sábado. 20.04.2024

Los surcos y la lluvia siempre son hermosos

Y es que Cantabria siempre ha sido y se ha distinguido por ser un país de agua y de lluvia.

Desde hace más de 40 años escribo, investigo y tomo notas de palabras, giros, expresiones, y en general, de todas cuantas aquellas curiosidades, originalidades y peculiaridades tienen que ver con la manera y la forma de cómo se dicen y se hablan las cosas en lo que desde hace mucho tiempo se denomina la Cantabria Histórica. Un territorio éste que sin duda es mucho mayor y más extenso que el actual, y al que desde hace relativamente poco tiempo se denomina con el nombre oficial de Comunidad Autónoma de Cantabria.

Y aunque haya sucedido que a lo largo de todos estos años haya podido perder y extraviar algunos de apuntes y referencias más significativos, que todo hay que decirlo, con gran cariño y esmero he guardado durante todos estos años de viajes e indagaciones por esa mágica y sorprendente Cantabria que aún existe, los que precisamente tienen que ver con las abundantes y variadas denominaciones que sin embargo reciben los surcos y la lluvia en Cantabria, así como otros fenómenos atmosféricos todavía los conservo a buen recaudo.

Lo que en éste artículo aparece reflejado, y que principalmente se centra en la lluvia, es solo una muestra más por querer dar a conocer al público en general (y a los lingüistas en particular) un patrimonio cultural que entre todas las personas debemos proteger y guardar, y de ninguna de las maneras dejar morir y perecer.

El dicionariu o palabreru cántabru recoge un importante volumen de significados, conceptos y alcances para referirse a una misma palabra que tiene diferentes denominaciones, pensamientos y nociones. Los ejemplos darían aquí para muchas páginas de un libro, pero en esta ocasión solo pondremos dos modelos: uno sencillo (el que tiene que ver con la palabra “surco”) y otro ya más elaborado y configurado (el que tiene que ver con la palabra “lluvia”), pero sin duda ambos aclaratorios y esclarecedores a la hora de poder mostrar a la opinión pública en general aspectos y conocimientos acerca de la identidad cultural y lingüística que es propia de un país singular.

Por ejemplo, para referirse el cántabru a la palabra castellana “surco”, se emplean diferentes términos en función de cómo es ese surco: más grande, más pequeño, situado en un alto, etc. A continuación algunos ejemplos:

- Cuando el surco es pequeño, entonces es: chorcu.

- Cuando el surco es pequeño y el agua desborda, entonces es: pericera.

- Cuando el surco es un poco más grande de lo habitual, entonces es: riegu.

- Cuando se trata del primer surco con el arado, entonces es: impuesta.

- Cuando es surco en camino para correr el agua, entonces es: sangraera.

- Cuando el surco es profundo, entonces es: sucu.

- Cuando el surco tiene maleza, o baja con arena o madera o basura o sucia, entonces es: suterela, sutarela.

- Cuando el surco está en lugar en donde hay neveros en las montañas, entonces es: ñucareza.

- Cuando el surco es realizado, o bien espontáneo, pero tiene muchas curvas, entonces es: rigateletu.

- Cuando el surco es visitado con frecuencia por animales salvajes, entonces es: pesite.

- Cuando el surco está a rebosar porque sobre él llueve de manera abundante e incontrolada, entonces es: ciluca.

Con la palabra “lluvia” (precipitación acuosa en forma de gotas) sucede exactamente lo mismo, pero de una manera ya mucho más acusada, elaborada y pronunciada que con el “surco”.

Y es que para algunas culturas ligadas o muy ligadas al líquido elemento (como lo es en este caso la cultura cántabra), el agua es posiblemente uno de sus símbolos “tótem”, o cuando no, sencillamente, la circunstancia poética más ligada a la Naturaleza, aunque también una de las que mejor encaja en la propia simbiosis romántica de este pueblo celta y cantabriego. Quizá por esta razón el filósofo, matemático, lingüista y lógico austriaco, Ludwig Wittgenstein (nacido a finales del siglo XIX) una vez escribió: “(…) de lo que no se puede hablar, lo mejor callarse”, quien como los Románticos también se dio cuenta de que hay zonas de la materialidad, la existencia y la realidad en donde quizá el lenguaje muchas veces se revela incapaz y deficiente a la hora de poder expresar y comunicar ciertos matices, opiniones, pareceres, así como no pocos criterios y conceptos.

