jueves. 28.03.2024

La campeona olímpica de salto de altura, Ruth Beitia, confesó que lograr la medalla de oro en el Campeonato del Mundo de Londres de este próximo verano sería su "último sueño" después de un 2016 "increíble", y en la misma pista con la que tiene una "cuenta pendiente" por su cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de 2012.

Ruth Beitia desveló que tras regresar a Santander después de disputar la última prueba de la 'Diamond League' se fijó, junto a su entrenador, Ramón Torralbo, un "reto muy especial". "En agosto tengo una oportunidad en Londres, una ciudad muy especial por ese cuarto puesto cuando decidí cerrar mi vida deportiva. Perdí esa oportunidad en una pista que me ha dado cuatro años de latir el corazón para conseguir ese sueño en Río. Tengo una cuenta pendiente y ojalá pueda pasar a la final y, si fuese el oro, sería el último sueño cumplido", comentó.

Así se expresó Beitia tras recibir este miércoles el premio de la Asociación Española de la Prensa Deportiva (AEPD) en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, ya que no pudo acudir a la Gala Nacional del pasado lunes en el Teatro Calderón de Valladolid porque se encontraba de regreso del Europeo de Belgrado, donde logró la plata continental.

"Tengo una cuenta pendiente y ojalá pueda pasar a la final y, si fuese el oro, sería el último sueño cumplido", comentó Beitia

Al acto, celebrado en el Casino Círculo de Recreo de Medina de Rioseco, acudieron el alcalde de la localidad castellana, Artemio Domínguez, el presidente de la AEPD, Julián Redondo, y el propio técnico de la saltadora, Domingo Torralbo, igualmente premiado por los periodistas especializados en deporte.

"He empezado 2017 con mucho cariño, recibiendo premios por una temporada increíble en la que he cumplido el mayor sueño que tenía: una medalla olímpica. Y fue el oro. Estoy muy orgullosa por recoger el premio de la AEPD", manifestó la atleta cántabra, que el lunes envió un video de agradecimiento disculpando su ausencia en la gala.

Beitia no dio especial importancia a recibir el premio en una fecha tan simbólica, el Día de la Mujer Trabajadora, porque, según ella, "son los 365 días del año". "Pero tenían que poner una fecha en el calendario. Quiero dedicárselo a todas las mujeres que luchan por sus familias. Estoy encantada de representar a mi país como deportista, porque la bandera es igual para hombres y mujeres", indicó.

La reciente subcampeona de Europa se felicitó porque la vida le diera una "segunda oportunidad" en Río. "Ha sido un regalazo. En últimos cinco años hemos recogido lo que llevamos sembrando en 26 años. Soy lo que soy gracias al deporte y me siento muy feliz por este año tan especial", señaló.

La clave de haber logrado estos éxitos es, entre otras, su buen entendimiento con su entrenador. "Ha habido respeto mutuo y me deja hacer. Hemos trabajado a golpe de consenso. Desde que era pequeñita siempre me dejaba dar mi opinión y, aunque la gente no lo cree, nunca hemos discutido. Nos hemos guiado mucho por las sensaciones", subrayó.

Beitia explicó cómo es el método que han aplicado para seguir tanto tiempo juntos. "Antes de saltar es él el que habla. Y después, me corrige y pone el punto final para que el salto sea fantástico. En su casa me siento como una Torralbo y él, en la mía, es un Beitia más", señaló la campeona cántabra.

“El oro en el Mundial de Londres sería el último sueño cumplido”