dichos servicios y afrontar esos retos futuros sin el apoyo de las diferentes administraciones.

Si no se hace nada al respecto en los próximos años, en poco tiempo ya no tendremos nada que decir, bueno sí, que esto se podría haber evitado.

Los municipios pequeños, las administraciones huérfanas
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