Y es que el cielo en Cantabria siempre es hermoso, y por eso, y si en el mismo no hubiera nubes, entonces en verdad nunca habría agua, y lógicamente tampoco vida. De esta forma es como sabemos que una misma palabra se podía decir antaño (principios del pasado siglo) en cántabru de hasta muchas maneras y formas diferentes, además de que los giros y las precisiones para hacer referencia a dichos conceptos eran también y por aquel entonces muy variopintos y harto llamativos, y con todo y sin duda muy dispares y diversos a como los podríamos comprender y trasladar hasta los días del presente.

Y es que el cielo en Cantabria siempre es hermoso

Un presente donde los fenómenos atmosféricos ya no son ni mucho menos los mismos a los de antaño, además de que las maneras y las formas que tenemos muchas veces para nombrarlos y referirlos también son muy diferentes y distintos, habiendo jugado en este aspecto la “nueva realidad”, la “nueva normalidad”, y hasta incluso la “nueva cultura” un papel fundamental a la hora de propiciar y rediseñar un cambio de conciencia y de paradigma a las nuevas poblaciones de cántabros y cántabras, que muchas veces han sido desconectadas (en ocasiones para siempre) de su pasado más inmediato y cercano por realidades, y hasta por incluso modas inducidas y dirigidas que poco o nada tienen que ver con nuestra esencia más inmediata y genuina.

A la lluvia por ejemplo los “güelos” y las “güelas” la nombraban antes de hasta casi 90 maneras y formas diferentes en función de cómo ella caía, que tiempo o estación era del año, si era por la tarde, por la noche o por la mañana, si venía acompañada de granizo o nieve, viento y/o humedad, etc. Y es que Cantabria siempre ha sido y se ha distinguido por ser un país de agua y de lluvia. He aquí solo algunos ejemplos que aún se usan y/o se han usado hasta tiempos muy recientes:

- Llover. (ver.): Llover.

- Llover a mares. Llover muchísimo. (ver.): Jarrear.

- Lluvia repentina, abundante, impetuosa y de poca duración. (sust.): Auguaceru-os.

- Lluvia que cae con relámpagos. También lluvia que cae con mucha descarga. (sust.): Paricera-s.

- Llover de continuo, y sin parar, sobre todo en los meses estivales. (ver.): Cambacera.

- Lluvia que al caer hace mucho ruido. (sust.): Bacinera-s.

- Lluvia que rápidamente forma charcos. (sust.): Champergul-is.

- Lluvia que cuando cae encharca de forma lineal y alargada la tierra varios metros. (sust.): Longita-s.

- Lluvia muy agradecida, o que llega en momentos que son muy esperados y deseados. (sust.): Trovera-s.

- Llover finamente cuando se da la circunstancia de que no hace frío o hay viento. (ver.): Orbayar.

- Lluvia fina. (sust.): Mugina-s.

- Lluvia denominada de las de “a trompa (sust.): A turriplen-is. También sirve este término para definir el concepto de “a todo tren”, o vivir sin privarse de nada, a lo grande y sin preocuparse por lo que puedan costar las cosas. Un término este que igualmente se utiliza en la locución adverbial para significar “mucho”, o “en abundancia”.

- Lluvia que cae mientras está pariendo un animal en el establo. (sust.): Espurriquera-s.

- Lluvia que suena al caminar entre charcos. (sust.): Zanquera-s.

- Lluvia de que cuando en un sitio está lloviendo en otro no lo hace. (sust.): Batuerta-s.

- Lluvia menuda que al tiempo viene acompañada con fuertes rachas de viento. (sust.): Mugalla-s.

- Lluvia y después (a continuación) nieve. (sust.): Nisa-s. Nixa-s.

- Lluvia que comienza en la madrugada. (sust.): Oricera-s.

- Lluvia de Abril. (sust.): Niala-s.

- Lluvia que cae de madrugada, normalmente a media noche acompañada de viento y frío. (sust.): Narea-s. Narera-s.

- Lluvia que cae de madrugada acompañada de viento y frío, y luego se prolonga durante varias horas seguidas y sin parar. (sust.): Naracera-s.

- Lluvia de “pica” (a lo “pesáu”), o bien lluvia que al caer molesta por hacer algo de daño y/o ser fastidiosa. (sust.): Purnica-s.

- Lluvia húmeda. (sust.): Humedanzera-s.

- Lluvia húmeda en las noches de la luna llena. (sust.): Babaña-s.

- Lluvia que embarra las calles. (sust.): Embarbariega-s.

