martes. 23.04.2024

Los cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander y el ejemplo leonés

El aprendizaje y la formación de la persona es un proceso dinámico que requiere del aprovechamiento de las coyunturas formativas en su totalidad.

Un sugerente y enriquecedor planteamiento para los tiempos libres del  Verano puede contemplarse muy acertadamente si mezclamos el binomio “diversión-aprendizaje”, ya que en la vida ningún momento puede dejar de ser tiempo de y para aprender, pues el tiempo nunca se detiene, y, además, el aprendizaje y la formación de la persona es un proceso dinámico que requiere del aprovechamiento de las coyunturas formativas en su totalidad.

Por tal motivo, y puesto que el Verano es una época fantástica que invita a colocar sobre la mesa intereses, gustos, inquietudes, sugerencias y propuestas, al respecto de la manera de aprovechar mejor los tiempos formativos y en sano y enriquecedor ambiente, desde los planteamientos cantabristas en favor de la lengua cántabra abogamos por que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (Universidad Pública creada en 1932 por Decreto del Gobierno de la II República, a propuesta del Ministro de Instrucción Pública) pueda acceder a que en la misma se puedan impartir Cursos, Encuentros, Talleres, Aula de Verano, Congresos, y hasta Cursos de Formación para el profesorado que desee enseñar la lengua cántabra en dicha Universidad y que así lo demande.

Según sus estatutos, la UIMP se define a sí misma como un “centro universitario de alta cultura”, y puesto que su nombre rinde homenaje al mismísimo Marcelino Menéndez Pelayo; quien a su vez (y como se sabe) era un enamorado de emplear términos cántabros siempre que tenía ocasión y le apetecía. ¿Qué tal si durante el Verano boreal en el Palacio de la Magdalena de Santander, además de los cursos de castellano para extranjeros, también se comienza con los mismos, pero esta vez en cántabru?

Seguro que el Campus de Las Llamas (que imparte másteres en diversas áreas de conocimiento), y pasando el tiempo, es probable que en algún momento incorpore una oferta académica que incluya la organización, el desarrollo y la enseñanza de un máster especializado en la lengua cántabra en su conjunto. Pues como muy bien reza en latín el lema de la UIMP (sapere aude), con el tiempo todo se andará.

Poco a poco, y paso a paso, la Universidad de Cantabria debería de trabajar codo con codo, y hombro con hombro, para que las organizaciones que defienden la presencia del cántabru en la sociedad tengan más presencia en la misma, y al tiempo, también puedan presentar estudios de calidad en las aulas del fantástico complejo universitario. No en vano en La Magdalena han tenido lugar jornadas gloriosas en las que participaron José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Ramón Menéndez Pidal, Xavier Zubiri, Blas Cabrera, y así un largo etcétera de personalidades. Con acierto y esperanza, esperamos que pronto incorporen profesores y especialistas en cántabru, o al menos, cursos de cántabru.

Un curso de Verano que abarque la enseñanza del cántabru puede servir, y para empezar, para que “la muestra lengua sellenca” (nuestra lengua propia) sea presentada como una parte muy importante de nuestro patrimonio cultural; al tiempo para que también se pueda encontrar un espacio para su enseñanza y divulgación. Si además estas acciones son realizadas por consejeros, como, por ejemplo sucede en otras comunidades vecinas, (caso de León), donde en Julio de 2018 el consejero de Educación de la Junta (Fernando Rey), afirmó en la Universidad de León, que los cursos de leonés “son una clave para difundir el leonés”; entonces lograremos sin lugar a duda, darle prestigio a un idioma que tradicional e históricamente ha sido siempre muy maltratado y apartado de la vía y el conocimiento público.

Por ejemplo, y solo para situarnos, en Castilla y León la mejor oferta educativa del Verano en el año 2018 llegó de la mano de la Universidad de León (ULE), y el inicio del curso sobre la lengua leonesa se enmarcó dentro de las actividades que la Universidad organizó para potenciar su estudio y posterior enseñanza. Un curso este de leonés que se encuadró dentro de la Cátedra de Estudios Leoneses, con unas perspectivas diversas, así como con una gran acogida entre la sociedad.

De hecho, José Ramón Morala Rodríguez (director de la Cátedra de Estudios Leoneses, al tiempo que uno de los más notables expertos en el área del leonés medieval y de la evolución histórica de dicho idioma hasta la fecha) explicó en Julio de 2018, que  “se trata de un estudio con una parte típica de los planteamientos filosóficos, lingüísticos y académicos, y en donde hay una avance de los estudios literarios, el estatuto legal de la lengua leonesa, junto a la propuesta de los talleres didácticos”.

A mediados de Verano de 2018, Fernando Rey, el que fue Consejero de Educación de Castilla y León, defendió la divulgación del leonés en la apertura del Curso de Verano organizado por la Cátedra de Estudios Leoneses de la Universidad de León (ULE) con estas palabras: “el leonés es una parte muy importante del patrimonio cultural de la Comunidad”, sin embargo también manifestó que el ejemplo de

Asturias  “no es el que se debe seguir en León, Zamora y Salamanca. Mi opción es que el bilingüismo sea inglés, francés, alemán o chino, pero debemos encontrar un espacio para introducir la lengua leonesa en nuestra aulas porque forma parte de nuestro patrimonio cultural”. Además, incidió en el “papel clave” que ejerce la Cátedra de Estudios Leoneses para “elevar el nivel de difusión del leonés, pues estamos en los albores de un reconocimiento universitario de máximo nivel de esta lengua, lo cual es clave para su posterior enseñanza”.

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