Cantabristas es la única fuerza política que habla, y claramente ha hablado en los últimos cuatro años de una manera clara y precisa, por defender y promocionar el cántabru
A día de hoy Cantabristas es la única formación política que habla alto y claro sobre cuestiones transcendentales y esenciales
A diya de hui Cantabristas es la única jormación pulítica que parla altu y claru subri cuestionis trancendentalis y esencialis
La pasada reforma del Estatuto de Autonomía de 2018 en La Rioja ha servido para que una parte de los socialistas riojanos aprovecharan el proceso de renovación de la norma fundamental de la región para intentar equiparar en términos históricos y culturales el euskera con el castellano en la ley, y por primera vez en la historia de este territorio, equiparando así el castellano con el euskera en el Estatuto de La Rioja
Habría que recordarles a estas personas que si no llueve de una manera adecuada y continuada en los próximos meses, los por ejemplo precios de los alimentos se podrían incrementar aún mucho más
Recuerdo bien el primer cantabrismo con que me topé durante mi etapa de residente en el Hospital “Marqués de Valdecilla” de Santander: ante una tabla optométrica infantil, un “criuco” venido de una pequeña población rural exclamó: “¡chon!”, cuando le señalé el dibujo de un cerdito.
El objetivo final no tendría por qué ser solo el aspecto meteorológico, ya que la difusión del cántabru también se puede hacer efectiva utilizando para ello otras herramientas no menos válidas y propicias.
Aunque como mucha gente desde fuera puede llegar a percibir que el chino mandarín es el idioma más hablado de China, la realidad nos demuestra que esto no es de ninguna manera así; pues en realidad nadie hoy en día habla chino mandarín en China.
Este ejemplo del aragonés, que es y podría ser perfectamente exportable a nuestra realidad cántabra, solo tiene un matiz que la diferencia: la voluntad de querer trabajar en pro de nuestra realidad cultural y lingüística
Las primeras colecciones de cantos populares de Cantabria tienen su origen en el concurso que se convocó con motivo de la Fiesta Montañesa del 12 de Agosto de 1900.
Desde hace cuatro años la formación soberanista apoya y defiende sin fisuras haciendo que la inclusión del cántabru en nuestro ordenamiento social y también estatutario pueda ser posible.
Lo que más llama la atención es que los ataques, los desprecios y finalmente los despropósitos hacia el cántabru precisamente suelen llegar de seres y de sectores que, en contradicción total con su propio nombre, provienen de las posiciones políticas que se autodenominan así mismas como “conservadoras”.
Como medida de presión, y también de visibilización, los visitantes que acuden al pabellón o al stand en donde está representada Cantabria, quizá podrían aprovechar la oportunidad y el momento para mostrar que el territorio en el cual se incluye Cantabria, o mejor, a la Cantabria Histórica, posee una lengua que es específica de este territorio, y que antes que el castellano ha sido el cántabru.
La crisis del coronavirus no nos ha hecho mejores, sin embargo sí que ha conseguido que al menos por un breve momento nos replanteemos más acerca de nuestras vidas, por ejemplo, pudiendo enseñar a nuestras hijas e hijos cántabru.
La mayor parte del actual movimiento que a día de hoy está a favor de la identidad y del progreso de Shetland fuera de Escocia no proviene precisamente de los ámbitos de lo que se podría venir a definir como “izquierda” .
Y es que Cantabria siempre ha sido y se ha distinguido por ser un país de agua y de lluvia.
A diferencia de lo que nos quieran transmitir desde los poderes establecidos y amansados, a cada día que pasa el cántabru recibe cada vez más y más apoyos de la sociedad civil.
Ahora que se cumple el 20 aniversario desde su creación (la enciclopedia on-line llegó a Internet el 15 de Enero de 2001); ésta muy bien podría ser una herramienta que hábilmente se podría utilizar en favor de la identidad y el prestigio del cántabru
Quizá estas personas se escandalizan menos cuando oyen esta palabra (gásfiter), que a lo mejor hasta les resulta “exótica”, a cuando escuchan en su propia tierra la palabra “fontaneru”.
Una figura que además enlaza perfectamente con nuestra identidad cultural y lingüística, siempre esta tan necesaria y urgente de resaltar.
Gracias a la legitimación acordada por el propio Parlamento Canario, la ACL se rige por sus propios estatutos, así como por medio de sus propios funcionarios. En la actualidad está integrada por cinco honorarios, treinta y dos miembros de número, así como por doce colaboradores académicos especialistas y especializados en la lengua española.
Nada ni nadie puede imponernos el no hablar y expresarnos en la lengua que nos es común y, propia, específica y familiar de nuestro pueblo y sociedad.
No queremos dejar pasar la oportunidad para recordar que el 6 de Diciembre se celebra el día de la Constitución española, o si se prefiere, la política del continuismo o el de la continuidad del régimen del 78 (que dura ya 44 años) y que a la postre no ha servido para que el cántabru vea por fin reconocido su estatus y su carácter como lengua (como sin embargo no ha ocurrido con otras realidades lingüísticas) que es diferente del castellano, y a la cual hay que proteger y preservar convenientemente con leyes y disposiciones adecuadas y concretas, específicas y particulares.
Muchos profesionales de la docencia (ya jubiladas y jubilados) podrían enseñar y haber enseñado cántabru a sus alumnos, sin embargo esto no se ha podido realizar debido a que esta lengua aún y todavía no está oficializada, institucionalizada y recogida en nuestro actual marco autonómico y estatutario.
Así pues planta tu árbol en tu pueblo o en tu ayuntamiento, junto con tu nombre (preferiblemente en cántabru) con su respectivo y característico nombre en cántabru. Este tipo de acciones y de actuaciones son las que pueden hacer posible que el cántabru pueda de nuevo volver a adquirir presencia y protagonismo en nuestra sociedad.
El pasado nos sirve muchas veces para entender mejor que la aceleración de nuestras vidas no es una fatalidad, ni tampoco responde a fragilidades individuales, sino que más bien su explicación habría que buscarla en las condiciones que impone hoy el sistema económico actual.