viernes. 19.04.2024

Revilla y el PRC vencen /y2

De modo que ¿tendremos un candidato Revilla en 2023 con 80 primaveras? No lo descarten, aunque jure lo contrario frente a un micrófono.

Conozco a Revilla desde hace más de 30 años. Le he visto nadar en aguas mansas, como ahora, y en las de Simon y Garfunkel. En puentes de cimientos turbulentos; aquéllos que redujeron su bolsa de escaños a dos en el antiguo Hospital de San Rafael. La primacía de Hormaechea casi le manda al infierno, como le sucedió a William Munny con Little Bill. Y, como aquél, hubo de curar sus heridas en una cueva, con la nieve fuera y la sola luz de un candil por compañera.

Dice el pequeño diablo que ahora, con la mayoría cántabra en el bolsillo y un diputado regionalista en Madrid, ya se puede morir tranquilo. Como si todos sus sueños se condensaran en la metáfora de una preciosa balada de Van Halen. Dreams. La cante Sammy Hagar o David Lee Roth. Como si el sol se pusiera para no volver y nunca ya oír hablar de sus riñones al jerez.

Tiene 76 tacos. También la mayoría. Mira a los demás desde muy arriba. Esa es la realidad

Corría la campaña de 2007 y Revilla –que ya había sido presidente de Cantabria por primera vez– compareció en un estudio de radio para vender su programa y confesar lo que entonces parecía una bomba informativa: sería su última comparecencia electoral como cabeza de lista de su partido al Parlamento regional. Doce años después ahí sigue cosechando victorias de una u otra manera. Tiene 76 tacos. También la mayoría. Mira a los demás desde muy arriba. Esa es la realidad.

De modo que ¿tendremos un candidato Revilla en 2023 con 80 primaveras? No lo descarten, aunque jure lo contrario frente a un micrófono. Aunque lo ponga como prenda. Aunque diga que está en las antípodas de cualquier prebenda del destino. Porque aún le queda por conquistar la mayoría absoluta. Un bocado de dioses para el ‘Zorro de la Cruz de Cabezuela’.

Pero si el raposo decide encoger las orejas los regionalistas deberán mirar con urgencia al banquillo. Allí donde tantas veces han puesto la vista –por si acaso– y han preferido la romería con el purriego como líder, artista y maestro electoral. Dice el líder que la sucesión está garantizada y hay estrellas de sobra. Aunque cada vez que ello se menciona corre un sudor frío y longitudinal por el espinazo del PRC.

Revilla y el PRC vencen /y2