A Ramona le han subido la pensión de viudedad unos sesenta euros. Pero se le van por el desagüe de la inflación sin saber qué es eso. Compra lo mismo por el doble.
Lo dice una viceministra del Gobierno y punto redondo, lo evacúa como si hubiese estado con una lupa y un notario en todos y cada uno de los catres españoles.
Preguntado en conferencia de prensa sobre el número de diputados del PSOE (y sus identidades) que iban a las cenas del Tito, el portavoz responde: “Qué más le da…”.
El burro puede ser cualquiera: un compañero, un amigo, un votante o un viandante. ¿Cuál es el problema del ‘político fake’? Que ha confundido viandante con vianda.
Los trenes no cabían por el túnel y tampoco se adaptaban al ancho de vía, porque, además de las patologías anteriores, nadie contó con la artrosis, la artritis y la celulitis.
Al ganadero le matan una vaca y se enfrenta a un CSI: demostrar quién se la mató, dónde estaba el animal, si pudo correr, si estaba en buena forma física o si pudo defenderse.
El lobo mata y mata lo que puede. Le gusta, porque está en su ADN: no tiene la culpa de ello, es como el escorpión que mató a la rana a mitad del riachuelo.
Ya se impone a borbotones en paráfrasis una de las máximas de toda la vida: cuanto más conozco a los políticos de la actual gobernanza española, más me gusta mi perro.