sábado. 20.04.2024

Sauna y vodka contra el coronavirus

El Estado de Alarma prevé de manera diáfana las situaciones por las que cualquier ciudadano  puede o debe salir de su casa. Hacer lo contrario es poner en riesgo su salud y la de los demás. De modo que enseñen el carné, a ver si pone tonto.

Boris ‘Tonton’ no era el único que opositaba a irresponsable en el panorama político mundial a propósito de la tragedia del coronavirus. En España hemos sufrido no pocos ejemplos en la cosa pública, en los medios de comunicación e incluso entre los expertos. Pero tiempo habrá de comentar y pedir cuentas. Sí diré que en el mundo de la idiotez el maillot de líder cambia cada día: a la hora de escribir estas líneas lo lleva el presidente de Bielorrusia que, ni corto ni perezoso, ha lanzado a los cuatro vientos la frase que le proclamará a buen seguro como el tonto de la semana en el programa de Arús: para combatir la pandemia, ha eructado el chorbo, hay que endilgarse unos copazos de vodka y mucha sauna. Y luego, supongo, se habrá atizado un salmón con espinas, que deben ser muy buenas para limpiar la garganta del efecto de agentes externos. Si cada dirigente político cree tener un médico dentro, mal asunto. Hace no mucho, tan solo un par de semanas, nos sucedió en España. Y así vamos.

Está extendida entre la población la tesis de que hay muchísimo tonto

Está extendida entre la población la tesis de que hay muchísimo tonto. Nadie se mira a sí mismo, por supuesto. Pero quizá fuera más certero afirmar que hay mucho listillo (tonto aventajado). Las redes sociales ayudan a ver estos días ejemplos de todo pelaje. El que corre por el parque, los que petan un coche para fugarse de su barrio, quienes organizan fiestas nocturnas con decenas de personas, los que tratan de salir de fin de semana a la comunidad vecina hartos del confinamiento. Tipejos y tipejas que de listillos pasan a irresponsables. Y luego directamente a tontos. Antes que multar –tienen familias cuyo gran mérito es soportales; no conviene por tanto penalizarlas- sería mejor que su estado vital (el de la tontuna sin cura) aparezca impreso en el carné de identidad, como la fecha de nacimiento o el nombre del padre y la madre. 

El Estado de Alarma prevé de manera diáfana las situaciones por las que cualquier ciudadano  puede o debe salir de su casa. Hacer lo contrario es poner en riesgo su salud y la de los demás. De modo que enseñen el carné, a ver si pone tonto.

 

Sauna y vodka contra el coronavirus
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