Cuando estamos en los primeros días del año, se mira al mismo como ese libro que empezamos a escribir con casi todas sus hojas en blanco, montados sobre el caballo del tiempo lo llenaremos de acontecimientos, alegrías que esperemos sean muchas y penas que por desgracia vienen solas. Ahora que tenemos el zurrón lleno de buenos deseos de nuestros familiares, amigos, conocidos y marcas comerciales, ¡ojala sirvan de moneda de curso legal! para disponer de los mismos cuando nos sea necesario, pero... ya nos avisan que estamos felicitando incluso por encima de nuestras posibilidades.
Seremos nosotros los que pongamos las letras de los buenos propósitos, bajar esos kilos de más, usar las escaleras y menos el ascensor, otra oportunidad para leer y escuchar a los clásicos, descubrir los montes que están a nuestro lado antes de querer conocer el Kilimanjaro, la Aconcagua o el Himalaya, cómo no, la asignatura pendiente de ese curso de inglés que llevamos iniciando desde que el bueno de William Shakespeare ponía en boca de Hamlet aquello tan hondo "ser o no ser, that is the question", y las más profundas: comprar kilos de paciencia, más tiempo para estar con los nuestros ... esto es, aportar lo mejor, "cada día es una nueva oportunidad y las oportunidades son como los amaneceres, si esperamos demasiado tiempo, acabaremos echándolas de menos". Afortunadamente el sol nos seguirá iluminado todos los días, incluso en los más nublados.
Afortunadamente el sol nos seguirá iluminado todos los días, incluso en los más nublados.
A los buenos propósitos les pueden poner freno los fantasmas del pasado que siguen estando presentes, como la violencia machista, que con toda su crudeza se ha llevado a Rebeca asesinada por veinte puñaladas de otro mal nacido estos días en Laredo. Escuchar propuestas como la de Vox que condiciona su apoyo al gobierno PP-Cs a la eliminación de ayudas contra la violencia de género, lo cierto es que asusta, y a veces tienes que preguntarte ¿avanzamos o volvemos al negro pasado?. Esa desigualdad que sigue avanzando donde el 1% de la población mundial acapara el 82 por ciento de la riqueza, mientras que la clase media pierde poder adquisitivo. Seguimos destruyendo nuestro Planeta a un ritmo vertiginoso, en los últimos 50 años hemos contaminado más que en 100 siglos, más de 10 billones de kilos de basura son tirados cada año al mar, en su mayoría plásticos, Jacques Cousteau advirtía "el agua y el aire, son dos fluidos esenciales de los que depende la vida, los hemos convertido en latas globales de basura", pero en lugar de dar soluciones seguimos construyendo muros y creando fronteras,
Si miramos nuestra actualidad otra vez los pesados de siempre con el tema catalán que aburre hasta los independentistas asemejándose a aquella asignatura que has suspendido varias veces y toca recuperación. Da una pereza intelectual terrible, aunque algunos ya hablan de aplicar el proverbio chino "problema que no tiene solución no es problema, es una desgracia". Luego está la Tercera ley de Newton el Principio de Acción y Reacción: Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción). En política se puede traducir fácilmente, cuanto uno imprime una fuerza por la izquierda, nace otra de parecida intensidad por la derecha. Cuando uno se quiere separar de lo que, según algunos, fueron los propios Reyes Católicos los que lo habían unido, esos proclamados herederos de las esencias, de una, grande y libre con el fin de asegurarse de dejar atado y bien atado, brotan ultras de nuevo cuño que hace cuatro días nadie conocía. Qué no nos distraigan con fuegos de artificio cuando la realidad es tener más de tres millones de parados.
A los buenos propósitos les pueden poner freno los fantasmas del pasado que siguen estando presentes, como la violencia machista,
En Cantabria todo parece girar en torno al "Chamán" de Polaciones, sea dicho en sentido literal y con todo el respeto, que últimamente algunos están demasiado sensibles para sus cosas, El Sr. Revilla es noticia hasta cuando se recorta el bigote, será la 10ª ocasión en la que concurra como cabeza de lista al frente del PRC, las víctimas de los derribos, y su gestión, siguen esperando que alguna vez cumpla con su palabra, lo que aprobó en el Parlamento de Cantabria y dé la solución que cientos de familias se merecen después de tantos años de sufrimiento. En los demás partidos hay tantas incertidumbres que se lo están poniendo como a Fernando VII, la mayoría tiene el enemigo en casa.
Otra vez con lo de siempre, este año agravado ya que nos mandan pasar por las urnas, y en tiempos de elecciones ya se sabe la primera víctima es la verdad y la imparcialidad, son tiempos de o con los míos o contra mi, y la racionalidad siempre puede esperar guardada en el cajón de los recuerdos perdidos. Nos prometerán tantas cosas que ellos saben que nunca van a cumplir, así leer algunos programas electorales puede ser lo más parecido a la lectura de un libro de ciencia ficción.
Siempre nos quedará el circo, lo del pan es otra cuestión, bueno ahora a ese espectáculo lo llaman deporte, Messi nos dejará con la boca abierta desafiando las leyes que dicen que los bajitos no podemos ganar a los grandes si no tenemos una onda, volverá a regatear a todo lo que se le ponga por delante, si hace falta hasta a la propia Hacienda, todo ello entre el clamor de la afición. Nadal ganará Roland Garrós por decimotantas veces o eso esperamos, y echaremos de menos los abandonos de Fernando Alonso, ahora pasando los domingos al sol, nosotros esperando que gane el Racing, Gimnástica, Athletic, Barsa, Madrid... que en fútbol, política y religión todos creemos tener razón.
Nos prometerán tantas cosas que ellos saben que nunca van a cumplir, así leer algunos programas electorales puede ser lo más parecido a la lectura de un libro de ciencia ficción.
Sobre el pan, ya se sabe que los que dirigen la economía buscarán esas excusas de mal pagador que tanto gustan a los bancos centrales, el FMI... y tantos expertos, que nos dicen lo que va a suceder, eso si, después de que ha pasado. Su receta o menú es conocido por todos, consiste en el Robín Hood inverso, si las cosas van bien se enriquecen los que más tienen, y si van mal una oportunidad de negocio para ellos. Todo se arregla con la flexibilidad laboral, una forma de mandarte a la calle con una mano delante y otra por donde te han mandado,... Esas recomendaciones de bajar salarios por quienes nadan en la abundancia es la descripción de la hipocresía, por si acaso nos recordarán que la hucha de las pensiones se ha roto hace tiempo, y la culpa es de tanto jubilado que quiere vivir como si no hubiera un mañana.
Cambiemos de gafas y pongamos las del optimismo. Qué los fantasmas de pasado no nos arañen los sueños, qué el libro del presente año sea un bestseller de éxito, es gracia que pido en estos tiempos donde sus majestades conceden los deseos incluso a los republicanos. Por lo demás, no hay dudas, será un gran año.