jueves. 28.03.2024

Patxi Quemasdá

Preguntado en conferencia de prensa sobre el número de diputados del PSOE (y sus identidades) que iban a las cenas del Tito, el portavoz responde: “Qué más le da…”.

Patxi López  se ha especializado en subir la montaña de las contradicciones piolet en mano para salvar los muebles de Pedro Sánchez, que al final se han convertido en los suyos. Es el mismo Patxi –en cuerpo, pero no en alma– que le endiñó aquella frase al ahora presidente en un debate de primarias en el seno del PSOE: “Vamos a ver Pedro, ¿sabes lo que es una nación?”. Es el mismo, aunque diferente según esté el mapa de las isobaras, que se encaramó a la presidencia del Gobierno vasco gracias al PP, que le dio sus escaños gratis et amore.

Sánchez es proporcional al mal enólogo: todo lo que toca lo convierte en vinagre

Patxi López, que se ganó la simpatía de una franja de ciudadanos gracias a su campechanía y a una falta de recursos técnicos que le acercaron al vulgo, se ha convertido en Patxi Quemasdá. Por lo que se ve, Sánchez es proporcional al mal enólogo: todo lo que toca lo convierte en vinagre. Y por la carretera de la vinagrera circula últimamente el bueno de Patxi, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, cada vez que le preguntan por la trama del Tito Berni. López quiere que dicha trama que investiga la justicia pase de presunta a difunta, pero no se le arregla, y de ahí su incomodidad, que comenzó como coyuntural y ahora tiene peligro de que se le enquiste como tumor político de primer orden.

Pero volvamos al nuevo nombre artístico de Patxi (Quemasdá), que se ha ganado con rimbombancia sonora y sonajero en cuna de niño llorón. Preguntado en conferencia de prensa sobre el número de diputados del PSOE (y sus identidades) que iban a las cenas del Tito, el portavoz responde: “Qué más le da…”. Más o menos la misma respuesta que da a una presentadora de la mañana televisiva al día siguiente cuando le cuestiona sobre lo mismo: “Qué más dará…”

Recuerdo a ZP en Santander (aún no era presidente) enmudecer dos veces ante una cuestión contractual que el que esto escribe le planteaba, para finalmente, y ante mi insistencia, evacuar: “A usted se lo voy a contar…”. Me pregunto si son tan adorables fuera de la política o igual de chuletas.

Patxi Quemasdá
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