martes. 23.04.2024

Fariña

Los años oscuros del "boom del ladrillo" en Cantabria dejarían en pañales lo que estamos viendo en la serie Fariña.

La ficción muchas veces nos abre los ojos y nos relata la realidad con más claridad que las propias noticias que pueden llegar diluidas o filtradas para esconder la verdad, o parte de la misma que no interesa que conozcamos. Un debate que daría para mucho más de un libro es quién controla los grandes medios de comunicación.

La serie Fariña ha llevado a nuestras casas, nos ha enseñado lo que ha sido una realidad durante décadas, lo que muchos sabían en la zona, pero la corrupción, el miedo y el "no te metas donde no te llaman", "nadie te ha dado vela en este entierro", tapaba. Desgraciadamente, situaciones como las descritas siguen sucediendo en parte de nuestro país. Esas relaciones entre el poder, dinero y sexo, que es la base de cualquier relato, junto con unas dosis de intriga, bien mezclados y servida lentamente en capítulos, como dice algún amigo: "como la vida misma". Existe una verdad oficial de los hechos, incluso a veces una versión judicial de la misma, pero no son pocas las veces que la realidad se encuentra más cerca de una versión novelada, otras se quedan detrás de las bambalinas y nunca llega a ver la luz. Los que saben de esto dicen que por cada caso de corrupción descubiertos son 10 los que quedan ocultos, tapados por el silencio de todos los protagonistas ya que todos tienen algo que perder si se conoce la realidad.

Las conexiones del poder económico y su dominio sobre los otros poderes, las conexiones del legislativo, ejecutivo y judicial, siempre forman parte de la ciencia ficción, hasta que un día alguien relata que en el café tal estaban... y allí se fraguó.... Los grandes acuerdos, la mayoría de las veces, huyen de la luz y los taquígrafos, el problema es cuando además estos destacados convenios cruzan la raya de la legalidad vigente, y buscan otros intereses que no son precisamente el interés general.

Por cada caso de corrupción descubiertos son 10 los que quedan ocultos

Un día descubres que un Vicepresidente del Gobierno es un burdo ladrón, que usaba su poder para el enriquecimiento propio, que un Presidente de una CCAA llevaba bolsas de basura llenas de billetes en el nido de la droga, que otro usaba la habitación de sus suegros para guardar maletines de dinero. Ves como los cursos de formación sirven para dar clases a quienes no lo necesitan y dar dinero a quienes lo tienen por castigo. Como una Presidenta de Comunidad tiene que darse a la fuga por robar dos cremas valoradas en 42 euros ... porque sus amigos posiblemente han filtrado al más puro estilo de "la cosa nostra". A veces los mayores robos son legales, una amnistía fiscal, donde pagamos los de nómina y deducen los de los paraísos fiscales... y sobre todo en aras al fortalecimiento del sistema financiero cientos de millones de dinero público para tapar los agujeros que ellos nos han creado. Eso sí, luego harán informes para decir que no se pueden subir las pensiones, y que se necesita más flexibilidad laboral, ¡vamos para llorar! Quienes nos han estafado millones siguen siendo responsables de importantes compañías financieras.

Si un día alguien escribiese una novela por entregas sobre "la corrupción del ladrillo en Cantabria", cómo se lo llevaban crudo los que estaban a las faldas de las Administraciones Públicas, cómo se recalificaban los terrenos, cómo se concedían las licencias para construir, cómo el alcalde de turno pedía sus mordidas a las constructoras... Era el expresidente de ARCA quien afirmaba: "con el dinero de la construcción se financiaban los partidos políticos", y ya sabemos cómo funciona esto, dos para el partido, uno para el intermediario, otro para el cargo público, ... Gürtel y compañía nos lo han enseñado.

La ficción muchas veces nos abre los ojos y nos relata la realidad con más claridad que las propias noticias

Además del grave daño a todos los ciudadanos, a las instituciones y su credibilidad, los que se llevaron el dinero, los que cometieron los delitos disfrutan de su botín, mientras las familias, víctimas de estos delincuentes, llevan décadas esperando soluciones de las Administraciones y de la Justicia. En el tema de los derribos nos preguntamos. ¿Cómo es posible que el Presidente del Gobierno Miguel Ángel Revilla se pase la vida enseñando cómo se solucionan los problemas, y no resuelve los que son consecuencia de su gestión y son su responsabilidad? ¿Cómo los responsables de los Ayuntamientos después de 20 años no han entregado a la Justicia los Planes Generales para saber si hay posibilidad de regulación de las viviendas, antes de derribar y tener que gastar los recursos de todos los ciudadanos, cuando las mismas están en su mayoría en un suelo urbano consolidado? ¿Cómo es posible que la Justicia durante todo este tiempo ni ha castigado a los culpables, ni reparado el daño causado a las víctimas?

Si alguna vez los que conocen y saben de la corrupción en Cantabria en los años donde los delincuentes anidaban de forma permanente y consentida en nuestras instituciones, si lo sacaran a la luz, lo que dudo, esos años oscuros del "boom del ladrillo" en Cantabria dejarían en pañales lo que estamos viendo en la serie Fariña.

Fariña
Comentarios