¿Y por qué no en tres lenguas, en vez de solo en dos?
Según parece, el aprendizaje de tres lenguas desde que la persona es aún pequeña es mucho más que la suma del conocimiento de las diferentes lenguas, ya que comporta también una forma diferente de hablar, además de un desarrollo pragmático con unas peculiaridades únicas y diferenciadas que es muy necesario tener en cuenta y no pasar por alto.