viernes. 29.03.2024

Revilla I, el rey de Cantabria que no gobierna

Puede parecer que Revilla I es el rey de Cantabria, que eso sí, reina por los medios de comunicación, pero no gobierna o gestiona Cantabria. El grave problema es que para eso le han elegido los ciudadanos. 

Estos días cada vez que encendía el televisor allí estaba él, nuestro Presidente. Hablar de Miguel Ángel Revilla, no es sencillo, entre otras cosas porque ya lo hace él por todos. Además son tantas sus facetas, sus actividades, con una personalidad arrolladora que todo ello, daría para varios libros de esos que tanto le gusta promocionar, hablando de sus éxitos y anécdotas. Es verdad que no es fácil ser profeta en tu tierra, así, pese a lo que pueda parecer escuchando al Sr. Revilla nunca ha ganado unas elecciones en Cantabria. Siempre ha gobernado en coalición, siendo su partido el segundo o incluso el tercer partido en la Comunidad. Es más, se presentó como candidato al Congreso de los Diputados y no sacó representación, ni siquiera su escaño, aunque por sus comentarios, pueda parecer que ya haya ganado varias veces las Elecciones Generales.

Que es un encantador de serpientes, no ofrece duda, su capacidad dialéctica, oratoria, y sentido del humor, lo hemos podido ver todos

Que es un encantador de serpientes, no ofrece duda, su capacidad dialéctica, oratoria, y sentido del humor, lo hemos podido ver todos. Recuerdo en uno de sus mítines en Santoña, él que ha sido el mejor embajador de sus anchoas,  donde manifestaba, no sin gracia, "aquí todos me quieren, pero lo que no acabo de entender es el porqué no me votan".  Lo mismo que es capaz de darle la vuelta a su propia biografía, y convertir un cargo de responsable comarcal de Torrelavega, del Sindicato Vertical, en ser un adalid de la democracia en la clandestinidad. Que hacer de una colilla un asunto de Estado, o tratar un asunto de Estado como una colilla. Ideológicamente sigue el rumbo del viento más fuerte, o la corriente mayoritaría, amigo de seguir a Vicente. Pero no se sería justo si no se reconociera su trabajo a lo largo de los años representado a Cantabria, sobre todo por el exterior. No se puede negar la evidencia, ya que uno puede caer en el ridículo y lo que se ve no necesita candil. Cada vez que se hace una encuesta a cerca de con quién te gustaría tomar una cerveza, Revilla gana de largo. Ya que lo mismo te canta el himno de Cantabria, una habanera, que te cuenta un chiste, o 10 sucedidos seguidos. Ahora bien, si pregunta quién te gustaría que gestionara tu dinero, el resultado puede ser bastante diferente.

Decir que Miguel Ángel Revilla ha sido y es el mejor embajador de Cantabria, que pasea por los platós con cajas de anchoas y sobaos en ristre, vendiendo las bondades de nuestra Cantabria Infinita, es de justicia. Ahora bien, a los embajadores les suele pasar aquello que tanto defender fuera lo nuestro, difícilmente pueden gestionar donde no están.  Ya se sabe que una cosa es predicar y otra dar trigo, una cosa es escribir en una pizarra, hablar sobre a dónde va el dinero de los ricos y poderosos, y otra aplicarles el impuesto correspondiente para que ayuden a ese país que les ha dado tanto. Una cosa es hablar de las preferentes, los desahucios, la mala gestión del Gobierno Central y de la propia Comunidad Europea, y otra cosa muy distinta solucionar los propios problemas donde se tiene responsabilidad directa por acción u omisión.

Preguntaban en un programa de humor, ¿cómo hace para presidir una Comunidad Autónoma si sale más en la televisión que los presentadores de un tele-maratón?

El Sr. Revilla era, hace casi dos décadas, cuando se producen las sentencias de derribo en Cantabria, el Presidente de la Comisión Regional de Urbanismo, órgano responsable del 90% de las tropelías urbanísticas que han sucedido en nuestra Comunidad, y hombre, al Señor Revilla algo de responsabilidad le corresponde, política seguro, las demás posiblemente prescritas. Siempre ha manifestado que las familias, víctimas de sus actuaciones, no son culpables de nada y por ello tienen que ser reparados sus derechos y patrimonio, que él ha votado la petición de perdón a las familias y leyes para intentar resolver el problema. Desgraciadamente, décadas después, estas familias siguen en esta grave situación a pesar de sus promesas, y cada vez que lo ven arreglando "el mundo mundial" algo se les revuelve por dentro.

Preguntaban en un programa de humor, ¿cómo hace para presidir una Comunidad Autónoma si sale más en la televisión que los presentadores de un tele-maratón?. Así entre plató y plató lleva sacos de ladrillos y escribe varios libros. Entre tanto el paro, las desigualdades sociales, y demás necesidades urgentes de la Comunidad siguen llamando a la puerta de un Presidente ausente.

Puede parecer que Revilla I es el rey de Cantabria, que eso sí, reina por los medios de comunicación, pero no gobierna o gestiona CantabriaEl grave problema es que para eso le han elegido los ciudadanos. Quizás haya que buscarle un puesto de embajador plenipotenciario de Cantabria por el Mundo de la Comunicación.

Hay que tener cuidado con los dirigentes que llenan de palabras y humo nuestro mundo, ya que para ellos gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en tapar con su ruido u ocultar con malabarismos, prestidigitación o trucos, a los que los denuncian las injusticias que se comenten en su reino.

 

 

 

Revilla I, el rey de Cantabria que no gobierna
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