viernes. 19.04.2024

El verano del 16

Los días en verano aunque tienen más horas de luz, paradójicamente pasan muy rápido, cuando te quieres dar cuenta, estás ya hablando de los recuerdos de aquel verano del 16, cuando no teníamos gobierno, y algunos enfadados decían "¡ni falta que hace!, ¡para las medidas que han tomado en años anteriores!". 

Como todos los años cuando llega el verano, las noticias llegan con cuentagotas, pero el verano del 16 es diferente amigos, sin gobierno, sin oposición, sin ninguna medida de esas que cuando estás en la playa te las meten a traición, las hemerotecas están llenas de ellas. Un verano donde el deporte ocupa la parrilla en un 80% de las noticias que nos llegan, con los Nadal, Gasol, Mireia Belmonte y Mailalen Chourraut... bañándose en Rio.

Este verano del 16 donde el mundo sigue, los turcos con su golpe y contragolpe, Siria donde la vida vale menos que una botella de agua, y las familias siguen huyendo, pero quizás el tema de los refugiados desgraciadamente cada vez ya interese menos y el terrorismo, en miedo como telón de fondo. Los ingleses, muy suyos ellos, han decidido que se marchan de Europa, vamos, que si pudieran ponían Gran Bretaña al lado de Puerto Rico. Al final siempre han sido más pro yanquis que europeos, pero a éstos les pasa como al de la canción "dicen que se van, se van, pero nunca se acaban de ir"... y ojo, que si se van se quieren llevar hasta el Peñón a Trafalgar Square.

Este verano del 16 donde el mundo sigue, los turcos con su golpe y contragolpe, Siria donde la vida vale menos que una botella de agua, y las familias siguen huyendo, pero quizás el tema de los refugiados desgraciadamente cada vez ya interese menos y el terrorismo, en miedo como telón de fondo

Los calores crean las famosas serpientes de verano, informaciones que no son veraces, pero no por arte difusa. Ahora por twitter, todos llegamos a conocer, aquel político que tiene un "affaire" con una presentadora de la sexta, el coletas y su hijo secreto, que después resulta que era Errejón, un hijo político, y algunos ven paralelismo con "¡Bruto, hijo mío, también tú!", y Rajoy con sus paseos que parecen no tener fin, ni conducir a ningún lugar, Sánchez y Rivera desojando la margarita, además el imperio contraataca con Donald Trump, lo que en España podía ser un Gil y Gil, pero al que si gana las elecciones le dan el mando del botón nuclear, como para reírse de la broma.

Siempre manifestaré que es una injusticia que no podamos votar en las elecciones norteamericanas, pero si tienen mucha más incidencia en nuestra vidas que las nuestras; bueno, de las últimas ni hablamos, ¡qué decir de los mandatarios de nuestro país!,  ni están y a algunos ni se les espera, como hace años en Bélgica el mundo sigue, con y sin ellos. Eso sí, corren un peligro, cuando algo se demuestra que es inútil, da pistas...

En el chiringuito de la playa se oye que a Enrique Iglesias le "duele el corazón",  Carlos Vives y Shakira le recomiendan un ballenato y se van a dar una vuelta en "bicicleta", que me traen el recuerdo de dos hermosas películas "las bicicletas son para el verano" de Jaime Chavarri con Amparo Soler Leal, Agustín González, Victorial Abril y Gabino Diego", con nuestra guerra civil de fondo, y la obra maestra de Vittorio De Sica "El ladrón de bicicletas",con el pobre Antonio en tiempos de penurias en la Roma de la postguerra mundial.  La música sigue sonando este verano con el catalán Juan Magán y Luciana invitando "baila conmigo" y  Nicky Jam, otro que también se ha empeñado en que "quieren estar contigo hasta el amanecer".

Los días en verano aunque tienen más horas de luz, paradójicamente pasan muy rápido, cuando te quieres dar cuenta, estás ya hablando de los recuerdos de aquel verano del 16, cuando no teníamos gobierno, y algunos enfadados decían "¡ni falta que hace!, ¡para las medidas que han tomado en años anteriores!". La actividad es trepidante, los restaurantes, terrazas y bares están a tope, las tapitas y cañitas caen como bendiciones, los cuerpos lucen ya el moreno que antaño se despreciaba por ser indicador de los que trabajaban sin techo. Dicen que nos hemos convertido en un país de camareros, quizás haya que hacer un elogio del gremio,  servir a los demás es algo que otros con muchas mayores responsabilidades tenían que aprender.

Ahora que se acerca de la festividad de la mayoría de la Vírgenes, no estaría de más que incluso para ateos y creyentes, se nos apareciera alguna, para arreglar el desaguisado social que en el los últimos años nos han hecho​

Son muchos los ciudadanos que tienen que trabajar en verano, mientras nos divertimos, para ellos nuestra gratitud, los que nos cuidan en hospitales y residencias, los que apagan fuegos que otros energúmenos encienden.... porque ellos son los que hacen de verdad que el país funcione, no los que todo lo solucionan con palabras y brindis al sol. Hay otro colectivo menos visible, aquellos que lo están pasando peor, los que su precaria economía cuando hablamos de vacaciones les suena a una música que no va con ellos, bastante tienen con llegar a fin de mes, esos, pocas veces salen en las noticias, ni se les ve en los lugares de moda, como mucho son un número más en la estadística de parados.

Ahora que se acerca de la festividad de la mayoría de la Vírgenes, no estaría de más que incluso para ateos y creyentes, se nos apareciera alguna, para arreglar el desaguisado social que en el los últimos años nos han hecho,  aunque están los tiempos como para aplicar el refrán de "fíate de la Virgen y no corras". Desde luego, los que tienen que correr en busca de soluciones no lo hacen y su parsimonia, su egoísmo, nos coloca a los demás en situaciones comprometidas, que puede que los calores del verano disimulen más, pero septiembre está a la vuelta de la esquina, y mirar para otra parte nunca ha solucionado los problemas de los ciudadanos.

¡A disfrutar!, que nos merecemos unos días de diversión y bullicio , de playa y paseo, de fiesta y siesta... El año es muy largo y duro, que nadie nos amargue nuestras pequeñas alegrías. Que podamos tener el mejor recuerdo de nuestros amigos, donde la éxitos deportivos y las sonrisas taparon las miserias del día a día, donde en las fiestas del pueblo escuchamos esas baladas o ballenatos que nunca supiste bailar, ya sea al lado del mar o en la montaña, junto al rio o en la ciudad, serán la banda sonora de ese hermoso recuerdo que nos quedará del verano del 16, y como nos aconsejaba Juan Manuel Serrat "Hoy puede ser una gran día..."

El verano del 16
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