José Luis Gochicoa, consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo presenta la red ciclista de Cantabria que espera que pueda llegar a completar 800 kilómetros de distancia y supondrá una mejora en la habitabilidad de las ciudades, además de generar un nuevo atractivo turístico para la zona.
-Antes de nada, ¿cómo se encuentra?
Bien, perfectamente. Activo desde hace varios meses. Fue un desagradable susto pero afortunadamente se quedó en eso y estamos a plena actividad desde hace tiempo.
-¿Qué suponen las sendas ciclables para Cantabria?
Creemos que permiten avanzar hacia una movilidad más sostenible y segura y, de alguna forma, también más saludable. Favorece un cambio de mentalidad en la población el pensar que para trayectos cortos la bicicleta puede ser competitiva frente al vehículo si se dispone de las infraestructuras necesarias para poder abordarlo tal y como sucede en otros países europeos. Nos ayuda también a la hora de cuidar el medio ambiente y a disminuir los gases de efecto invernadero, sumado a que consigue que nuestras ciudades sean más habitables, seguras y sostenibles. Todo eso es lo que persigue este plan. En estos momentos queremos generar esa red de itinerarios ciclistas en Cantabria. Ya contamos con 200 kilómetros de vías ciclistas y queremos poder llegar en el futuro a los 800 entre la red primaria y las complementarias. La primera une los núcleos principales de población con otros también importantes además de con centros empresariales, comerciales, deportivos, escolares o de interés. Y la complementaria es la que va mayando estos itinerarios.
Además, esto supone un importante influjo turístico y económico en el futuro. En otros países, fundamentalmente en Francia, mucha gente al llegar al destino turístico coge la bicicleta y recorre otros pueblos y territorios y contrata servicios que van moviendo el equipaje mientras ellos disfrutan del trayecto en bicicleta. Genera actividad económica y riqueza y Cantabria tiene una oportunidad idónea gracias a su paisaje natural precioso. Solo nos faltaba la infraestructura necesaria y con esta red de 800 kilómetros no solo se van a responder a los trayectos diarios que son los más importantes, sino que también se va a promover esta actividad turística.
En el Arco de la Bahía lo fundamental ahora mismo es unir Santander con Bezana
-¿Cuáles son los próximos pasos que se van a llevar a cabo en este sentido?
En el Arco de la Bahía lo fundamental ahora mismo es unir Santander con Bezana. Existe una red ciclista que conecta la capital con Camargo, que acabamos de inaugurar, y a su vez esta con Astillero y Villaescusa, por lo que por esa zona estaríamos más cubiertos. Estamos trabajando en este proyecto que uniría Bezana también con el PCTCAN, un centro empresarial importante y próximo a la red comercial. En el mismo se ha trabajado con la coordinación de los dos ayuntamientos. Es un proyecto consensuado y queremos licitarlo en fechas próximas.
Fuera de la bahía estamos trabajando intensamente en la zona más próxima del Besaya. Aquí tenemos prácticamente unido Torrelavega con Puente San Miguel, donde se está ejecutando una obra en estos momentos y ya está unido con Cartes. Desde ahí queremos continuar hasta Corrales de Buelna, para lo que estamos trabajando ya de forma intensa para que sea posible y que llegue incluso al Polígono Industrial de Barros. Por otro lado se ha hecho un estudio previo informativo para que este carril del Besaya se una con el que atraviesa casi en su totalidad el Pas.
Más adelante también trabajaremos en la cuenca del Asón. Estamos pendientes de los trabajos con la Conferencia Hidrográfica ya que gran parte de la infraestructura podría ir asociada a las obras de saneamiento.
-¿Este tipo de actuaciones sustituyen en cierta medida a la falta de obra civil?
