sábado. 20.04.2024

La Intersindical Cántabra, integrada por SUC (Sindicato Unitario de Cantabria), STEC (Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Cantabria), SF (Sindicato Ferroviario) y SCAT (Sindicato Cántabro de Asalariados del Transporte), ha mostrado su “apoyo incondicional” a los trabajadores y trabajadoras “tanto de Sniace como de las demás empresas en crisis” y, “más allá de las buenas palabras y medidas concretas de apoyo que sirvan para paliar las consecuencias inmediatas de esas crisis”, ha reivindicado la elaboración, “de una vez por todas”, de “un auténtico y realista Plan Industrial, totalmente integrado en ese Plan de Ordenación del Territorio que tanto se hace de rogar o al que los distintos gobiernos, no se sabe por qué, parecen temer”.

La Intersindical Cántabra ha recordado en un comunicado que cuando hace apenas dos meses se veía “con sorpresa la cascada de empresas en crisis de Cantabria, traducida en la presentación de distintos EREs, las especulaciones venían motivadas por una supuesta derogación de la reforma laboral, prometida por los partidos del Gobierno de coalición en sus campañas electorales, muchos pensaron que las empresas estaban tomando posiciones, tratando de anticiparse, con acuerdos o medidas de salvaguarda, con las que protegerse de una previsible modificación de las condiciones laborales que tan favorables les estaban resultando, como consecuencia de la mencionada reforma laboral”. Sin embargo, “los últimos acontecimientos, centrados sobre todo en el acuerdo de liquidación de Sniace, pudieran dar a entender que las especulaciones anteriores eran eso, meras especulaciones, y que la razón de tales movimientos empresariales tenía la explicación de lo que ahora está saliendo a la luz: las medidas que el Gobierno piensa llevar adelante en el terreno energético”.

Para la Intersindical Cántabra, “ambas cosas no son contradictorias, sino que más bien pueden ser complementarias: los EREs serían un toque de atención a los trabajadores para crear una psicosis de situación crítica que les predispusiese a aceptar propuestas negativas futuras como un mal menor”. “Lo que todo esto revela es que el sector industrial en Cantabria muestra debilidades importantes y carece de apoyo efectivo por parte del Gobierno autonómico, ya que no existe un verdadero Plan Industrial, un plan de futuro que refuerce las potencialidades del sector y amortigüe sus limitaciones y que sea un plan cántabro, elaborado en base a un estudio de nuestra realidad, y no dejándose llevar por modas o corrientes exteriores de difícil aplicación en nuestro entorno”. Y, sobre todo, “un plan con fundamento, que no venda humo, como tantos proyectos (o más bien ideas felices) a que nos tienen acostumbrados tanto el consejero de Industria como el propio presidente Revilla”, a quien la Intersindical Cántabra no podrá “perdonar el fiasco de la tan cacareada y frustrada recuperación de la mina de Reocín”.

La Intersindical Cántabra muestra su “apoyo incondicional” a los trabajadores de Sniace...
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