Cómics y fútbol, abierto y cerrado, hostelería y felicitaciones
No se puede permitir que por más tiempo (y desde fuera) se impongan modelos de cultura que los cántabros no deben, ni tampoco tienen porque asumir y permitir.
No se puede permitir que por más tiempo (y desde fuera) se impongan modelos de cultura que los cántabros no deben, ni tampoco tienen porque asumir y permitir.
El sueño federal de Guy Maurice Héraud en el cual y con el cual se puede y se podría identificar hoy la causa que aboga por la extensión y la difusión del cántabru.
Cerdeña también tiene su propio idioma, que en este caso es el sardo (como lengua indoeuropea románica que pasa por ser la más conservadora de las lenguas derivadas del latín.); y que después del italiano es el idioma que más se habla en la isla: más del 40% de la población lo habla y lo emplea habitualmente.
Aprendamos de las valientes iniciativas de los sioux, y del su no menos entregado y consagrado esfuerzo en favor de su cultura e instrucción
Si bien es cierto que los movimientos andalucistas en defensa de las hablas andaluzas ya están representados a finales del siglo XX, es sobre todo en la última década del pasado siglo XX cuando el movimiento lingüístico en favor del andaluz empieza a coger cuerpo y forma
Esta semana viajaremos hasta las islas lejanas de un archipiélago singular situado en la Polinesia (Pacífico Sur), para encontrarnos con un país singular, que no es un estado, y que tampoco lo quiere ser, pero que sin embargo sí que desea seguir conservando su peculiar cultura y lengua: el pitcairnés.
A día de hoy la primera infancia se encuentra con una indiscutible realidad en donde las ciudades no ofrecen a los niños, ya no solo suficientes espacios para el juego libre (más allá de lugares preparados donde son acompañados y vigilados), sino que, además, tampoco tienen elementos identificativos relevantes que hagan clara referencia al cántabru y a su cultura de una manera clara y harto definida.
Desde finales del siglo XIX (con la llegada del cine en 1895 y luego de otros formatos de comunicación) se ha establecido una alianza invisible entre el sistema de dominación y la cultura de masas, y por lo tanto, ha sido éste quien se ha convertido en el primer vehículo de comunicación colectivo al presentar una gran especificidad: sonido e imagen, objetivación del lenguaje y estética universal, etc.
¿Pero realmente perdemos nuestra libertad cuando pasamos una buena parte de nuestro tiempo y de nuestra existencia viendo la televisión y escuchando una lengua que no es la nuestra? La respuesta que quizá mejor se podría acondicionar a este interrogante sería el que en un momento tan delicado como lo es el actual (inmersos en la incertidumbre más absoluta, y en pleno cambio constante a todos los niveles, económico, político y social), al final, lo más importante en momentos de crisis es el pensamiento divergente que es individual y crítico, autónomo y no dirigido.
Podríamos comenzar diciendo en favor de aquellas acciones y medidas que suponen un estímulo en favor del cántabru, que este artículo también surge a modo de ingenio (y también a modo de llamada de atención), para inspirar y sugerir a la militancia que en todo el mundo pueda estar a favor de dar a conocer el cántabru, que no solo, y por ejemplo, las bicicletas con propaganda en cántabru son ideales para transmitir un mensaje original.
Estos planes podrían tener, por ejemplo, diferentes Programas o Planes de actuación con enunciados y/o fases de ejecución a completar, llevando todos ellos textos, frases o nombres en cántabru.
El hacha siempre ha sido, y aún lo es, el símbolo del poder de la luz, siendo su equivale el martillo y el círculo, y en ocasiones, la espada.
Es y debe de ser la potenciación de la lengua cántabra, uno de los pilares y factores principales en los cuales se debe de sustentar un proyecto amplio y articulado, estructurado y bien definido de reconstrucción cultural.
No estaría nada mal que el compromiso de la Fundación Botín con la tierra que le ve nacer, por ejemplo, y como mera sugerencia, se enfocara en que en la capital de Cantabria pudiera existir algún día una Academia Cántabra de la Lengua. A lo mejor la sede de Pedrueca es un compromiso asumible y realizable. Sobre todo si tenemos en cuenta (y como muy bien rezan los folletos informativos que el Centro ha distribuido a los visitantes) que: “(…) la investigación desarrollada por la Fundación Botín y el Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale constituye el eje principal del programa formativo del Centro Botín, compuesto por actividades culturales y formativas para niños, jóvenes, familias y adultos que despiertan su curiosidad, imaginación y creatividad”.
