Lenguas propias e impropias. La politización de la Justicia
El nacionalismo lingüístico españolista siempre ha tenido miedo de que la lengua de Cervantes pase a ser o a tener el odioso papel de “lengua invasora".
El nacionalismo lingüístico españolista siempre ha tenido miedo de que la lengua de Cervantes pase a ser o a tener el odioso papel de “lengua invasora".
Estamos hablamos de los comienzos del siglo XVIII, también llamado el siglo de la Razón o de las Luces. Un tiempo este que es de relativo “equilibrio entre la Tradición y la Revolución”, pero que no obstante está simbolizado por el pensamiento de la Ilustración, aunque también por el de las monarquías que son propias del Despotismo Ilustrado.
Curiosamente, el actual Gobierno francés (al igual que antes hicieran los anteriores, sin importar el signo político del que se trate) favorece la llegada de inmigrantes del Tercer Mundo (desde hace décadas) a las regiones donde, precisamente, existe un mayor sentimiento de identidad no francés; y con la clara y evidente intención de poder ahogar así las señas de identidad respectivas en dichos territorios. Una política esta que se emplea en Francia desde los primeros tiempos de la Quinta República (el régimen republicano en vigor en Francia desde el 5 de Octubre de 1958), con Charles de Gaulle a la cabeza; y de la cual los bretones y alsacianos, por ejemplo, y sin ir más lejos, tienen un “grato recuerdo” al haberse aplicado sobre ellos las políticas de “corrección lingüística republicana”.
Ya existen en Cantabria señales con cartelería en cántabru, sin embargo, y aunque estos no son todavía lo suficiente visibles como desearíamos, sí que en cambio son un paso muy importante que se encamina en la buena dirección de por dónde hay que hacer las cosas.
Es necesario concienciar a los Ayuntamientos y a la población de Cantabria en general acerca de la urgente necesidad de defender su rico y variado patrimonio lingüístico.
Se podría aprovechar esta conmemoración para convertir esta celebración es un principio de apertura al contacto entre culturas, y sin que ninguna de ellas presuponga ningún tipo de superioridad o mandato sobre la otra.
Se trata, por lo tanto, de vislumbrar y de ver que el cántabru es y debe de ser incluido con absoluta naturalidad y certeza en el corpus vivo y normal, ordinario y habitual de la vida común y circunstancial de las personas, sin tener estas porque sentirse mal o a disgusto por creer que el interlocutor que le escucha se puede sentir mal o extrañado por emplearse en la comunicación ordinaria una lengua que ella desconoce.
Históricamente el sindicalismo ha constituido el instrumento predilecto de los trabajadores para contrarrestar la competencia individual que por momentos y tiempos, ciclos y períodos, ha caracterizado la sociedad industrial de los últimos tres siglos.
Esta nueva Universidad debería de ser también, y principalmente, un referente académico de primer orden en administraciones, empresas y el mundo profesional en general que requiera de estos nuevos servicios para lograr sus objetivos, y en donde el cántabru ha de ser siempre y en todo momento un referente a considerar y a valorar como principal opción a desarrollar.
El idioma murciano es propio de estas tierras del Sur levantino, que incluso tiene su presencia y aceptación en lugares tan emblemáticos y comerciales como lo puedan ser algunos centros comerciales populosos del estilo, “El Corte Inglés”.
Dentro del programa o misión de anulación y acabación de una cultura y de una identidad, es y resulta prioritario y fundamental el adoptar los métodos, las formas, los procedimientos y las normas de los amos sojuzgadores que desean anular lo que de bello y diferente es y existe aún en el mundo. Pues todo pensamiento, idea y actitud que quiera y pretenda ser libre e independiente (no sujeto a control) siempre será una amenaza para los globalizadores y sus subordinados.
A día de hoy la inmensa mayoría del pueblo cántabro reconoce el lábaru como su símbolo más representativo e identitario, al tiempo que promueven su uso y también su difusión como expresión iconográfica del pueblo.