- Lluvia sucia o manchada ocasionada por la actividad humana que al caer “cochinea” todo lo que toca. (sust.): Trebada-s. Trasbada-s.

- Lluvia de las que se denomina como “de las de cortina”. (sust.): Velu-os.

- Lluvia de difunto. O bien lluvia que cae cuando hay entierro, sepelio o cortejo. (sust.): Ejempliega-s.

- Lluvia que cae sobre los animales de cría en el campo. (sust.): Esquilera-s.

- Lluvia que a tiempos es de agua y a tiempos también de nieve. (sust.): Pirinca-s.

- Llovizna. (sust.): Aguarrina-s.

- Lluvia que de tan ligera que es apenas parecería que está callendo. (sust.): Marmaña-s.

- Llovizna fina que se prolonga durante varios días seguidos. (sust.): Murgina-s.

- Llovizna fina que se sucede durante varias horas y de manera constante. (sust.): Rucior-is.

- Llovizna que cae en forma fina durante varias horas al tiempo que los pájaros cantan. (sust.): Lebritera-s.

- Lluvia que al observarla cae en el mar. (sust.): Zuncara-s.

- Lluvia de Enero. (sust.): Jenerina-s.

- Lluvia que rápidamente forma riachuelos. (sust.): Olcaza-s.

- Lluvia impetuosa y repentina que dura solo unos minutos. (sust.): Chaparraa-s.

- Lluvia denominada de las de “a tromba”. (sust.): Trombaa-as.

- Lluvia “a mares” o super abundante, pero que sin embargo y al poco de empezar acaba. Sería al castellano “chaparrón”. (sust.): Jarréu-os.

- Lluvia que también conocida como aguacero o chaparrón, es un tipo de precipitación cuyas características principales son su gran intensidad y la rapidez con la que aparece y con la que finaliza. (sust.): Chuvascu-os.

- Lluvia que empieza a caer “a mares” (super abundante) al poco de salir el sol. (sust.): Ñartucira-s.

- Lluvia llovedora, o también llamada “lluvia de vientos llovedores”, que sin duda es de las peores mezclas de viento y agua que se puedan dar. (sust.): Juntina-s. Jundera-s.

- Lluvia aguacera acompañada por fuertes ráfagas de viento. (sust.): Trubón-is.

- Lluvia que viene acompañada por varios fenómenos atmosféricos vehementes, sobre todo nieve y vientos fuertes e intensos. Es quizá la peor de todas las lluvias posibles debido a su peligrosa intensidad. (sust.): Sobera-s.

- Lluvia con nieve. (sust.): Enivara-s.

- Lluvia de viento, hielo y nieve. (sust.): Torba-s.

- Lluvia que se junta con viento polar. (sust.): Rabuda-s.

- Lluvia que cae con relámpagos y con también relámpagos centelleantes: (sust.): Eniva-s.

- Lluvia que cesa: (sust.): Escampa-s.

- Lluvia de gota larga y/o alargada. (sust.): Cambara-s.

- Lluvia de gota pesada o también llamada “lluvia de gota gorda”. Es aquella lluvia que viene cargada con mucha agua. (sust.): Unara-s.

- Lluvia de rana. Lluvia que es tan intensa, que literalmente parecería que llueven ranas del cielo. (sust): Saparón-is.

- Lluvia que cae al final del Verano de una manera inesperada. (sust.): Cuerrilara-s.

- Lluvia acompañada por un intenso viento (ver.): Zurriascar. Jurriascar. Ambos similares a “jarrear”. Como palabras asociadas tendríamos “jurriascaa-jurriascada” o “jurriasca” y “zurriascaa-zurriascada” o “zurrasquera”, todas ellas de uso común en Cantabria.

- Lluvia que al caer al suelo en zonas surcadas o trabajadas en la tierra crea charcos pequeños y medianos. (sust.): Cortera-s.

- Lluvia de sorpresa o inesperada con viento Sur: Abrigüenta-s.

- Lluvia que cae al oscurecer. (sust.): Nuecha-s.

- Lluvia que cae al comenzar a sembrar. Es la lluvia más agradecida y la mejor venida de todas. Aquella que cae y se aposa “suavemente” y que casi “no moja”. (sust.): Nucera-s.

- Lluvia que empieza a caer al amanecer. (sust.): Amiza-s. Amicera-s.

- Lluvia de amanecer en los meses de Verano. (sust.): Borrada-s.

