Tuve sensaciones ya perdidas, de mucho tiempo atrás, de cómo nos tratábamos las familias en circunstancias parecidas. Ahora todo es más aséptico; cada uno en su corralito
La historia, para bien o para mal, nos lleva hacia la figura de ese visionario, como otros ha habido, que ocurre que cuando coinciden una desilusión general, miseria y hambre (el verdadero…
Así crecimos. Dando gracias veraces cuando la cosa las merecía y también irónicas cuando no las merecía. Lo de “muchas gracias” se guardaba para ocasiones especiales porque tenía una connotación…
Ahora los adioses son efímeros. Son más bien un “nos vemos luego”. Esté donde esté el que se marcha le podemos encontrar al rato en las redes sociales o tirando de móvil
Como la historia corre a tanta velocidad convivimos con personas a la que por suerte o desgracia les tocó el nombre según caía en el santoral, lo cual era costumbre sobre todo en pueblos y aldeas.
Qué tendrán esa noches en las que, conscientemente rechazado el aire acondicionado, nada mueve la cortina de la ventana abierta y sin embargo entran por ahí aquellos a los que creía olvidados
Admiro a esos héroes casi anónimos (cayendo el sol a plomo por arriba y el calor del cocinado subiendo desde abajo) que aguantan el tirón y preparan comida para el regimiento que se apunta a la…