En este sentido, el antiprogresismo marca una ruptura con toda la crítica social anterior que, prisionera de la perspectiva burguesa consideraba los adelantos tecnológicos, los descubrimientos científicos, así como el aumento de la producción, como peldaños de la escalera que llevaba a un progreso infinito de la humanidad. Sin embargo, las raíces de la explotación del hombre y de la mujer son exactamente las de la explotación de la Naturaleza (de la consideración de la naturaleza como objeto explotable) facilitada ésta por la ciencia y por la técnica. Eso es justamente el progreso hoy en día, aunque a veces no sepamos analizarlo y verlo con perspectiva.
Rafael del Moral, sociolingüista y autor, afirma que algunas lenguas pueden vivir hasta 30 siglos, pero antes o después mueren.
Por lo tanto, y a la vista de lo que se avecina, se hace necesario e indispensable el crear un Metaverso cántabru (a imitación, por ejemplo, del Catvers catalán) que decididamente apueste por impulsar la lengua y la cultura cántabra en Internet, convirtiéndose así y de esta forma, en el espacio virtual de referencia para la sociedad cántabra inspirado en su cultura y en el idioma propio; ya que la pervivencia de esa lengua pasa necesariamente por su uso en el entorno digital.
Si en la ciudad de León (con 27 concejales y dos de la Unión del Pueblo Leonés), y gobernando el PSOE, son capaces de cambiar la nomenclatura a favor del leonés; qué no se podría hacer en la ciudad de Santander con los mismos concejales: 27.
La historia moderna de los grafitis se remonta a finales de la década de 1960, pero ha sido con las redes sociales que estos han vivido un auténtico Big Bang.
El que se puedan crear centros homeschooling (educación en casa) en Cantabria, va y puede suponer en un futuro muy cercano dar un paso de gigante a la hora de poder expandir nuestra lengua, ya no de una manera testimonial, sino de una forma “institucionalizada” y “reglada”
La relación entre la diversidad cultural y la biológica es el camino para que la humanidad viva en armonía con la Naturaleza. Comprometámonos por lo tanto en revitalizar y fortalecer las lenguas indígenas y originarias (entre las que se encuentra el cántabru) como uno de los colores más brillantes del mosaico que es la vida.
Si hay un número suficiente de personas que alberguen en su mente y en su corazón el deseo de que el cántabru sea algún día una lengua oficial de Cantabria, y vivan de acuerdo a y con esos pensamientos llevándolos a la práctica; al final esa realidad será indefectiblemente real y posible.
Mientras que la obediencia trata de uniformar a las personas en la sumisión a la norma (hablar solo y exclusivamente castellano, y/o inglés, por ejemplo), la desobediencia promueve un nuevo concepto de ciudadanía que reclama su protagonismo en la realidad que se desea y se pretende vivir: por ejemplo, tener la opción de también poder hablar cántabru.
La ecopedagogía, sin embargo, se caracteriza por cultivar con especial atención otras cualidades y capacidades humanas, tales como la "entuición" (intuición), la "maginación" (imaginación), la "creatividá" (creatividad), la "istimulación sensorial y la sinsibilidá al tresviés' l'ispiriencia" (estimulación sensorial y la sensibilidad a través de la experiencia)
El conocido filósofo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche dijo una vez de manera acertada: “No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no podré creer nada de lo que me digas”.
Es de vital y trascendental importancia, ahora más que nunca, además de que ésta es una realidad que no es nueva, ya que al menos tiene casi 50 años de trayectoria y recorrido político militante.
Según parece, el aprendizaje de tres lenguas desde que la persona es aún pequeña es mucho más que la suma del conocimiento de las diferentes lenguas, ya que comporta también una forma diferente de hablar, además de un desarrollo pragmático con unas peculiaridades únicas y diferenciadas que es muy necesario tener en cuenta y no pasar por alto.
En vez de celebrar el día 23 de noviembre el “Black Friday”, se podría celebrar, por ejemplo: el Día Aposáu, el Ensin Encira; y así otros más de la misma o parecida afinidad, similitud, asociación y parecido.
Un año antes de que la UNESCO declarase al flamenco “Patrimonio Artístico Inmaterial de la Humanidad”, ya el cántabru (año 2009) había entrado en la categoría de lengua en claro peligro de extinción. ¿Dónde están los visibles homenajes a nuestra lengua cántabra por parte de esa Corporación?