miércoles. 24.04.2024

¡¡Verde que te quiero verde!!

Hace apenas unos meses Alemania parecía preparada para tener la primera canciller verde, desde luego esto hubiera sido un mensaje inequívoco para toda la Unión Europea, y más allá.  Un cambio profundo en la sensibilidad hacia el medioambiente totalmente necesario vistos los últimos datos científicos presentados ante la ONU.

Eran los años de la transición cuando ibas al quiosco a comprar la revista  "Integral", allá por finales de la década de los 70 y principios de los 80. Llevabas en el bolsillo tus 100 pesetas, para aquellos tiempos y para unos jóvenes sin trabajo, una pequeña fortuna. Había ansias de cambio, estas revistas eran todo un referente del ecologismo, de un estilo de vida diferente, ante el éxito de ventas  pronto  le aparecieron competencia   "El Ecologista", "Natura" ...

Me viene a la memoria una viñeta, será deformación profesional, donde se veía un hombre con cabeza de gorrino asegurando "no somos lo que comemos". Allí descubrimos "el muesli" para los desayunos, el yoga se empezaba a poner de moda, pero sobre todo la preocupación por el medio ambiente, por nuestro entorno y la convivencia en armonía con el mismo.

Ahora cuando lo cuentas suena a las batallitas del abuelo Cebolleta, pero alrededor de estas publicaciones y de una izquierda que también quería conquistar el cielo por asalto, se fue formando un movimiento que daría lugar a no pocas asociaciones de carácter ecologista y a un cambio importante en la mentalidad de muchos.

Los partidos tradicionales al ver que lo verde daba votos, pronto incorporaron el movimiento a sus filas fagocitando al mismo, con una componente ideológica sobre todo de izquierdas, que fueron los más cercanos y sensibles a estos movimientos.

Los intentos de los verdes en España de ir por libres, no ha tenido mucho éxito

Los intentos de los verdes en España de ir por libres, no ha tenido mucho éxito. Les pasaba algo así como a un partido del País Vasco de la época, que también tenía el ecologismo por bandera, lo encabezan Juan María Bandrés y Mario Onaindia. Eran muchos los que hablaban maravillas de ellos, pero a la hora de la verdad muy pocos los votaban, tanto es así que acabaron disueltos como otros partidos de izquierda dentro de aquello que llamaban "la casa común" en el PSOE. El movimiento ecologista en nuestro país se puede decir que, hasta ahora, ha muerto de éxito, es tan atractivo como "para dejarlo en manos de jóvenes ecologistas".

Yendo a un pasado más remoto, mirando aquellos filósofos griegos que iluminaron el camino a la humanidad,  vemos como ya Anaximandro allá por el 600 a.c., se  adelanta  a  las  actuales  teorías  sobre  evolución y nos venía a decir algo parecido a que los hombres tenían que venir de los peces. Aristóteles, siempre Aristóteles nos habla de hombre y su entorno. Charles Darwin nos dio la prueba de la realidad, esos primates eran nuestros padres. Seguro que se pueden buscar muchos más precedentes, pero para hablar del ecologismo será el naturalista alemán Haeckel quien en el siglo XIX acuña el término ecología uniendo las palabras griegas oîkos y logo (casa y conocimiento). Se trata del conocimiento de lo que nos rodea "la casa" en su sentido más amplio del término. Se considera al danés Johannes Eugenius Bülow Warming con su texto "Ecología Vegetal" quien abre un movimiento que se irá desarrollando muy lentamente, pero donde ahora ya nadie duda, de que los ecologistas fueron en muchos casos unos adelantados a su tiempo, capaces de ver unos problemas en los que muchos, sobre todo las autoridades no han caído, o tenían otros intereses. Las consecuencias de la obra del hombre sobre el Planeta están dejando una huella tan profunda, que puede incluso acabar con su existencia.

Cuentan, los que saben de esto, que nosotros estuvimos a punto de desaparecer como especie, se calcula que hubo un momento en las glaciaciones, en la última "Edad de Hielo", gran parte del mundo era frío y seco, "el Homo sapiens" apenas llegaba  a los 10.000 individuos, más o menos la población actual de Santoña. Solo la cooperación, la transmisión de conocimientos y el ser capaces de buscar nuevos alimentos nos hizo crecer tanto, así actualmente se calcula que la población mundial supera 7.800 millones, no son pocos los que se preguntan si nuestro propio crecimiento es sostenible para el propio Planeta.

Vemos cómo se celebran grandes conferencias sobre el cambio climático, el calentamiento global y como este es el mayor desafío al que se enfrenta "el Homo sapiens" que estuvo a punto de extinguirse allí en costas de la actual Sudáfrica y en su ADN debería quedar algo de aquella dura experiencia.

Hace apenas unos meses Alemania parecía preparada para tener la primera canciller verde, desde luego esto hubiera sido un mensaje inequívoco para toda la Unión Europea, y más allá.  Un cambio profundo en la sensibilidad hacia el medioambiente totalmente necesario vistos los últimos datos científicos presentados ante la ONU.

Sin embargo, una campaña de la que por aquí hemos tenido poco conocimiento, y que algunos dicen que ha sido de las más sucias en Alemania desde la segunda guerra mundial, tanto que el propio líder del SPD Olaf Scholz pidió que cesaran los ataques personales contra Annalena candidata de los verdes. Esa campaña, junto con algún error de la candidata, ha sido capaz de cambiar el mapa político en apenas dos meses. Demasiados intereses particulares de esos que nos convencen de que su causa es la nuestra, que han tapado el interés general. Así dos meses antes de las elecciones los verdes de Annalena Baerbock eran el primer partido con el 22,5% de los votos, al final han obtenido el 14,8% siendo el tercer partido en el Bundestag.

Así dos meses antes de las elecciones los verdes de Annalena Baerbock eran el primer partido con el 22,5% de los votos, al final han obtenido el 14,8% siendo el tercer partido en el Bundestag

En nuestro país el ecologismo se desarrolló a golpe de protestas y movilizaciones,  quién no recuerda el lema de "nucleares no, gracias". La contaminación de ríos y mares, ahí está el "nunca máis" del chapapote, que luego fueron rentabilizados por otros.  Hoy el ecologismo se encuentra diluido y dividido entre Unidas Podemos y Más País, donde parece que sus dirigentes se encuentran más cómodos que yendo sin escudos al campo electoral, pero ello les puede hacer pagar un gran peaje a largo plazo.

Los que tenemos la suerte de vivir en la cornisa cantábrica, de disfrutar estos maravillosos bosques, montañas, estar en los verdes campos, praderas,... tenemos que proteger la misma, incluso de nuevas normas que puedan llevar el caballo de Troya en su interior,  tenemos que defender y preservar nuestro hábitat,  quizás al grito de "¡¡verde, que te quiero verde!!"

¡¡Verde que te quiero verde!!
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