sábado. 20.04.2024

25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género

Un pilar esencial es la educación de las generaciones de niños y jóvenes presentes y futuras, en valores, en derechos humanos, en igualdad entre hombres y mujeres, la sensibilización, normalización e interiorización de todo ello desde edades tempranas, es la clave para erradicar la violencia de género.

No cabe duda de que una sociedad preparada, moderna e inteligente debe centrar sus esfuerzos en evolucionar, avanzar y progresar con el objetivo de garantizar e interiorizar la igualdad entre personas,  independientemente del sexo, religión, origen, ideología, cultura....y además ha de ser suficientemente autocrítica cuando hay cuestiones, problemas y lacras que permanecen a lo largo del tiempo,  y aún no hemos sido capaces de solucionar. Solo así se pueden poner en marcha cuantos mecanismos y acciones sean necesarias y efectivas para que días de conmemoración como el Día Internacional Contra la Violencia de Género deje de ser una reivindicación de lucha y lo sea de logro, porque eso significará que entre todos hemos sido capaces de erradicar esta lacra social.

Un pilar esencial es la educación de las generaciones de niños y jóvenes presentes y futuras, en valores, en derechos humanos, en igualdad entre hombres y mujeres, la sensibilización, normalización e interiorización de todo ello desde edades tempranas, es la clave para erradicar la violencia de género.

Un pilar esencial es la educación de las generaciones de niños y jóvenes presentes y futuras

No hay que negar que se ha avanzado dando visibilización,  poniendo nombre y legislando sobre una lacra social que ha sido tabú durante generaciones en nuestra sociedad, pero tampoco debemos negar que algo no está funcionado del todo bien, cuando después de haberse aprobado hace 15 años la Ley Contra la Violencia de Género  y aprobado en 2017 el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, seguimos lamentando la pérdida de vidas valiosas e irremplazables,  y observando miradas de sufrimiento,  miedo e incertidumbre en víctimas cuyas secuelas quedan marcadas a fuego para siempre.

Hoy en día,  a nivel global, sólo dos de cada tres países han prohibido la violencia doméstica y en 37 estados no se juzga a los violadores si están casados o si se casan posteriormente con las víctimas. Esto es un indicador del largo camino que aún falta por recorrer. Camino que en estos últimos meses se ha visto afectado también por la aparición en nuestro país y en el mundo del covid-19 y que no sólo nos ha abocado a una crisis sanitaria y económica, sino también,  a un aumento de violencia contra las mujeres y niñas,  sobre todo en el hogar.

Debemos ser conscientes de la necesidad de un esfuerzo colectivo para frenar y acabar con la violencia de género en todas sus expresiones y para ello es fundamental desde las instituciones públicas dotar de las herramientas y medios necesarios a los distintos agentes que intervienen en el proceso, unido a programas de prevención y sensibilización. 

25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género
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