Cuando los Borbones pasaron por las guillotinas revolucionarias a finales del siglo XVIII, solo la mitad de sus súbditos hablaban en francés. Setenta años más tarde (en el momento de la unificación italiana), se estima que solo un 2 o 3% de los habitantes de la Península Apenina hablaba italiano. Y es que tuvieron que pasar décadas entre la aparición del nacionalismo (comienzos del siglo XIX), y la asociación inseparable a una lengua como condición de nacionalidad, para que el concepto se fijara. Pues antaño lo más “natural” era (y también lo más frecuente en las sociedades pasadas), la coexistencia de distintas lenguas dentro de un mismo país, región, o una propia persona.
El nacionalismo lingüístico españolista siempre ha tenido miedo de que la lengua de Cervantes pase a ser o a tener el odioso papel de “lengua invasora".
Estamos hablamos de los comienzos del siglo XVIII, también llamado el siglo de la Razón o de las Luces. Un tiempo este que es de relativo “equilibrio entre la Tradición y la Revolución”, pero que no obstante está simbolizado por el pensamiento de la Ilustración, aunque también por el de las monarquías que son propias del Despotismo Ilustrado.
Curiosamente, el actual Gobierno francés (al igual que antes hicieran los anteriores, sin importar el signo político del que se trate) favorece la llegada de inmigrantes del Tercer Mundo (desde hace décadas) a las regiones donde, precisamente, existe un mayor sentimiento de identidad no francés; y con la clara y evidente intención de poder ahogar así las señas de identidad respectivas en dichos territorios. Una política esta que se emplea en Francia desde los primeros tiempos de la Quinta República (el régimen republicano en vigor en Francia desde el 5 de Octubre de 1958), con Charles de Gaulle a la cabeza; y de la cual los bretones y alsacianos, por ejemplo, y sin ir más lejos, tienen un “grato recuerdo” al haberse aplicado sobre ellos las políticas de “corrección lingüística republicana”.
Ya existen en Cantabria señales con cartelería en cántabru, sin embargo, y aunque estos no son todavía lo suficiente visibles como desearíamos, sí que en cambio son un paso muy importante que se encamina en la buena dirección de por dónde hay que hacer las cosas.
Es necesario concienciar a los Ayuntamientos y a la población de Cantabria en general acerca de la urgente necesidad de defender su rico y variado patrimonio lingüístico.
Se podría aprovechar esta conmemoración para convertir esta celebración es un principio de apertura al contacto entre culturas, y sin que ninguna de ellas presuponga ningún tipo de superioridad o mandato sobre la otra.
Se trata, por lo tanto, de vislumbrar y de ver que el cántabru es y debe de ser incluido con absoluta naturalidad y certeza en el corpus vivo y normal, ordinario y habitual de la vida común y circunstancial de las personas, sin tener estas porque sentirse mal o a disgusto por creer que el interlocutor que le escucha se puede sentir mal o extrañado por emplearse en la comunicación ordinaria una lengua que ella desconoce.
Históricamente el sindicalismo ha constituido el instrumento predilecto de los trabajadores para contrarrestar la competencia individual que por momentos y tiempos, ciclos y períodos, ha caracterizado la sociedad industrial de los últimos tres siglos.
Esta nueva Universidad debería de ser también, y principalmente, un referente académico de primer orden en administraciones, empresas y el mundo profesional en general que requiera de estos nuevos servicios para lograr sus objetivos, y en donde el cántabru ha de ser siempre y en todo momento un referente a considerar y a valorar como principal opción a desarrollar.
El idioma murciano es propio de estas tierras del Sur levantino, que incluso tiene su presencia y aceptación en lugares tan emblemáticos y comerciales como lo puedan ser algunos centros comerciales populosos del estilo, “El Corte Inglés”.
Dentro del programa o misión de anulación y acabación de una cultura y de una identidad, es y resulta prioritario y fundamental el adoptar los métodos, las formas, los procedimientos y las normas de los amos sojuzgadores que desean anular lo que de bello y diferente es y existe aún en el mundo. Pues todo pensamiento, idea y actitud que quiera y pretenda ser libre e independiente (no sujeto a control) siempre será una amenaza para los globalizadores y sus subordinados.