- Lluvia fina. Llovizna fina que para y sigue sin saber cuándo acaba o empieza otra vez. (sust.): Auguarrina-s. Aguarrina-s. Mojarrina-s.

- Lluvia fina que a sabiendas se conoce más o menos con certeza cuando va dejar de hacerlo. (sus.): Angualeru-os.

- Lluvia fina cuando se da la circunstancia de que no hace frío o viento. (sust.): Orbayu-os.

- Lluvia intermitente y prolongada en el tiempo. (sust.): Garaza-s. Garanza-s.

- Lluvia que cae por la chimenea. También lluvia que se observa cuando hay humo. (sust.): Vitera-s.

- Lluvia menuda. (sust.): Argaña-s.

- Lluvia menuda acompañada de fuertes rachas de viento. (sust.): Mugalla-s.

- Lluvia abrasadora o lluvia de calor. Que es aquella lluvia más propia y habitual durante los meses de Verano, y de cuando más calor hace, y cuando precisamente se produce este tipo de lluvia más caliente de lo habitual. (sust.): Abrera-s.

- Lluvia menuda o conocida. También se le da esa misma denominación a la lluvia cuando ella viene acompañada con algo de viento. (sust.): Murrina-s. Morrina-s.

- Lluvia de granizo es aquella denominación que hace referencia a la lluvia que al poco de caer (y rápidamente) se convertirá en pequeñas bolas de hielo blanco de forma irregular cuyo diámetro es de aproximadamente 5 milímetros o menos. Este tipo de “lluvia transformada” se origina cuando las gotículas subfundidas de agua en las nubes se condensan en torno a un cristal de hielo. Se podría decir que es un tipo de granizo muy fino, si bien antes de ser tal, previamente es un tipo de lluvia que recibe una denominación especial. (sust.): LLaminza-s.

Y es que Cantabria siempre ha sido y se ha distinguido por ser un país de agua y de lluvia

- Lluvia de cara es la denominación que recibe la lluvia cuando esta nos golpea la cara al precipitarse sobre una persona. (sust.): Lizera-s.

- Lluvia menuda cuando al mismo tiempo hace viento y frío. (sust.): Naranza-s.

- Lluvia de rocío, o lluvia que cae al poco de haber helado y en la tierra aún hay rocío. (sust.): Ruciera-s. Igualmente tiene este término otra significación paralela cuando se refiere a la “rociada”, o la capa de rocío que cubre la tierra y las plantas.

- Lluvia de acantilado, o bien aquella lluvia que cae cuando nos encontramos frente de un acantilado. (sust.): Enjalaréu-os. Antiguamente se le denominaba más precisamente con el término de “l’enjalaréu”.

- Lluvia que cae sobre la nieve. (sust.): Sarabia-s.

- Lluvia de los días oscuros, o de cuando el día es muy oscuro. (sust.): Escurina-s. También recibe el nombre de “lluvia d’escurina”.

- Lluvia de boda, que contrariamente a lo que se pueda pensar en Cantabria no es de mala suerte, sino todo lo contrario. Es la lluvia que habitualmente cae en las ceremonias de bodas o cuando estas tienen lugar. De siempre se le llamó a esta lluvia, “lluvia de boda”, si bien también y en realidad, este concepto igualmente abarcaba y se completa con momentos, eventos y conmemoraciones que son especiales y/o significadas. (sust.): Anara-s.

- Lluvia que empieza de una manera repentina. (sust.): Arrinquera-s.

- Lluvia de noche oscura o muy oscura. (sust.): Vallona-s. Zarrera-s.

- Lluvia que al caer al suelo se mezcla con la paja, que es el tallo seco de ciertas gramíneas, especialmente los cereales llamados comúnmente de “caña”: trigo, avena, centeno, cebada, etc. (sust.): Amecha-s.

- Lluvia de Otoño. (sust.): Tarduera-s.

- Lluvia de sol o lluvia sin nubes es un fenómeno inusual que se sucede cuando en el cielo no hay nubes o circunstancias tormentosas visibles. (sust.): Grisu-os.

- Lluvia intermitente. Lluvia que al poco de parar vuelve de nuevo a comenzar, pero esta vez con más fuerza e intensidad. Y esto es algo que se sucede durante un tiempo prolongado y espaciado en el tiempo. (sust.): Nagara-s. Anagara-s.

- Lluvia con niebla muy intensa. (sust.): Idara-s.

- Lluvia que cae en la orilla del mar. (sust.): Viñalera-s. Viñalara-s.

Los surcos y la lluvia siempre son hermosos
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