Ahora mismo no tenemos ninguna paralización de obra civil derivada ni del Covid-19 ni de la crisis económica que pueda conllevarnos el mismo. En lo que se está pensando desde hace tiempo es en intentar no centrarnos exclusivamente en el vehículo e ir un paso más allá pensando en el peatón y el ciclista. Además de esta red para bicicletas, también estamos haciendo paseos peatonales o peatonales-ciclables, dependiendo del caso del municipio y sus necesidades.
-¿Cómo ha vivido la reciente reestructuración del Gobierno?
Bien, ya que estamos de igual forma colaborando de manera activa tal y como lo hacíamos con el consejero saliente. La conexión entre ambas consejerías es permanente y vemos este cambio con naturalidad y normalidad. El equipo no ha cambiado tanto y eso ha facilitado que se pueda hacer de la misma forma que se hacía hasta ahora.
Quitando los 15 días de confinamiento obligatorio, no ha habido parón en la obra pública de Cantabria
-¿Cómo es el día a día de su consejería durante esta época tan extraordinaria que estamos viviendo?
Al principio hubo muchas incertidumbres, mucho trabajo para generar seguridad en la actividad que se desarrollaba. Quizás uno de los sectores que mejor ha llevado la pandemia ha sido el nuestro, ya que no ha habido una gran incidencia ni se ha notado la paralización de la obra pública. Sí que es cierto que en algunas obras específicas y complejas, la falta de determinados materiales porque venían de otros países europeos, como por ejemplo, los cables de un puente atirantado, ha generado retrasos. En general, en el término medio, quitando los 15 días de confinamiento obligatorio, lo cierto es que no ha habido parón en la obra pública de Cantabria. Hemos conseguido mantenerla con un esfuerzo extra para proporcionar la máxima seguridad posible y solventar las dudas y complejidades técnicas y de normativa periódicamente en el Boletín de Cantabria.
-¿Cuáles son sus proyectos de futuro a corto y medio plazo?
Además de la red ciclista, creemos que tenemos un déficit muy importante en materia sobre todo de abastecimiento y saneamiento en algunos núcleos de Cantabria. Trabajamos de manera intensa para mejorar esa red, además de colaborar con el Ministerio en muchas actuaciones. Quizás una de las más destacadas en cuanto a carreteras es la consecución de la conexión del Polígono de Morero con la autovía con Bilbao, algo que ya se ha conseguido y ahora estamos trabajando y realizando las obras correspondientes para hacerlo con la S-30. Este eje ha tenido un valor de casi 20 millones de euros. Estamos trabajando en la futura conexión de la S-30 con lo que sería el Polígono Industrial de La Pasiega, un referente en el cual vamos a insistir en Madrid para terminar la parte ferroviaria, algo imprescindible. También tenemos que darle el mejor acceso posible por carretera.
Además, también tenemos muchos frentes abiertos, como solucionar el problema de los derribos y las inundaciones de los ríos de Cantabria. Debemos ir adaptándonos al cambio climático, es fundamental, y por eso estamos trabajando en colaboración estrecha con el IH. Estamos haciendo un plan de adaptación sobre cómo se encuentran nuestras costas y ríos ante esta situación para buscar soluciones en las zonas que mayores conflictos, daños y temores presentan, como el Saja, con Cabezón de la Sal, Mazcuerras y Reocín y el Ebro en la zona de Reinosa además de otras muchas áreas sobre las que se están haciendo estudios para desarrollar proyectos factibles.
En materia de urbanismo tenemos ya redactado el texto de la Ley del Suelo. Es algo básico para que haya seguridad jurídica y se apueste por un urbanismo sostenible y que de alguna forma intentará luchar contra la paralización de los planteamientos municipales y agilizar en todo lo posible la tramitación burocrática para el ciudadano con las administraciones públicas a la hora de abrir un negocio, montar un establecimiento, una ganadería o construir una vivienda.
También trabajamos en la ordenación territorial, algo básico para ordenar y proteger los elementos que lo requieren y también para cuestiones que deben estar plasmadas en cuanto a grandes objetivos de la comunidad autónoma en ámbitos como la industria o las energías renovables.
