viernes. 19.04.2024

¿Quién maneja mi barca...?

El tema central en la comisión de estos delitos, en donde se distrae, malversa, roba a los ciudadanos tan valiosos recursos, es ¿cómo se hace para recuperar tanto dinero público?. 

Si algo ha quedado claro en estos tiempos donde lo primero es antes, si es lo mío, donde la inmediatez devora lo importante, es que quien maneja los tiempos tiene un importante comodín en la manga.

Desde el Gobierno a la hora de fijar la fecha de las elecciones se buscan todas las ventajas posibles, no va a ser tan incautos como para ponerlas en unas fechas que puedan perjudicar sus intereses. Todo su equipo de asesores, encuestadores, y visionarios trabajan a tope para facilitar ese momento más propicio donde el sol brille con su máximo esplendor en la cara del amado líder. 

Por ello, no son pocas las veces en las cuales nuestras propias decisiones están condicionadas por hechos importantes. Sin ir más lejos, todo el mundo parece estar de acuerdo en que la exhumación del dictador, y la sentencia del procés, así como sus consecuencias en Cataluña, han tenido una enorme influencia sobre los resultados electorales, sobre todo en el avance de la extrema derecha, que en menos de seis meses sumó más de un millón de votantes.

No son pocas las veces en las cuales nuestras propias decisiones están condicionadas por hechos importantes

Ahora que se ha conocido la sentencia de los EREs de Andalucía, cuya redacción estaba realizada antes de los últimos comicios, uno se puede preguntar, ¿es lícito ocultar esta información al votante?.  Nos movemos en un plano donde la manipulación de los tiempos puede cambiar mayorías, por otra parte ha sido un hecho que durante muchos años ha existido, un pacto tácito en la justicia para no resolver en periodos sensibles del electorado resoluciones de gran impacto social.

Aquí sin embargo nos encontramos en dos posiciones diferentes como  ha sido la actuación del Tribunal Supremo en el Procés, y la Audiencia Provincial de Sevilla en el caso de los EREs. Si bien es cierto que en el Gobierno cuando convoca las elecciones sopesa estas situaciones, las mismas no dejan de ser sospechosas de un manejo de decisiones importantes, que se ocultan o se exponen deliberadamente para lograr unas consecuencias favorables a los intereses del partido gubernamental.

Con ser importante esta actuación, la sentencia de los EREs pone de manifiesto, otra manipulación electoral, como es que con el dinero de todos los ciudadanos se  compran  voluntades a través de ayudas, jubilaciones a colectivos, que luego como personas agradecidas que son devuelven las mismas en forma de voto al partido que las proporcionó. Aquello de introducir un elemento distorsionador para favorecer posiciones y seguir en el poder. Por ello cuando se dice que no se han llevado un euro para su patrimonio, no deja de ser una verdad a medias, ya que mediante esta influencia o compra de voluntades se estaban asegurando unos puestos de representación que puede no les correspondieran.

El tema central en la comisión de estos delitos, en donde se distrae, malversa, roba a los ciudadanos tan valiosos recursos, es ¿cómo se hace para recuperar tanto dinero público?, y aquí hablamos de cantidades que según la sentencia se repartieron 680 millones euros a través de la agencia "Ideas" con la que crearon un sistema fraudulento de transferencias y financiación, entre 2000 y 2009 periodo de tiempo juzgado, lo cual no significa que no hayan existido otras cantidades defraudadas, tanto antes como incluso después de este periodo. La justicia tiene por una parte que castigar al culpable por sus actuaciones ilícitas, así como reparar el daño causado, y en esta segunda parte seguimos teniendo muchas lagunas en nuestra legislación vigente.

Esta sentencia de los EREs pone a la luz virtudes y defectos de nuestra justicia. Por una parte no parece de recibo la instrucción de un proceso judicial que dura más de una década, que cuando se resuelve con el tiempo transcurrido son muchos los que por el camino no ven reparados sus legítimos derechos. La justicia cuando llega tarde también puede producir situaciones no deseadas y que caen en contradicción con sus propios principios generales.

Algunos casos como el de las sentencias de derribo en Cantabria, sabemos bien de lo que hablamos con el retraso de la justicia, así después de décadas esperando que se haga justicia, muchos a los que había que reparar el daño causado ya han fallecido, y los demás llevan con su patrimonio secuestrado todo ese largo periodo, cuando los condenados son las propias administraciones públicas.

Ahora bien, hay que destacar la importancia que tiene para nuestra sociedad el buen funcionamiento de nuestro ordenamiento jurídico, que con todos sus defectos, que los tiene, algunos ya los hemos indicado, no son pocas las veces que incluso contra enormes presiones del poder político, basta ver lo ocurrido con los casos de la Gürtel y los EREs y sin embargo los jueces han sido capaces de imponer esa verdad jurídica tan fundamental en nuestra sociedad. Condenar a los partidos de gobierno no es fácil, ya que los instrumentos con los que cuentan son tan enormes que tiene mucho mérito, y habla mucho y bien a favor de nuestra justicia, que no por ello tiene que dejar de ser criticada, ya que la misma es impartida por  mujeres y hombres con sus fobias y filias.  

El tiempo nos va devorando, lo que hoy es noticia, mañana estará en el olvido

Llama la atención como según a quién les saque los colores la justicia después las justificaciones, de unos y otros, aunque estén en las antípodas ideológicas, sus argumentos son tan similares, la culpa siempre fue del que no está, y la responsabilidad diluida por el tiempo de unas actuaciones que forman parte de la historia, aunque sea la negra historia de la corrupción en nuestro país. Después detrás de tanta corrupción están comportamientos y personajes que recuerdan esos sórdidos episodios de Torrente o incluso a los Pajares y Esteso de la época, donde sexo, drogas, alcohol y enriquecimientos ilícitos los pagamos todos a escote.

Eso sí, la presunción de inocencia es para todos hasta que la sentencia es firme, y ésta desde el punto de vista penal tiene cabos sueltos, pero ya nadie duda que el daño a Andalucía, a todo el país, a la credibilidad  de las instituciones está hecho.

El tiempo nos va devorando, lo que hoy es noticia, mañana estará en el olvido, lo preocupante es cuando alguien decide qué es noticia hoy y mañana, lo preocupante es quién mueve nuestra barca sin que nosotros tengamos conocimiento.

 

¿Quién maneja mi barca...?
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