La coherencia genera buenos réditos pero de forma pausada, lenta. Los partidos acuciados por la inmediatez actúan en muchos casos por los beneficios a corto plazo; que en el largo los lastran.
Hay que priorizar áreas de desarrollo (inversión) para competir en un mercado global y agresivo. Priorizar implica rechazar y enfrentarse a decisiones o sectores y eso a un político no le gusta.