viernes. 19.04.2024

Hagan sus apuestas, señores

Estamos en manos de unos regentes que gobiernan con dudas y eso hace que los buitres rodeen y quieran sacar réditos para sus propios intereses.

Esta semana el gobierno ha relajado el confinamiento, como de todos es sabido. Bajo el punto de vista de un jugador, ha realizado una apuesta muy arriesgada, a doble o nada, al rojo o al negro en la ruleta, incluso como antiguamente hacían nuestros padres a cara y cruz. Pedro Sánchez, ante la presión, ha decidido tomar un camino que es una senda muy peligrosa. Sin embargo, habría que preguntarse el porqué de esta decisión. ¿Quizás tenga que ver algo la leal oposición que hay en nuestro país? Evidentemente, léase con total ironía lo de “leal oposición”, aunque eso no exime de culpa al máximo dirigente del Estado de haber tomado dicha decisión.

La derecha es la que menos ha apoyado a un Gobierno que bien es cierto tiene mucho que aprender en gestionar los tiempos de dificultad que estamos pasando

A partir del lunes, y tras las vacaciones de Semana Santa (totalmente atípica la celebrada este año), los trabajadores no esenciales vuelven a sus trabajos. Es cierto que Sanidad y los expertos que están tratando esta crisis van a enviar unas pautas marcadas para el regreso paulatino de la actividad. Pero muchos esta situación no la acabamos de ver. La pasada semana, en la comparecencia que hizo Sánchez en el Congreso de los Diputados, así varios grupos políticos se lo hicieron ver. Es curioso que la derecha es la que menos ha apoyado a un Gobierno que bien es cierto tiene mucho que aprender en gestionar los tiempos de dificultad que estamos pasando.

Pero tengo claro que aunque la oposición sea poco constructiva, el Gobierno no ha tenido la suficiente personalidad para hacer lo que había que realizar. Me comentaba un amigo importante de la política de Cantabria que si el ejecutivo de Sánchez no hubiera cedido en aflojar, seguramente hubieran tenido que presentar la dimisión en bloque. A mí personalmente me cuesta creerlo mucho. Pero es que vuelvo a incidir en lo mismo, la salud debe estar por encima de cualquier interés liberal económico del Estado.

Claro que es importante la producción, pero personalmente me chirría y mucho que por ejemplo la construcción vuelva otra vez a funcionar. ¿No se pueden parar las obras publicas? ¿Tan importante es que no se consigan paralizar las acciones del sector privado? Algo nos debemos perder que al menos un servidor no llega a entender en absoluto. Quiero creer que todo esto sea una estrategia bien pensada por los máximos mandamases.

Estamos en manos de unos regentes que gobiernan con dudas y eso hace que los buitres rodeen y quieran sacar réditos para sus propios intereses. Esto no va de buenos y malos, en absoluto. Como siempre es el pueblo, la gente de la calle, la que al final deberá sacar su verdadera honestidad y así poder luchar realmente hasta el final. Esto no es un juego, Sr. Presidente, no debemos inventar.

A fin de cuentas, ojalá que el Gobierno no se haya equivocado y que dentro de 15 días no haya repuntes, porque entonces habrá que pedir responsabilidades y muy serias a un ejecutivo que puso en peligro la salud. Por el contrario, si al final no pasa nada y aciertan,  habrá que felicitarles a los mismos que a los que un servidor está pidiendo cuentas. En cuanto a los de la oposición, espero que se alegren del bien del Ejecutivo porque eso será el bienestar de toda la sociedad española y, sobre todo, rogaría que subieran un poco el nivel, que lo tienen muy bajito.

Hagan sus apuestas, señores
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